La
agenda pornográfica de la legalidad
2a.
quincena, abril 2016
Usualmente
los cambios de fecha en una publicación períodica se justifican
como efecto de contingencias inevitables. Un desastre climático como
el que acaba de sufrir el Uruguay, por ejemplo, bajo tornado e
inundaciones. La tardía aparición de este blog se debe al contexto
inverso: la necesidad de calibrar la agenda como un efecto en sí
misma, no de circunstancias ajenas a la planificación, sino por el
contrario, como la propia legalización informativa de eventos
programados.
El
tema elegido para una edición abandonada de este blog era, días
atrás, “Panamá Papers”. Entre el domingo y el lunes pasado, la
resolución de la cámara de diputados del Brasil desplazó del
primer lugar de actualidad el sonado asunto de un nómina de
notables, vinculados a eventuales maniobras de evasión fiscal.
Aunque no surja del comentario periodístico, el empleo de la
legalidad por parte del estudio jurídico panameño especializado en
empresas off-shore integra la misma “burbuja jurídica”
que el voto parlamentario inverosímil, pornográficamente destinado
a inducir un juicio político artificioso (impeachment). El
desplazamiento horizontal de la actualidad (se abandona una noticia
por otra), pese a la verticalidad del concepto (la mera manipulación
institucional de la norma legal) que vincula los dos casos entre sí, esconde el vergonzoso mutis
por el foro, ya ahora en borroso tercer plano, de una campaña acerca
de la legalidad puesta en cuestión de un mérito académico, aducido
en el Uruguay por el vicepresidente en ejercicio.
Al
galardonar su candidatura en las elecciones últimas con méritos que
no podía documentar, el actual vicepresidente dio un flanco débil,
que junto con la desmañada administración de ANCAP (empresa pública
de combustibles) por parte del mismo Sendic (joven figura
“presidenciable”), facilitó una empeñosa campaña de los
partidos de oposición, destinada a sellar el paquete mediático con
el sonsonete regional de “corrupción de izquierda”, nada menos
que en rango vicepresidencial.
¿Quién
podría, en efecto, seguir sosteniendo que la honorabilidad nacional
pende de un hilo por causa de un diploma aducido pero no presentado
por el Vicepresidente Sendic, cuando la información facilitada por
“Panamá Papers” incluye a Uruguay en tanto “buque insignia”
de la participación sudamericana1
en el famoso bufete fabricador de legalidades sospechosas? Más allá
de la participación de algunas figuras públicas incluidas en la
izquierda tradicional (conviene entender por tal, al día de hoy, al
Frente Amplio en su conjunto), la derecha lleva la parte del león en
ese galardón continental, no sólo en figuras de candidatos con
perfil presidencial, sino ante todo en relación a méritos
históricos. Trabajosamente desmanteladas después, las SAFI fueron
creadas en 1948, pero habilitadas para actividades “off-shore”
en el período posterior a la dictadura, en el momento en que la
derecha en el poder votaba la Ley de Caducidad y postulaba un
“proyecto de país” acorde a ese estado de anomia del Estado.2
Ese proyecto destinado a convertir al Uruguay en un “paraíso
fiscal” prosperó a punto tal, que pese a todos los esfuerzos
realizados después para desmantelar normativas de ocultamiento
empresarial, todavía recientemente la OCDE incluyó al Uruguay en
una “lista gris” de “paraísos fiscales”.3
El
abismo que media entre la torpeza de un candidato embalado con un
resbaladizo lucimiento a futuro y un “proyecto de país”
enjundiosamente impulsado, a su vez, por un lucido staff nacional de
políticos, estudios jurídicos y empresarios, nos dice a las claras
que el desvanecimiento súbito de la campaña contra el “fraude de
méritos” de Sendic pone en evidencia una agenda pornográfica de
la legalidad (es decir, la prostitución de la legalidad).
Esta
cuestión ya abandonó la interrogación acerca de la “representación
pública” (delegación de soberanía) y se dirige de lleno al
asunto de la planificación mediática de la actualidad. Tal
estrategia de medios (que académicamente se denomina “planificación
de medios”) es lo que conviene entender hoy por “agenda pública”,
como lo viene a desmostrar no sólo la pornografía mediática que
cunde en la actividad partidaria -ante la propia impotencia
representativa, sino sobre todo la constatación de la imposibilidad
de agendar la información en la perspectiva de un programa
histórico: esto es, según un proceso de hechos determinantes, a su
vez, de un orden de consecuencias. La misma circunstancia mediática
cambia de plano la incumbencia del asunto: no se trata de la
estrategia del poder (soberano: uno e indivisible) dividido en sus
atribuciones y ejercido sobre sí mismo por un conjunto ciudadano,
sino del poder de estrategias en conflicto entre sí. Como en todo
conflicto, estos efectos son desordenados y desordenadores y
perforan, para comenzar, dos teorías de la agenda pública.
La
primera es la que aduce la trivialización de la información en
“enterteinement”: diversión, magistralmente evocada en el
film “Moulin Rouge”.4
El arte ha abandonado lo sublime y ha sido arrojado, como el
ser-en-el-mundo heideggeriano, en la opacidad de la fruición
inmediata. Este planteo manifiesta la nostalgia de un sentido perdido
de la trascendencia, que en la modernidad corresponde al destino
histórico, es decir a la liberación, de la que Heidegger se encargó
de develar el trasfondo escatológico cristiano (toda liberación es
liberarse “para algo”, luego, no se “libera” sino por
provisión de un destinador-salvador).5
Este tremendismo de la nostalgia moderna se ve desmentido por los
propios efectos que generó la mediatización tecnológica: auge de
los movimientos sociales, de las identidades desviantes, de la
movilización por redes, según condiciones de poder que no empiezan
ni terminan en las instituciones representativas (la legalidad de
Estado) y la socavan, por lo mismo, aún más eficazmente.
La
segunda teoría es la denominada “agenda setting”, que se vincula
al campo de los estudios de comunicación. En este planteo la
actualidad es efecto de una prospectiva elaborada en las redacciones
periodísticas, de cara a una elaboración en continuidad y
profundidad de la información. Esta explicación reforma la matriz
de los procesos generativos de consecuencias que les siguen
ordenadamente, según el criterio moderno que reseñábamos
anteriormente. La concepción de una programación estratégica se
encuentra transferida, desde el “intelectual orgánico” hacia la
redacción de los medios de prensa sin modificar, pese a la mutación
de agente, la economía general de la información, que se supone
anclada en la determinación de procesos signados por la continuidad
y la articulación estructural (es decir, la naturalización de los
eventos humanos). El “intelecto periodístico” parece, sin
embargo, particularmente atravesado por contradicciones, que salen a
luz suscitadas por la propia pornografía de la legalidad. No sólo
dos medios de una misma área ideológica (Búsqueda y El Observador)
se contraponen en cuanto a la necesidad de publicar la nómina de
personalidades involucradas en el caso “Panamá Papers”, sino que
dentro de un mismo medio (El Observador) un periodista sostiene que
tal caso debe mantenerse entre bambalinas de redacción para no
perjudicar el “sano derecho a enriquecerse”,6
mientras otro sostiene que el “affaire” en cuestión ha
aportado significativamente a la “transparencia” como efecto de
la intervención periodística.7
La misma contraposición se encuentra entre medios internacionales,
donde “Le Monde” le adjudica a “La Nación” el maquillaje,
bajo excusa de “legalidad”, del mismo sonado caso, en aras -Le
Monde dixit- de
ocultar la participación del propio Macri, al día de hoy, mascarón
de proa en Pro
de la derechización regional.8
Quizás
convendría entender que el debilitamiento semántico de la
información, como
efecto de la multiplicación mediática, promueve asimismo la
apropiación particular desde los más diversos puntos de vista y
procedencias.
Consignados
a innúmeros
registros
diversificados
y multiplicados,
los “hechos” devienen
en
un maremágnum de lecturas,
con el efecto de disolver la integración crítica y solventar el
apocalipsis de la universalidad. Distinguiéndose
por lo insólito de una contraposición, el ordenamiento del
galimatías informativo proviene de la posición insospechada, cuando
se sostiene en la propia verosimilitud del contexto noticioso.
La
declaración de Obama condenando a las empresas off-shore
en razón de la propia
legalidad que revisten,9
descolocó a todos los manipuladores de información que pretendían
justificar, bajo excusa de legalidad normativa,
que la empresa es buena en
sí
porque deja ganancias. Obama recordó el fundamento del asunto: lo
común se debe a un contexto propio, no a un paraíso fiscal. Hacer
jugarretas de sobreprecios e intra-facturaciones escudándose en una
diversidad legal, que también
esconde una unidad de beneficiarios, no es otra cosa que un “juego
de la mosqueta” protagonizado por gente conspicua. Ya lo había
dicho Kant de
la aristocracia: lo mundano es propio de aquellos que están
demasiado cerca entre sí y demasiado lejos de los demás. Hoy esa
condena kantiana de la mundanidad corresponde a las cumbres, tan
nevadas como oscuras, del empinado jet-set
político-empresarial.
Obama
descoloca, asimismo,
al propio sistema económico de su país, emporio y origen de las
empresas off-shore,
a punto tal, que no se encuentra sino una minoría de empresas y
ciudadanos estadounidenses entre
los millones de “Panamá Papers”: están escudados por
el secreto que les proveen los propios bancos yankees.10
Este doble off-side
que sanciona
Obama al fin de su mandato, manifiesta
la propia contradicción inherente a la
figura
que reviste:
aquel
país de minoría afrodescendiente postergada
no puede concretar, sino como un efecto más de agenda, la esperanza
liberadora
de un “presidente negro”: lo viene a poner
de relieve
la propia denuncia del presidente (“negro”)
del mayor
“paraíso fiscal” del planeta.
Podría
el lector preguntarse el porqué del adjetivo “pornográfica”
para
calificar la manipulación de
la agenda de la legalidad. Conviene ante todo reconocer la progresiva
legalización de la pornografía. Corresponde
que así sea, para beneficio de las partes involucradas, a las que el
secreto no mejora en ningún sentido. Conviene
asimismo
recordar, en
aras del
sinceramiento de inclinaciones y opciones que
conlleva la misma
legalización de la pornografía,
la cuestión suscitada por un caso
más sonado que el propio diploma requerido a Sendic. Dedicamos en su
momento una actualización de este blog a la familia Sexxxton.11
Tal núcleo se encuentra compuesto por madre e hija, que protagonizan
por igual y conjuntamente, actuaciones pornográficas. El fundamento
que arguye
la hija
para
justificar
tal alteración de las conductas familiares,
consiste
en
la ganancia inaudita que procura esa transgresión ética. Las
declaraciones al respecto de las involucradas agregan que, ante
todo,
no se
infringe
la norma legal. En
medio del
sexo grupal
y explícito
con
protagonistas masculinos,
madre
e hija no incurren en contacto físico alguno, de forma tal que tampoco se
incurre en el delito de incesto. Una
agenda de actuaciones pornográficas procura pingües ganancias,
dentro de un marco legal
e
incluso, familiar. Una
agenda pornográfica de la legalidad que, como tantas otras, protege
la ganancia obtenida en el más
escrupuloso
respeto de las
formas jurídicas.
1“15
Copas América” Montevideo
Portal (08/04/16)
http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?304701,17
2“Sin
SAFI no hay paraíso” Montevideo
Portal (4/09/09)
http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?91199
3Ver
en este blog respecto a esa coyuntura “La derecha de la Ocde”
http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2007/02/ricardo-viscardi.html
y “No favorecemos un paraíso fiscal, pero propiciamos
un Infierno Moral”
http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2011/11/no-favorecemos-un-paraiso-fiscal-pero_2891.html
4Moulin
Rouge
(2001) http://www.imdb.com/title/tt0203009/
5Heidegger,
M. La
época de la imagen del mundo (ver
nota 9 )
http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/sitios_catedras/electivas/096_problemas_filosoficos/material/heidegger_epoca_imagenmundo.pdf
(acceso el 22/04/16)
6Ferreira,
G. “¿Porqué El Observador no nombra a los uruguayos con
off-shore?” El
Observador (7/04/16)
http://www.elobservador.com.uy/por-que-el-observador-no-nombra-los-uruguayos-offshore-n893267
7Arregui,
M. “Panamá Papers: barquito de papel” El
Observador (09/04/16)
http://www.elobservador.com.uy/panama-papers-barquito-papel-n893949
8“Con
la conciencia manchada” El
País
(15/04/16)
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-297008-2016-04-15.html
9“Barack
Obama sobre los Panamá Papers: “La evasión fiscal es un problema
global” La
Nación
(05/04/16)
http://www.lanacion.com.ar/1886434-barack-obama-sobre-los-panama-papers-la-evasion-fiscal-es-un-problema-global
10“Pero
¿qué faltó?” El
Observador
(08/04/16) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?304701,17
11Ver
en este blog “El enjambre del ensamble: la porno-familia Sexxxton”
http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2013/02/elenjambre-del-ensamble-la-porno.html