La
pasión del Paraninfo: una señal al extramuros
1ª
quincena septiembre 2014
La conflictiva elección
de rector de la universidad de la República ha suscitado enfrentamientos, particularmente
en el orden estudiantil, pero además, inquietud sobre los efectos de la
confrontación, tanto en perspectiva histórica como inmediata.[1] Ni
los analistas ni los militantes parecen haber advertido otra diferencia, acaso mayor que la brecha interna tan temida, abierta además hacia el extramuros universitario, ante el propio contexto de un país en plena campaña electoral.
Mientras el clima
electoral transcurre entre la atonía de propuestas y la frivolidad publicitaria,
amortiguado por un colchón de indiferencia generalizada, el Paraninfo ardía en llamas
de pasión política por una elección de rector que debiera considerarse, si no
sucedánea, por lo menos relegada a un segundo plano, ante una elección de
gobierno nacional.
Varias similitudes vinculan sin embargo la
campaña por la elección de rector de la Universidad de la República con la
campaña por el No a la baja (de la edad de imputabilidad penal). Cabe
destacar que cierto desvanecimiento que afecta al Frente Amplio, tanto en la
movilización como en los medios, se encontró comparado con el exitoso
despliegue de la campaña por el No a la
baja, que ha logrado revertir indicadores que en un inicio parecían
desfavorables. A partir de razones y argumentos fundados, el No a
la baja logró una inflexión en la opinión pública, poniendo de relieve que
no existe fatalidad mediática de la programación, ni efecto necesariamente
letal de la emisión.[2] Por otro lado la propia UdelaR y en particular el movimiento estudiantil
hicieron del No a la baja un eje de movilización efectiva, particularmente visible en el aniversario que
identifica al estudiantado uruguayo: el 14 de agosto. Un arco estudiantil y universitario parece fuertemente vinculado a la movilización que
entusiasma y genera participación, mientras la campaña que debiera despertar
mayor involucramiento en la población, transcurre entre envites y evites de debate,
con piruetas mediáticas incluidas.[3]
El análisis de Fernando
Andacht que identifica en Lacalle Pou un “ícono pop”[4]
padece la redundancia del ícono sobre la mediación que lo sostiene, ya que si
el criterio a destacar es el tenor dominante que adquiere la mediatización de un
candidato, difícilmente tal “ícono pop” supere en evaporación de contenido al
“ícono popu” que encarna, aún hoy para muchos, el propio Mujica. Según las
reglas de aquel “Manual del perfecto militante popu” que cundiera como
paradójica disciplina del “canto popular” (cabello liberado, matera en ristre y
vestir desprejuiciado),[5] Mujica
se proyecta como “icono mundial popu”, mientras el pop vernáculo, más
acaramelado que despeinado, por el momento no parece trascender la movilización
ciudadana de una “noche de la nostalgia”.
Sobresaliente en el
olfato del rating, nuestro primer mandatario ya se ha bajado a sí mismo de la
nominación al Nobel de la Paz,[6]
tras advertir que insultar ante cámaras a la FIFA y poner al Estado de Israel
en igualdad de genocidio con exterminios célebres, no conduce a otro podio que
el del tractor pedagógico que tanto invoca. La presea parece haber caído al
vacío global, excluida del plato mediático sazonado de “buen pobre”, vorazmente
consumido por cierto, entre la audiencia menos exigente, una vez cumplida la
digestión civilizada del “buen salvaje”.
Ese mismo olfato
mediático condujo a nuestro presidente al propio Paraninfo, que sólo unas horas
antes había ondulado de pasión invectiva entre partidarios de uno y otro
candidato a rector. La generosa reivindicación presidencial de “mucha
universidad” se vincula en arraigo telúrico, tanto por cumplirse en el vientre-Paraninfo
del “elefante jodido” de ayer,[7]
como por travestir una invectiva en obediencia litúrgica, al ingreso con
sofisticada galera en la Opera de Milán del mismísimo Benito Nardone (el
célebre Chicotazo ruralista), quien también fustigó en su momento la perversión
improductiva de los “galerudos” citadinos.[8]
Sin duda la volubilidad
de Mujica ante la Universidad de la República y la educación pública en
general, poco tiene que ver con una política de fondo y debe entenderse, ante
todo, como efecto del momento electoral interno y externo a la universidad.
Entre los dos hay un paso, que no se puede franquear por meras declaraciones
sin dejar de manifestar una voluntad política acerca de la educación. Curiosamente
la oposición le reprocha a Mujica haber carecido de esa voluntad política,
sometido a la presión gremial.[9]
Este reproche traduce una fidelidad contrariada (nada ni en lo patente ni en lo
latente permite pensar lo contrario), como efecto de una promesa incumplida,
pero al mismo tiempo deja traslucir, como implícito, aquel designio que careció de
“voluntad política” que lo cumpliera. Ese designio no era otro que “gobernar”
la educación, es decir, liquidar la autonomía. Bajo piel de cordero, el
promitente liquidador visita hoy el redil que ayer creyera dócil, convertido ahora en caldera de pasiones que pueden, llegado el momento de cumplir
con la “fidelidad” gubernamental -que tanto reclaman a coro los demás partidos con
representación parlamentaria, convertirse en un caballo de Troya del sistema
político.
La señal de
movilización que dio la universidad en su conflicto interno no sólo contrasta
con el pop acaramelado que llueve, como tradicional maná electoral, sobre
varios íconos populares, sino que además aparece como el afuera de un adentro
de la izquierda histórica. Constituye un itsmo virtual que conecta el afuera
mayor del extramuros con el intramuros de las tradiciones de movilización y
alternativa. Por esa razón cierta delegación gubernamental no dejó de hacerse
presente para felicitar, como amigos de vieja data, al novel rector.[10]
Al mismo tiempo
Markarian marcó como corresponde dos puntos cardinales. Primero ver el
presupuesto, la clave misma que ha utilizado el sistema político para poner de
rodillas a la universidad pública desde la Ley Orgánica del 58’.[11]
Después se verá lo que refiere al presente de la Ley Orgánica, en el propósito
del actual rector. Asimismo la declaración de sostener una política cultural y
científica autónoma “sin por ello ponerse a hacer antiimperialismo”,[12] señala
que “el gobierno de la educación por el sistema político” -que según denuncia la oposición habría traicionado Mujica, no encontrará en adelante
señales de aquiescencia en la Universidad de la República.
La pasión pagó un
dividendo de hondura. Podemos ahora tomar aire libre de promesas incumplidas y
de fantasías bonachonas.
[1] Musto, H.
Gómez, L. “Asuntos de fondo” La Diaria
(05/09/14) http://ladiaria.com.uy/articulo/2014/9/asuntos-de-fondo/
[2] “Por primera
vez “No” supera al “Sí” a la baja” República.com.uy
(03/09/14) http://www.republica.com.uy/por-primera-vez-supera-al-si/
[3] “Yo quiero mi
bandera” Montevideo Portal (07/08/14)
http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?241952,245
[4] “Semiólogo
definió a Lacalle Pou como un “ícono pop” El
Observador (19/08/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/285932/semiologo-definio-a-lacalle-pou-como-un-34icono-pop34/
[5] Lagos, J. “Aquellas
cosquillas” La Diaria (29/07/14) http://ladiaria.com.uy/articulo/2012/7/aquellas-cosquillas/
[6] “Mujica dixit” Montevideo Portal (24/08/14) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?244956,245
[7] Ver en este
blog “Carta abierta al presidente electo Sr. José Mujica” http://ricardoviscardi.blogspot.com/2009/12/carta-abierta-al-presidente-electo-sr.html
[8] Trías, V. “De
las botas a la galera” El Sol
(22/09/61) Montevideo.
[9] “Educación, tema de voluntad” El Observador (30/08/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/286639/educacion-tema-de-voluntad/
[10] “Precisamos
mucha universidad” dijo Mujica en la asunción de Markarian” Portal de la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación http://www.fhuce.edu.uy/index.php/destacados/4293-precisamos-mucha-universidad-dijo-mujica-en-la-asuncion-de-markarian
[11] Op.cit.
[12] Op.cit.