14.12.15

Partidocracias al borde de un ataque de nervios


1a quincena, diciembre 2015


Podría adjudicarse al título que lleva este texto, una alusión al célebre de Almodóvar,1 en el film que se vinculó con el “destape” español de los 80'. O podría pensarse que el título se mofa de algo mucho más serio que las crisis melodramáticas. Desde el punto de vista que se sostiene en lo que sigue, las dos posibilidades pecan por demasiado cautas: el destape español fue apenas un tímido anticipo de la porno-política encarnada (sin alusión al misterio teológico de la encarnación) al día de hoy por la “actriz porno “enamorada” de Mujica”2 y Almodovar no se mofó del ridículo, sino que por el contrario, ridiculizó ante todo la fe en la seriedad. Sin olvidar que la propia seriedad neoliberal de las cuentas bien contadas cunde hoy entre tirios y troyanos, galardonando de “ciencia económica” tanto el bolso de la dama como la billetera del caballero.

No se entiende sino porqué tanto neoliberal esperanzado con volver al gobierno (curiosa vocación en gente que pone toda su fe en los negocios y toda su fortuna en sociedades anónimas), persiste en el rumbo que siguieron sus referentes primermundistas, por ejemplo en Francia, donde en las recientes elecciones regionales votaron menos que los que no votaron3 (sin volver, por lo trillado, sobre el “desarrollo de España”). Quizás la conmovedora pasión por el servicio que según Ricardo Peirano explica la victoria de Macri,4 deba ser entendida en tanto se incluye al sector servicios en una economía de funciones: a condición de generar lucro. Esa vocación contante y sonante explicaría porqué en medio de tanto desastre financiero como nos dejaron los banqueros norteamericanos de la “sub prime” en 2008 (por no hablar de los lucidos antecedentes de Collor de Mello, Saúl Menem y Luis Lacalle Herrera en América Latina), los pasionarios del mercado insistan en la fórmula más catastrófica que se conozca desde el rey Midas en adelante: confundir la pasión con el oro.5

Tampoco se explica porqué los que se precian de haber dado a conocer Uruguay al mundo a través de Mujica, no nos explican (en beneficio del común) el secreto del éxito de tan empinado símbolo sexual entre el más selecto elenco de estrellas desvestidas. Al igual que en el cine de Almodóvar, podría pensarse que muchas tomas dan solamente para reír. Pero uno queda, al fin del film, tan divertido como advertido. Ante todo, porque la porno-política es algo extremadamente serio, tanto como para que Baudrillard estimara que la obscenidad del sentido desnudo (o del desnudo del sentido) cundió gracias a la reversión de la representación que abrió paso al facismo.6 Tal obscenidad consiste, como en el estilo de Mujica, en que todo puede ser exhibido y proclamado. El secreto queda abolido por la evidencia de la expresión (la evidencia evidente en la expresión y la expresión expresada en la evidencia), de forma tal que se disuelve, en el plano de lo inmediato, el relieve de diferencia que sostiene lo propio a toda diferencia.

Así como en el análisis de Baudrillard la reversión de la representación decimonónica, en retirada desde el siglo XIX, vino a ser proclamada por el fascismo en tanto representación de la muerte, la reversión de la seriedad progresista viene a ser proclamada por una farándula pornográfica de la política electoral. Mientras esperamos a nuestro Almodóvar latinoamericano de los martirios sentimentales que canta el bolero, tenemos a los antiguos pre-golpistas con el ex-presidente Lacalle a la cabeza, rasgándose las vestiduras por un fraude electoral en Venezuela, que dejó ante todo defraudados, entre los que cabe contar a quienes vaticinaban un fraude.

Más dilecta aún parece la pornografía epistolar que se dispensan ex-presidente y ex-vicepresidente del Uruguay, para decirse que ni uno ni otro se dejan llevar entre sí a los ponchazos.7 Nada más opuesto a la fuerza, cabe aceptarlo, que la seducción. Pero los desengañados de hoy se recriminan un déficit de Ancap que por igual habilitaron desde la cúpula más señera. Estos secretos de alcoba de las alturas se parecen mucho a los que atormentaban a los dioses griegos, no en razón del amor griego, sino ante todo porque como en el mito, lo humano y lo divino se confunden en el motivo de una letra de bolero.

Lo que está en juego en la pornografía epistolar que desdobla las desgracias sentimentales del gobierno de Mujica, no es el déficit de Ancap, sino la fatal reversión del progresismo en pornografía populista. Pornografía mediática mediante (sexo explícito) la desviación que encarna la condición misma de la ideología, tal como la analizara Laclau,8 se expresa sin más vueltas por la vía de la declaración periodística, que de modo aún más directo que la programática, desciende al común por la pantalla. La inmediatez mediática de la política explica la inconsistencia propia de las instituciones de Estado, a empezar por los gobiernos (singularmente el que “encabezó” declarativamente Mujica, con Astori por auténtico presidente en ejercicio, tal como lo señaláramos oportunamente en este blog).9 Lejos de gobernar en un sentido soberano, Mujica se contentaba con pergeñar efectos electorales con una estrategia mediática, tal como lo denuncia ahora el mismo desengañado ex-presidente, que se plañe de haber sido dejado en blanco por alguien tan blanco (“como hueso de bagual”) como quizás lo quisiera ser el propio Mujica: Larrañaga.10

Este desengaño sí que es auténtico, a no dudarlo, como lo advertimos en su momento, con oportunidad de la celebración del bicentenario de ícono bífido “a la criolla”: en la Agraciada y con un intendente en bombachas de paisano.11 Ese era el objetivo de la mediatización populista a la que se ofrecía Mujica, puesto hoy en evidencia por su reproche de desamor a Larrañaga, quien lo abandonó (dice el desengañado ex-presidente) porque “le marcaron la cara”. A no dudarlo, una escena de violencia doméstica nacionalista, llena de funestas consecuencias para la trasnochada estrategia de alianzas partidarias que caducaron junto con los estados-nación, sobre todo en una pervertida estrategia de “liberación nacional” que so pretexto de “unir mayorías” apunta ante todo, hoy por hoy, a destruir izquierdas.

Ese es el verdadero trasfondo del drama sentimental entre el “progresismo” astorista y el populismo de Mujica: la vieja izquierda socialdemocráta intenta despegarse del mamarracho mediático para labrar alianzas con el centro “sensato” que ya hoy se identifica, desde ese punto de vista, con la casi totalidad de los partidos tradicionales. El populismo izquierdista para la tribuna procura, por otro lado, compensar la imposibilidad de articularse con el mercado mundial en base a corporativismos electorales, pese a una incidencia mediática en caída. El desenlace parece seguro: la derecha se rearmará con el centro como escudo, al tiempo que hará cundir el descrédito mediático a través de los aparatos de difusión que controla, en base a las incoherencias del proyecto socialdemócrata de un poder “diferente” sostenido por la estructura misma del poder. Una remake de lo que ya vimos en Europa, desde fines de los 80' y se puso también en evidencia, más recientemente en Chile y ahora ya, en el Brasil.

Esa corrosión del progresismo en el populismo es el efecto más genuino de la porno-política, sustentada en la eficacia electoral de un aparato publicitario. Sanguinetti se confunde al respecto, cuando imputa a Mujica no haber cumplido sino el rol de “animador” de un gobierno,12 antes que el de gobernante: un animador se entiende hoy como “conductor”, no del programa, sino de la emisión. Mujica apenas era el invitado de la programación estratégica de los medios. Por ello podía dejar en plena libertad a sus ministros de hacer cada uno su “negocio”: él no se estaba ocupando en gobernar, sino atendiendo el negocio común de la reproducción electoral, que no es, ni puede ser otro en una sociedad anclada en la tecnología mediática, que el de la propia reproducción de la doxa publicitaria: existe una sola versión de la verdad, que como el sexo incluso, puede ser explícita.

La pornografía surge, en efecto, de un efecto de cuerpo, no de un efecto de sentido. Por eso también puede expresarse pornográficamente a través de un cuerpo de letra. Las cartas de Almagro a la autoridad electoral de Venezuela ratifican que el aprendiz de brujo se deshizo de los antiguos pruritos progresistas, en la medida exacta exigida por la obviedad mediática de una “imposición dictatorial” (que no ocurrió en Venezuela, ni en las elecciones anteriores ni en la última). ¿Es necesario recordar que Almagro vio ascender su estrella política bajo el patrocinio del propio Mujica? La oposición entre lo que hace hoy y lo que dijo ayer obedece a la política de lo explícito como tal: la misma que llevó a su mentor a soltarle la mano,13 cuando percibió la pestilencia que destilaba el ejemplo que instruía en su pupilo de ayer.

La pornografía es la esencia del oportunismo. Como consecuencia ineludible, el gobierno del oportunismo exige una tecnología de la manipulación. Si el lector lee con esta clave la crisis actual del gobierno brasileño, quizás compartirá en perspectiva el desenlace que adviene cuando, sin mayorías efectivas ni en el parlamento ni en la calle, se pretende gobernar en base a los proventos financieros que rinde la imagen mediática: la del presidente más pobre (o más obrero) del mundo.

Los afanes empresariales por ocupar (también) el gobierno para maximizar las ganancias; los dramas de alcoba del progresismo que se deshilacha en el peor de los populismos, incluso arrastrado por la obscenidad de sus propias alianzas electoralistas; la puesta en evidencia de la manipulación a que se entregó cierta “gauche caviar” que ayer posaba de “proletaria”, nos dicen a las claras que el contragobierno crece en la alternativa aquí y ahora, sin olvidar por las dudas, la abstención electoral.





1El título de Amodóvar es “Mujeres al borde de un ataque de nervios”.
2Costigliolo, J. “Mujica XXX” Montevideo Portal (09/12/15) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?293138
3Francia: la ultraderecha se impuso en las elecciones regionales” El Mundo (06/12/15) http://www.lanueva.com/el-mundo/843393/francia-vota-en-las-primeras-elecciones-despues-de-los-atentados-de-paris.html
4Peirano, R. “¿Será posible?” El Observador (13/12/15) http://blogs.elobservador.com.uy/reflexionesliberales/post/2265/sera-posible/
5La leyenda del Rey Midas cuenta como, habiendo obtenido el don de transformar todo lo que tocara en oro, el Rey Midas terminó por no poder llevarse ni el alimento a la boca.
6Baudrillard, J. (1978) Olvidar a Foucault, Pre-textos, Valencia, p.90.
7“Fah” Montevideo Portal (14/12/15) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?293618,245
8Arenes, C. (reportaje) “Ernesto Laclau: el populismo garantiza la democracia” La Nación (10/07/05) http://www.lanacion.com.ar/719992-ernesto-laclau-el-populismo-garantiza-la-democracia
10“Cuentas pendientes” Montevideo Portal (30/11/15) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?292201
12Sanguinetti: Mujica no ejercía la presidencia” FacePolitica.com (20/09/15) http://www.facepolitica.com/sanguinetti-mujica-no-ejercia-la-presidencia/
13Mujica se “despide” de Almagro por su carta a Venezuela” CNN (19/11/15) http://cnnespanol.cnn.com/2015/11/19/mujica-se-despide-de-almagro-por-su-carta-a-venezuela/#0