21.11.09

Meta(e)-lecciones: el virus-votante ataca al candidato-probeta

2ª quincena noviembre 2009



Las pandemias a la moda propagan la experimentación humana en tanto principal causa del mal. El peligro viene de nosotros mismos. Ante un parque tecnológico de máquinas centelleantes, perfectas en el efecto de sus revoluciones programadas, somos la descendencia de nuestros errores. Esa fatalidad parece sugerir un defecto de origen que persiste para la universalidad de la especie, incluso denegado el mandato divino, bajo el estigma del incesto. El límite de la Ley somos nosotros mismos, encontramos la Ley del límite entre nosotros. La mismidad de sangre no admite la diferencia propia. Cuando esta adviene engendra un ser monstruoso, cuya iniquidad mancilla la frente de la especie.

Propiciado por la privación de divinidad, el mal universal se expande bajo forma moderna del sufragio universal y secreto. Cada uno persiste ensimismado en su clausura moral de familia ideológica. Privado de exogamia, cada clon de identidad política reproduce el código genético de sus progenitores. Borda-hijo de Bordaberry, luce en tanto perfecto efecto de un pasado eterno: blanco por dentro o colorado por fuera, rabanito reversible según pinte el color del balotaje. Estos inventos de la memoria y de la herencia resuman el sentido de la identidad: somos nosotros mismos. Pero por eso somos los otros de los mismos otros, desbordamos eternamente el todo por carencia de borde-hijo para adentro o para afuera de nadie, llevándolo todo incluso a olvidar el sentido de "nadie". Nadie es más nadie, todos somos de tôdos, como Montevideo. Habrá patria para nadie, porque todos somos la patria de todos.

El virus-votante y el candidato-probeta provienen del mismo electorado ensimismado en su indiferenciación. La propagación de uno es la del otro, las condiciones ideales para la generación de la demanda cautiva de electorado pasan por la conmensurabilidad republicana del derecho: la norma dice que hay que votar. La inconmensurabilidad de la justicia, por Fuerza de Ley de Caducidad, queda para las calendas griegas de las elecciones imposibles
[1]. Ahora, el virus-votante forcejea, guión sin sentido de por medio (no existe guión, comilla o paréntesis con sentido propio, como no sea modificar el de otro signo), para convertirse en el contenido absoluto del candidato-probeta. Este último luce en tanto clon de uni-uruguayicidad: perfil de base universitario, sesgo bienpensante, aire bonachón. Todos esos retazos de lo mismo sólo se pegan entre sí gracias al envión de guión que cimenta la uni-uruguayicidad, efecto de Estado armado desde los partidos con representación parlamentaria. Por lo mismo, el guión sin sentido del virus-votante y el envión de guión del candidato-probeta se fundan y funden en una única ley de fuerza mayor que los anima: la medición de audiencia.

En tanto la medición de audiencia tiene por razón de ser la mediación del Gran Público, a través de los medios guionados de visión (tele-visión), la medición de la fuerza y la fuerza de la mediación son lo mismo que nadie: El Gran Público. Este tsunami de la opinión masiva arrastra con su fuerza de ola todo a su paso y nos deja el enigma de Montevideo de nadie: antes colorado, nunca blanco, cada vez menos frenteamplista.

Ante esta catástrofe de laboratorio, los curadores de candidato-probeta han abandonado la túnica impoluta que lucieran sus ancestros restauradores (postdictadura). Mientras aquellos investían la bata científica del experto neutral en razón de su saber, pero marcado por su imagen de marca universitaria, esta e-versión de lo mismo ha tomado partido por la letra virtual: arroba El Gran Público!! Nos encontramos así con una meta-realidad que forma parte de las e-lecciones: ¿adonde fueron los votos montevideanos? Ya sabemos lo que no es: ni por la gestión municipal ni por la pertenencia social
[2]. Lo que tampoco sabemos es lo que es, razón de no ser que tiene una respuesta única: Nadie. El Gran Público es Nadie[3]. Es la Fuerza del Voto, eventualmente la del adulto mayor o la del indulto de la inteligencia. Indultados de pensar, todos somos parte del Gran Público, cada uno es Nadie y Montevideo de Tôdos.

Mi amigo Pablo Astiazarán decía, respecto a las estrategias de marketing, que se afanan en saber lo que quiere el mercado. Pero, decía Pablo, el mercado no sabe lo que quiere. La razón que aducía Pablo consiste en que nadie ingresa al mercado para saber. De la misma forma que nadie se educa lucrando. El mercado de audiencias para el que fue diseñado el candidato-probeta genera, en la misma atmósfera cerrada de laboratorio en que fue pergeñado, el virus-votante, tan ajeno el uno como el otro a cualquier identidad que difiera del indentit-kit del Gran Público. Ingresamos en el cono de sombra conformista que encuentra su tutor en el principio de opinión insípida: perfil de base universitario, sesgo bienpensante, aire bonachón.

Imbuido de la identidad del identit-kit mercadocrático, el virus-votante se afana en confundirse por/para siempre en la esencia del candidato-probeta: la uni-uruguayicidad, es decir, Nadie. Por lo tanto, tanto le da uno como otro candidato-probeta y comienza así el ciclo viral del mal-del-voto-a-cualquiera. Estas demo-pandemias ya azotaron a las mismas socialdemocracias de mercados de audiencias, con el efecto de pasar de Felipillo a Aznar y de Mitterrand a Sarkozy. Más cerca nuestro, ya sueña Piñera detrás de Bachelet. Luego le tocará al otro modelo "equilibrado y racional" que incluso profesa filia pro-chilena dentro de los latinoamericanos: la uni-uruguayicidad.

No sabemos todavía que nombre seguirá a que otro, de todas formas los que sean tienen el mismo destino que el guionado de sin sentido y de envión de guión que anima por igual al virus-votante y al candidato-probeta: Nadie.

El curador de políticos en e-versión debiera tomar a cargo una observación que el director de Factum dio como pauta del período de balotaje 2009, todavía en curso al escribirse estas líneas, en tanto clave de tendencia: la regresión progresista en Montevideo empezó en mayo del 2005. Botinelli no comparaba una elección municipal con otra, sino las municipales de ese año con el tsunami de votos de las nacionales unos meses antes. Le asistía razón, desde su punto de vista y más allá de una perspectiva de Gran Público: las municipales hubieran debido registrar la tendencia del tsunami de las nacionales. Ya por entonces el virus-votante estaba atacando a su homólogo guionado de candidato-probeta: Nadie en busca de Nadie o de cualquier otro, que es lo mismo.

[1] Derrida opone la conmensurabilidad del derecho a la inconmensurabilidad de la justicia, por igual una y otra sujetas a la fuerza en: Derrida, J. (2001) Fuerza de ley : El "Fundamento místico de la autoridad", Biblioteca Miguel Cervantes Edicion Digital http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/mcp/01475285622392795209079/cuaderno11/doxa11_07.pdf[2] Una importante discusión al respecto se inició ante la desazón progresista en Montevideo: tanto se puede afirmar lo alarmante como lo intrascendente de la pérdida de votos en barrios populares o de la victoria en razón de la alta votacion de Bordaberry (que disminuye por igual a los adversarios del Frente Amplio) en los barrios pudientes. Ver al respecto los artículos de Gustavo Leal y Rosario Touriño en Brecha (6/11/09) Montevideo.[3] Respecto a la complementariedad mediático-democrática de todos y nadie: Viscardi, R. “Celulosa que me hiciste guapo” (21/03/06) Compañero, http://www.pvp.org.uy/viscardi3.htm

5 comentarios:

MARA dijo...

Entiendo la consistencia que existe en/entre el discurso de este artículo como continuador o complemento del artículo anterior.
Acá percibo un discurrir más fluido y gracioso en tanto se absorben y utilizan para argumentar muchos de los "slogans" que diferentes izquierdas y a lo largo de la historia, fueron proponiendo a votantes o no como: "Patria para Todos o pa` Naides (Nadie), "Montevideo de Todos", y algún otro (con tres décadas de distancia, eso sí)

Se entiende que las condiciones artificiales tanto para la invención de ese candidato de probeta, son, deben ser las mismas, siguiendo este razonamiento que la de su "consumidor" del mercado de votos: el virus-votante o votante sin guión, votante al que los sondeos de opinión toman como su objeto de indagación a la vez que de construcción.

Pero quiero poner un ejemplo, mucho más "real" y que tiene más tiempo que el de la fiebre por las encuestadoras y el ratting: un candidato que pareció...inventado, o que ni en el mejor laboratorio podía haberse hecho con tanta condición de uruguayidad: Tabaré Vázquez y su emergencia en el 89.
Un candidato que posee todas las notas que un uruguayo medio, promedio (a ojo) valora: médico, pero oncólogo, de origen humilde o "hecho desde abajo", con gran militancia por el Voto Verde,algo socialista, pero también, nada poco importante en Uruguay: dirigente de fútbol, de cuadro chico al que hizo Subir,llamado además Progreso!!.Querido en el barrio obrero de La Teja de donde mantuvo sus amigos desde la infancia... Ni el laboratorio más refinado, ni las técnicas más de punta habría logrado un CANDIDATO DE PROBETA CON TODOS ESOS RASGOS, SIN FALTAR NI UNO!!Rl ideal uruguayo de "M´hijo el dotor" Y ese candidato, con la soberbia o narcisismo que pueda poseer, porque es humano (solo "parece" de probeta) fue primero Intendente, luego candidato a la Presidencia que casi gana en un balotaje exigentísimo y por fin...lo ganó ante los dos partidos tradicionales unidos. Termina su Presidencia con el mayor apoyo popular que se recuerde en las últimas décadas, al menos -seguramente- desde los gobiernos de la pos-dictadura. Dicen que el 71% de apoyo, pero dejemos a las encuestadoras de lado y digamos que por muchísimo que se palpa y recibe a cada paso en la calle y cualquier ámbito del tipo que sea.

Es un candidato de probeta?
Fue sí buscado y elegido por una fuerza política con muchos años de experiencia y de acumulación de fuerzas que lo encontró, como un hallazgo, a lo mejor.

Sin duda, el que esa fuerza exhibe hoy, está bastante lejos pero, si bien ha pasado por las probetas de los comunicadores, antes fue probado y aprobado por los frenteamplistas...

Es cómo veo esto hoy. A futuro, sí puedo reconocer el peligro que en éste y anterior trabajo se anuncia. Hoy hay un país dividido en dos..hay que darle una chance más a la izquierda que muy bien hizo, a mi criterio, su primer Gobierno.

Saludos, María

Contragobernar dijo...

Mara: la relación entre realidad y artificio no data de ahora. Sí ha cambiado su relación entre los términos. En particular con relación a la democracia representativa, en tanto forma moderna de la política, la prensa y posteriormente la radio y la televisión han juga un rol significativo. En el desarrollo del sistema político del período que hemos dado en llamar "batllista" los períodicos de masas se constituyeron, tanto como los clubes polítcos en los elementos organizativos cristalizadores de los partidos de masas. El proceso al que asistimos desde los años 80, particularmente acentuado en los 90, es la inversión de los términos: los medios de comunicación no son el "organizador" (como lo entendía Lenin), sino el propio ámbito donde cristaliza la vinculación política, transformada en "triangulación" entre medios, personal político y audiencias. Esta "tele-realidad" se constituye, como es sabido, por una multiplicación de la interfaz tecnológica que substituye de forma predominante la relación presencial (tal como lo hacemos por ejemplo a través de los comentarios de este blog). Internet, a través de los periódicos digitales, de la misma repetición de informaciones de noticieros de la televisión iternacional, de las campañas por mailing (como las de la base del Frente Amplio que prescindió de directivas orgánicas), vinieron a situar en la interfaz a distancia mediada por instrumentos digitalizados tele-infor-audiovisualmente, la antigua relación doméstica de audiencia televisiva. Ahora esta última no es sino un efecto central pero articulado por un conjunto de intervenciones mediáticas en que lo artificial subordina a lo natural, de forma que instala la "tele-realidad".

Ahora esa tele-realidad, por su propia distancia (tele) no deja de poner a distancia una base idiosincrática, que convierte ahora en su efecto imaginario diferido, en vez de constituir lo imaginario como efecto de una presencialidad directa -es decir "orgánica"- del texto-papel, el candidato-persona o el colega-compañero. Nuestra relación primordial está ahora mediada por un artefacto-artificio y no más por la naturaleza-presencia.

Pero esta situación tuvo antcedentes que la fueron instalando a lo largo de un período. Por ejemplo, la victoria del Partido Nacional en el 58 (primera en este siglo) fue determinada por la publicidad y la radio. En particular, por la intervención de la radio a trasistores, que posibilitó la llegada al campo "profundo". Así se elaboró el liderazgo de "Chicotazo" cuya similitud de posicionamiento político-cultural en el espectro nacional con Mujica se ha destacado últimamente, entre otros, desde mi propio blog.

Sigue más abajo...

Contragobernar dijo...

Por otro lado, la eficacia política de los tupamaros se vinculó en los 60' con la particular inflexión que le dieron al criterio foquista de la "propaganda armada", de forma que incluso llevaron a Pacheco a prohibir palabras por decreto, actitud medieval que sin embargo correspondía a un devenir del momento: la información de los medios generaba adhesión a los que supuestamente condenaba.

Por lo tanto, la "condición mediática" ("candidato-probeta")del actual candidato encuentra, contrariamente a lo que se suele percibir, terreno propicio en su propia trayectoria. En cuanto a Vázquez (y Asotori) el perfil "uni-uruguayicidad" (perfil de base universitario, sesgo bienpensante, aire bonachón) es el que pergeñana los periodistas restauradores del Uruguay imposible-batllista entre el 85 y el 95. Se trata de la idea de que lo que sucedió entre el 68 y el 84 fue un período de "intolerencia" y "oscurantismo" contrario a las mejores tradiciones, relativamente morales, progresistas y culturosas, de un "Uruguay que no tuvo la culpa de lo que le pasó". Sobre ese registro construyen Vázquez y Astori un perfil moderado, lleno de buenas intenciones y de futuro nacional que la actualidad divide, por ejemplo, entre el sur y el norte de Montevideo.

En el trasforndo, hay un denegación uruguaya de la crisis de la política partidaria, de las representaciones ideológicas y de los Estados-nación, que hoy pagamos con la "botnialización" del país, entre cuyos efectos se encuentra la nula consistencia de las referencias ecológicas de los programas políticos (que ya comenté en el blog).

Sobre Vázquez, su popularidad descendió al 41% cuando estuvo en duda que no se postulara a la reelección, para subir después hasta lo que es ahora, cuando no pone en peligro la "uni-uruguayicidad" de las audiencias. No olvidemos que estas se miran a sí mismas y que propagan, masivamente, el virus-votante: 15000 papeletas sin hojas de votación nacional en la primera vuelta, balotaje, caída del FA en Montevideo y veremos, el domingo, la sucesión del voto en blanco...

Como siempre, gracias por los comentarios que sirven para explicarnos y seguir debatiendo.

Luciana dijo...

"El mal universal se expande bajo forma moderna del sufragio universal y secreto."
Siendo que la piel del sufragio es un carcoma, que en cada biopse solo revela más y más inflamación.
La "família ideológica" la fotografia del ideal de tejido SIN nucleos muy excitados, pero resulta que este ideal ya esta lejos de lo que es hoy el tejido social, contaminadisimo por los VMT - virus mediaticamente transmisibles.
Y nuestro pré-cancer no es más que "los otros de los mismos otros" que se mezclan tan bien que cuando vemos nuestro útero, ya no sabemos cual otro es parte de mi y cual otro debo eliminar, quizas mejor sacar todo y dejar el "nada" adentro mío, y evitar que el "Gran Público" me mate por dentro...
Si hago apenas una conizacion del Gran Publico no estaré salva, apenas estaré protegida del mal que podría crecer, pues que para estar salva tendría que dejarme vazia por dentro, ponerme un NADA en lugar de un útero y así finalmente recibir el diagnóstico: la "uni-uruguayicidad" fue salva

Ps: es claro que este es el monólogo/metáfora del votante actual

Contragobernar dijo...

Luciana: dicen los estudiantes de filosofía que publican la revista "Clinamen" sobre su iniciativa: "Una invitación al vacío, útero de la filosofía (Serás quien te dejes ser)(1) (Julio 2009)". La nada es la cuestión de la filosofía desde que se plantea la interrogación sobre el ente en su totalidad, según Heidegger y adviene por lo tanto la cuestión de la totalidad de los entes. Esta totalidad sólo es puesta en cuestión por la posibilidad de que el ente no sea, es decir, por la nada. Ahora la nada en tanto contrario de la totalidad de los entes no es simple modalidad numérica del ser, como su no ser uno, sino la posibilidad existencial del no ser de la totalidad de los entes por su propia anonadación del sentido (en la totalidad del sentido). Sentido quiere decir significado y destinación, lo uno y lo otro desaparecen en la totalización del sentido. Lo que la imagen en el sentido cristiano de encarnación hizo posible, es que el no ser del ente en tanto carne, condenada a la desaparición y la fugacidad terrenal, se convirtiera sin embargo en principio de espiritualización, en tanto la condición perecedera (carnal) de la imagen albergaba también la de un Dios hecho carne.

Desde entonces la nada (y no meramente una nada) pudo ser principio de transición a la eternidad, en tanto elevación contemplativa al mensaje del sacrificio redentor de un Dios hecho hombre de carne. Estos análisis que debemos a distintos autores, como Michel Henry, Mondzaín y Régis Debray, más allá de las diferencias entre sus planteos, que son importantes, señalan que la "nadificación" de la política partidaria por su reducción a una política de audiencias, encierra también el principio de reformulación de la condición política en tanto asunción por cada "nadie" de no ser el "ciudadano Kane".

Gracias por tu participación.