18.12.17

Chile: una cordillera de abstención ante más de lo mismo

2a. quincena, diciembre 2017

Una señal más trascendente que trasandina

La abstención mayoritaria en el cuerpo electoral chileno, que votó incluso en número menor hoy en el balotaje presidencial -cuando se encuentra simplificada y polarizada la opción-1 es una señal más trascendente que trasandina, en cuanto cristaliza una anticipación histórica que es la clave de la significación política chilena. 

En 1964 la victoria de la Democracia Cristiana conllevó un reformismo económico que anunció la senda que seguiría Salvador Allende en 1970. Conviene recordar que el contexto latinoamericano señalaba por entonces la presión de EEUU para aislar a Cuba en el marco de la Guerra Fría, circunstancia estratégica que marca un hito en el pronunciamiento a favor de Allende. Este precedente explica no sólo la enorme sensibilidad en Europa ante el golpe de Estado que condujo al asesinato del presidente chileno, sino además su lectura como anuncio de una contraofensiva generalizada (incluso en Europa) de EEUU, en razón de la 1a. crisis de hegemonía (ofensiva guerrillera en Vietnam, invasión soviética de Praga, surgimiento del “peruanismo”) que sufrió el mapa político mundial cristalizado en el encuentro de Yalta en 1945 (Roosevelt, Stalin, Churchill).

Pero asimismo fue el espectro político chileno de izquierda el primero en interpretar, tras el surgimiento del “eurocomunismo” hacia fines de los 70', el aggiornamiento que significaba incorporar la sensibilidad política surgida en los 60' al legado socialdemócrata europeo tradicional. El Partido Socialista chileno fue en particular, una de las primeras formaciones latinoamericanas que supo incorporar la pluralidad ideológica de la democracia como bandera de izquierda, siguiendo el camino que llevó al “Programme Commun” al gobierno en Francia y a los partidos antifranquistas encabezados por el mismo partido socialista en España al gobierno, a mediados de los 80', en el marco de procesos similares pautados por la caída de las dictaduras “remanentes” europeas (Portugal, Grecia).

La victoria de la coalición de centro-izquierda denominada “Concertación” marcó el camino desde Chile, para toda Latinoamérica, de un neoliberalismo con rostro (y sin rastro) de izquierda. Así la Concertación marcó el camino (más de una década antes) que seguirían el gobierno del PT de Lula (pautado además por una corrupción que no fue exclusivamente ideológica) y el Frente Amplio en el Uruguay, que aumentó tanto la desigualdad y la marginalidad como el descontento a su izquierda.

Finalmente el movimiento de los estudiantes “pingüinos” chilenos marcó, desde 2006, el lugar predominante de los movimientos contra-institucionales en el marco de la globalización y por si algo faltara de anticipación, con un gobierno de “izquierda”. El movimiento estudiantil chileno no sólo anticipó la índole de movilización de “Indignados” en España y más recientemente de “La nuit debout” en Francia, sino que además por su articulación con el conjunto del espectro social chileno -en razón de la hipoteca financiera que la privatización de la enseñanza hizo pesar sobre las familias-, señaló que el movimiento social era capaz de sesgar el curso del espectro político, provocando la derrota de Piñera en 2013 y ahora indirectamente la de Guillier.

Este último acontecimiento es determinante para los procesos que -como el uruguayo en primer lugar- guardan un “aire de familia” con el devenir chileno. El crecimiento de la abstención contra todo lo esperado en la “2a vuelta” -inesperado no sólo por la polarización que significa un balotaje, sino además por el indisimulable cuño neoliberal del empresario-ex-presidente Piñera- señala que el chantaje estalinista de "la amenaza de la derecha", sustentado en una fatalidad de las etapas históricas con desenlace dualista, no cunde más en un mundo tan integrado como desigual (Chile y Uruguay son los dos países históricamente más marcados en Latinoamérica por la ortodoxia pro-soviética). Tan integrado que un gobierno de derecha equivale a la sensatez -sobre todo macro-económica y neo-liberal- de uno de izquierda, tan desigual que una clara y esclarecedora mayoría se abstiene de votar en uno de los países más politizados del planeta. La celebración conjunta de los dos candidatos con posterioridad al comicio, el perdedor llevado a felicitar al triunfador porque los une el mismo país y el vencedor subrayando todo lo que podía adoptar del programa de su contrincante, muestra a las claras que el Chile del que se felicitan recíprocamente, no es sino el de un 46 y poco más por ciento, con un “afuera que se abstiene” mayoritario.

Volvé Pepe !!

La anticipación histórica característica de la idiosincracia política chilena también puede leerse como temeridad en la actualización. Así como la nostalgia autocomplaciente y bienpensante de los uruguayos puede leerse como prudencia ante derivas inciertas. No se trata de virtudes per se sino de registros que señalan pautas idiosincráticas, en el Uruguay por demás explicables en razón de un contexto regional siempre dispuesto a la demasía del tamaño -contencioso por esta bisagra geopolítica rioplatense, que ya comenzó entre portugueses y españoles-.

Por esa razón sería un error leer la victoria de Piñera como un “contagio generalizado” al Uruguay. Si por algo se caracteriza el Uruguay es precisamente por su “barrera inmunológica” a todo contagio que se presente como trascendente -por la endeblez relativa en la región- y este virus de la abstención chilena es un acontecimiento mayor: el “Frente Amplio” chileno, heredero del movimiento estudiantil que alteró el mapa político del país trasandino determinó, con su abstención relativa, la derrota -y por cerca de 10% de los votos emitidos- de la izquierda histórica chilena.2

Por lo mismo no conviene interpretar la recuperación del “Frente Amplio” (ahora el uruguayo) en las recientes encuestas como efecto de razones “internas”.3 La extrema sensibilidad uruguaya al proceso internacional lee, particularmente entre los “frenteamplistas descontentos”, la victoria de Macri en la Argentina con su secuela tan opresiva como represiva, así como la desarticulación creciente de la protección social en el Brasil neo-golpista, como una amenaza en ciernes. ¿Podría la población que en medio del auge privatizador de los 90' salvaguardó las prósperas empresas estatales uruguayas, resignarse a perder lo que interpreta como un “paraguas público ante la desigualdad”? ¿Cómo olvidar el peso demográfico de los pasivos en una población uruguaya no sólo envejecida, sino además gerontocrática, ahora de cara a la “rebaja de las jubilaciones” macrista?

Ante el temor a una reiteración uruguaya del caso chileno cabe esperar, no sólo la insistencia de grupos de presión orquestados con el Frente Amplio (uruguayo) en favor de lo “políticamente correcto” -que importado de EEUU significa, en la traducción partidocrática uruguaya, el “ninguneo” de la crítica o la difamación ideológica, sino además el clamor por “parar la amenaza de la derecha”.

Para una actitud tan defensiva la participación de Mujica en favor del derrotado (tras los fiascos que encarnara al perder las internas del Frente Amplio, luego amonestado en persona por Chomsky4 y finalmente tras “fumarse la bancarización del porro”,5 posiblemente mañana un enjuiciamiento ético)6 pasará desapercibida, desde que los encuestadores (que han vuelto a fracasar ahora en Chile como en todos lados últimamente) aseguren que “el Pepe” es el candidato más popular. O alguien tan próximo a él que se contagie de la misma “popularidad”.

Más de lo mismo, no dejará de dar el mismo resultado. Si “el Pepe” o su placebo triunfan en 2019, generarán un descontento aún mayor que el que hoy lleva a ver crecer, a partir y hacia afuera de la “izquierda histórica”, una “extra-izquierda”. Si fracasa, igualmente la derecha no hará sino más de lo peor. Quizás convenga sumar a la actualización permanente de los chilenos el criterio precavido de los uruguayos, para entender que pasó el tiempo de los elencos de Estado, al tiempo que se decide por fuera del sobre de votación.


1Piñera vuelve a La Moneda y celebró junto al derrotado” El Observador https://www.elobservador.com.uy/pinera-vuelve-la-moneda-y-celebro-junto-al-derrotado-n1152640
2Sebastián Piñera sacó ventaja cercana a los 10 puntos a Alejandro Guillier” Montevideo Portal (17/12/17) http://www.montevideo.com.uy/Noticias/Sebastian-Pinera-saco-ventaja-cercana-a-los-diez-puntos-a-Alejandro-Guillier-uc669977
3Bottinelli, O. “La rotación de los vientos” El Observador (15/12/17) https://www.elobservador.com.uy/la-rotacion-los-vientos-n1152363
4Ver en este blog “Caradamianto: el caradura mediático” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2017/07/caradamianto-el-caradura-mediatico-1a.html
5Ver en este blog “Bancarizar el porro o fumarse la globalización: el salto al vacío mediático” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2017/08/bancarizarel-porro-o-fumarse-la.html
6Definen este lunes si investigan a la empresa Tenfield y al Pato Celeste” Montevideo Portal (17/12/17) http://www.montevideo.com.uy/Noticias/Definen-este-lunes-si-investigan-a-la-empresa-Tenfield-y-al-Pato-Celeste-uc669964