23.4.16

La agenda pornográfica de la legalidad


2a. quincena, abril 2016



Usualmente los cambios de fecha en una publicación períodica se justifican como efecto de contingencias inevitables. Un desastre climático como el que acaba de sufrir el Uruguay, por ejemplo, bajo tornado e inundaciones. La tardía aparición de este blog se debe al contexto inverso: la necesidad de calibrar la agenda como un efecto en sí misma, no de circunstancias ajenas a la planificación, sino por el contrario, como la propia legalización informativa de eventos programados.

El tema elegido para una edición abandonada de este blog era, días atrás, “Panamá Papers”. Entre el domingo y el lunes pasado, la resolución de la cámara de diputados del Brasil desplazó del primer lugar de actualidad el sonado asunto de un nómina de notables, vinculados a eventuales maniobras de evasión fiscal. Aunque no surja del comentario periodístico, el empleo de la legalidad por parte del estudio jurídico panameño especializado en empresas off-shore integra la misma “burbuja jurídica” que el voto parlamentario inverosímil, pornográficamente destinado a inducir un juicio político artificioso (impeachment). El desplazamiento horizontal de la actualidad (se abandona una noticia por otra), pese a la verticalidad del concepto (la mera manipulación institucional de la norma legal) que vincula los dos casos entre sí, esconde el vergonzoso mutis por el foro, ya ahora en borroso tercer plano, de una campaña acerca de la legalidad puesta en cuestión de un mérito académico, aducido en el Uruguay por el vicepresidente en ejercicio.

Al galardonar su candidatura en las elecciones últimas con méritos que no podía documentar, el actual vicepresidente dio un flanco débil, que junto con la desmañada administración de ANCAP (empresa pública de combustibles) por parte del mismo Sendic (joven figura “presidenciable”), facilitó una empeñosa campaña de los partidos de oposición, destinada a sellar el paquete mediático con el sonsonete regional de “corrupción de izquierda”, nada menos que en rango vicepresidencial.

¿Quién podría, en efecto, seguir sosteniendo que la honorabilidad nacional pende de un hilo por causa de un diploma aducido pero no presentado por el Vicepresidente Sendic, cuando la información facilitada por “Panamá Papers” incluye a Uruguay en tanto “buque insignia” de la participación sudamericana1 en el famoso bufete fabricador de legalidades sospechosas? Más allá de la participación de algunas figuras públicas incluidas en la izquierda tradicional (conviene entender por tal, al día de hoy, al Frente Amplio en su conjunto), la derecha lleva la parte del león en ese galardón continental, no sólo en figuras de candidatos con perfil presidencial, sino ante todo en relación a méritos históricos. Trabajosamente desmanteladas después, las SAFI fueron creadas en 1948, pero habilitadas para actividades “off-shore” en el período posterior a la dictadura, en el momento en que la derecha en el poder votaba la Ley de Caducidad y postulaba un “proyecto de país” acorde a ese estado de anomia del Estado.2 Ese proyecto destinado a convertir al Uruguay en un “paraíso fiscal” prosperó a punto tal, que pese a todos los esfuerzos realizados después para desmantelar normativas de ocultamiento empresarial, todavía recientemente la OCDE incluyó al Uruguay en una “lista gris” de “paraísos fiscales”.3

El abismo que media entre la torpeza de un candidato embalado con un resbaladizo lucimiento a futuro y un “proyecto de país” enjundiosamente impulsado, a su vez, por un lucido staff nacional de políticos, estudios jurídicos y empresarios, nos dice a las claras que el desvanecimiento súbito de la campaña contra el “fraude de méritos” de Sendic pone en evidencia una agenda pornográfica de la legalidad (es decir, la prostitución de la legalidad).

Esta cuestión ya abandonó la interrogación acerca de la “representación pública” (delegación de soberanía) y se dirige de lleno al asunto de la planificación mediática de la actualidad. Tal estrategia de medios (que académicamente se denomina “planificación de medios”) es lo que conviene entender hoy por “agenda pública”, como lo viene a desmostrar no sólo la pornografía mediática que cunde en la actividad partidaria -ante la propia impotencia representativa, sino sobre todo la constatación de la imposibilidad de agendar la información en la perspectiva de un programa histórico: esto es, según un proceso de hechos determinantes, a su vez, de un orden de consecuencias. La misma circunstancia mediática cambia de plano la incumbencia del asunto: no se trata de la estrategia del poder (soberano: uno e indivisible) dividido en sus atribuciones y ejercido sobre sí mismo por un conjunto ciudadano, sino del poder de estrategias en conflicto entre sí. Como en todo conflicto, estos efectos son desordenados y desordenadores y perforan, para comenzar, dos teorías de la agenda pública.

La primera es la que aduce la trivialización de la información en “enterteinement”: diversión, magistralmente evocada en el film “Moulin Rouge”.4 El arte ha abandonado lo sublime y ha sido arrojado, como el ser-en-el-mundo heideggeriano, en la opacidad de la fruición inmediata. Este planteo manifiesta la nostalgia de un sentido perdido de la trascendencia, que en la modernidad corresponde al destino histórico, es decir a la liberación, de la que Heidegger se encargó de develar el trasfondo escatológico cristiano (toda liberación es liberarse “para algo”, luego, no se “libera” sino por provisión de un destinador-salvador).5 Este tremendismo de la nostalgia moderna se ve desmentido por los propios efectos que generó la mediatización tecnológica: auge de los movimientos sociales, de las identidades desviantes, de la movilización por redes, según condiciones de poder que no empiezan ni terminan en las instituciones representativas (la legalidad de Estado) y la socavan, por lo mismo, aún más eficazmente.

La segunda teoría es la denominada “agenda setting”, que se vincula al campo de los estudios de comunicación. En este planteo la actualidad es efecto de una prospectiva elaborada en las redacciones periodísticas, de cara a una elaboración en continuidad y profundidad de la información. Esta explicación reforma la matriz de los procesos generativos de consecuencias que les siguen ordenadamente, según el criterio moderno que reseñábamos anteriormente. La concepción de una programación estratégica se encuentra transferida, desde el “intelectual orgánico” hacia la redacción de los medios de prensa sin modificar, pese a la mutación de agente, la economía general de la información, que se supone anclada en la determinación de procesos signados por la continuidad y la articulación estructural (es decir, la naturalización de los eventos humanos). El “intelecto periodístico” parece, sin embargo, particularmente atravesado por contradicciones, que salen a luz suscitadas por la propia pornografía de la legalidad. No sólo dos medios de una misma área ideológica (Búsqueda y El Observador) se contraponen en cuanto a la necesidad de publicar la nómina de personalidades involucradas en el caso “Panamá Papers”, sino que dentro de un mismo medio (El Observador) un periodista sostiene que tal caso debe mantenerse entre bambalinas de redacción para no perjudicar el “sano derecho a enriquecerse”,6 mientras otro sostiene que el “affaire” en cuestión ha aportado significativamente a la “transparencia” como efecto de la intervención periodística.7 La misma contraposición se encuentra entre medios internacionales, donde “Le Monde” le adjudica a “La Nación” el maquillaje, bajo excusa de “legalidad”, del mismo sonado caso, en aras -Le Monde dixit- de ocultar la participación del propio Macri, al día de hoy, mascarón de proa en Pro de la derechización regional.8

Quizás convendría entender que el debilitamiento semántico de la información, como efecto de la multiplicación mediática, promueve asimismo la apropiación particular desde los más diversos puntos de vista y procedencias. Consignados a innúmeros registros diversificados y multiplicados, los “hechos” devienen en un maremágnum de lecturas, con el efecto de disolver la integración crítica y solventar el apocalipsis de la universalidad. Distinguiéndose por lo insólito de una contraposición, el ordenamiento del galimatías informativo proviene de la posición insospechada, cuando se sostiene en la propia verosimilitud del contexto noticioso.

La declaración de Obama condenando a las empresas off-shore en razón de la propia legalidad que revisten,9 descolocó a todos los manipuladores de información que pretendían justificar, bajo excusa de legalidad normativa, que la empresa es buena en sí porque deja ganancias. Obama recordó el fundamento del asunto: lo común se debe a un contexto propio, no a un paraíso fiscal. Hacer jugarretas de sobreprecios e intra-facturaciones escudándose en una diversidad legal, que también esconde una unidad de beneficiarios, no es otra cosa que un “juego de la mosqueta” protagonizado por gente conspicua. Ya lo había dicho Kant de la aristocracia: lo mundano es propio de aquellos que están demasiado cerca entre sí y demasiado lejos de los demás. Hoy esa condena kantiana de la mundanidad corresponde a las cumbres, tan nevadas como oscuras, del empinado jet-set político-empresarial.

Obama descoloca, asimismo, al propio sistema económico de su país, emporio y origen de las empresas off-shore, a punto tal, que no se encuentra sino una minoría de empresas y ciudadanos estadounidenses entre los millones de “Panamá Papers”: están escudados por el secreto que les proveen los propios bancos yankees.10 Este doble off-side que sanciona Obama al fin de su mandato, manifiesta la propia contradicción inherente a la figura que reviste: aquel país de minoría afrodescendiente postergada no puede concretar, sino como un efecto más de agenda, la esperanza liberadora de un “presidente negro”: lo viene a poner de relieve la propia denuncia del presidente (“negro”) del mayor “paraíso fiscal” del planeta.

Podría el lector preguntarse el porqué del adjetivo “pornográfica” para calificar la manipulación de la agenda de la legalidad. Conviene ante todo reconocer la progresiva legalización de la pornografía. Corresponde que así sea, para beneficio de las partes involucradas, a las que el secreto no mejora en ningún sentido. Conviene asimismo recordar, en aras del sinceramiento de inclinaciones y opciones que conlleva la misma legalización de la pornografía, la cuestión suscitada por un caso más sonado que el propio diploma requerido a Sendic. Dedicamos en su momento una actualización de este blog a la familia Sexxxton.11 Tal núcleo se encuentra compuesto por madre e hija, que protagonizan por igual y conjuntamente, actuaciones pornográficas. El fundamento que arguye la hija para justificar tal alteración de las conductas familiares, consiste en la ganancia inaudita que procura esa transgresión ética. Las declaraciones al respecto de las involucradas agregan que, ante todo, no se infringe la norma legal. En medio del sexo grupal y explícito con protagonistas masculinos, madre e hija no incurren en contacto físico alguno, de forma tal que tampoco se incurre en el delito de incesto. Una agenda de actuaciones pornográficas procura pingües ganancias, dentro de un marco legal e incluso, familiar. Una agenda pornográfica de la legalidad que, como tantas otras, protege la ganancia obtenida en el más escrupuloso respeto de las formas jurídicas.



115 Copas América” Montevideo Portal (08/04/16) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?304701,17
2“Sin SAFI no hay paraíso” Montevideo Portal (4/09/09) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?91199
3Ver en este blog respecto a esa coyuntura “La derecha de la Ocde” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2007/02/ricardo-viscardi.html y “No favorecemos un paraíso fiscal, pero propiciamos un Infierno Moral” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2011/11/no-favorecemos-un-paraiso-fiscal-pero_2891.html
6Ferreira, G. “¿Porqué El Observador no nombra a los uruguayos con off-shore?” El Observador (7/04/16) http://www.elobservador.com.uy/por-que-el-observador-no-nombra-los-uruguayos-offshore-n893267
7Arregui, M. “Panamá Papers: barquito de papel” El Observador (09/04/16) http://www.elobservador.com.uy/panama-papers-barquito-papel-n893949
8Con la conciencia manchada” El País (15/04/16) http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-297008-2016-04-15.html
9Barack Obama sobre los Panamá Papers: “La evasión fiscal es un problema global” La Nación (05/04/16) http://www.lanacion.com.ar/1886434-barack-obama-sobre-los-panama-papers-la-evasion-fiscal-es-un-problema-global
10Pero ¿qué faltó?” El Observador (08/04/16) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?304701,17
11Ver en este blog “El enjambre del ensamble: la porno-familia Sexxxton” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2013/02/elenjambre-del-ensamble-la-porno.html