Flor de Orwell [1]
1ª quincena septiembre 2009
Los raptos poéticos de lírismo cientificista suscitados por el Plan Ceibal se han visto abruptamente interferidos por la crónica periodística. Un alumno ha regresado a su hogar con un incremento del acervo social del conocimiento, portando en su útil universal una secuencia delatora de la violencia escolar.
Mientras un docente asistía con indiferencia a la escena en el aula, este recinto, lejos de enmarcar el aura de la verdad, servía de ring a un intercambio de golpes entre dos niñas (http://www.observa.com.uy/actualidad/nota.aspx?id=84850&ex=25&ar=2&fi=1). El registro de esa violencia escolar, lejos de incorporarse al listado de las distancias que nos separan como idílico país de otras violencias escolares tanto más cruentas, o incluso, en tanto ejemplarizante emblema de las promesas femeninas del boxeo nacional, tan desmerecido tras la avalancha indígena de tribu colombiana que sufriera Chris Namús; dio lugar, como no podía ser de otra manera entre nosotros, a una reivindicación normativa.
La directora de Primaria, Edith Moraes, ha reprochado amargamente a los padres denunciantes que hayan dirigido la toma insita en la secuencia registrada por el párvulo a un canal de televisión, en vez de hacerla llegar por el canal correspondiente a las autoridades competentes, que cuentan con la propia Edith Moraes en tanto principal receptora. La directora reivindicó para la red de educación primaria, que incluso incorpora entre nosotros un tributo específico y su red de cobranzas, que fuera considerada en primer lugar por los interesados, en tanto instancia competente en cuestiones escolares.
Sin embargo, hoy se accede a la red de redes desde propio interior del aula –eventualmente boxística- en cuanto el laptop simultáneamente llega a cualquier otro lugar a distancia; la institución educativa en tanto tal, cuya directora de Primaria reclama competencia de primera instancia, ya ha llegado tarde en comparecencia. La propia estructura escolar supuestamente relegada en la consideración de los denunciantes ha instalado intramuros, por sus propios fueros, la mirada desde la que ahora se relata su drama doméstico. La tradición de la hospitalidad nos obliga desde códigos ancestrales a atender en primer lugar al huésped, sobre todo si como ocurre con el Plan Ceibal, visto desde el sistema político y educativo (incluso desde su imagen más informática), su venida se asemeja a la de un Mesías (http://www.larepublica.com.uy/editorial/378756-mujica-y-la-apuesta-al-conocimiento ).
Pudiera además entenderse que la denuncia no comporta en este caso delación, actitud tan lesiva entre compañer@s de clase, si tenemos en cuenta que en tanto “medio de última generación” el computador contiene a todos los otros, según el criterio de Mc Luhan, para quien “un medio (menos desarrollado técnicamente) es el contenido de otro medio”[2]. La mirada a distancia que llegó a la pantalla hogareña desde el hogar de todas las pantallas (internet: entre redes), pasó de una pantalla mayor a otra menor, contra-generacional-mente ya contenida en la primera, sin tomar siquiera conciencia de la relación presencial propia del aula. La conciencia[3] en tanto constatación de una presencia no pertenece a la distancia televisiva, sino a la instancia visiva. Por lo tanto, Moraes y por encima de ella, el sistema nacional de educación que ha incorporado incluso el tropo poético “Flor de Ceibo” entre sus programas investigativos (http://www.csic.edu.uy/nuevos-programas/documentos/2009/Conovactoria_Investigacion_Flor_de_Ceibo.pdf), ya habían transformado la instancia del aula, al incorporarla en la red de redes, en mero eslabón agregado a la cadena translúcida.
El primor de la red de redes no es el futuro fruto del Ceibo, sino la Flor de Orwell, que se abre de todos los pétalos transparentes que nos augura un futuro de visión perpetua.
[1] George Orwell adquirió renombre a través “1984” novela en la que describe el principio de lo que más tarde se denominara “sociedad de control”, en tanto pantalla-ojo que acuñara bajo el término “Gran Hermano”, cuya celebridad actual exime del comentario.
[2] Mc Luhan, M. “El medio es el mensaje” Ficha Nº 35 de Ciencias de la Comunicación, FCU, Montevideo, pp. 3-4. Texto original: Peredo, R. (comp.) (1986) Introducción al estudio de la comunicación, Ediciones de Comunicación, México.
[3] Ver en este blog Ciencia-contenedor, actualización del 1/08/09.
4 comentarios:
Besos por el piso
Parece que ni lo televisible-ado ni lo aparentemente visible ocurrió tal como lo vendieron los canales de TV: ese evento que salteó los "canales" obligados, dejando en "orsai" a la directora Edith Moraes y otras autoridades de la enseñanza. Las niñas dicen que "estaban jugando"
Nos informa Matías Rótulo de La República que, según sus fuentes: una maestra que usó un alias para no perjudicar a su omiso colega: "La Viuda" es un juego que consiste en que los niños quieren besar a otro en la mejilla y a veces estos (¿los niños o los besos?)terminan en el piso. Y continúa alias Nancy: La cuestión es saber "si es adecuado" o si un maestro debe permitir que el juego siga, sabiendo que puede desembocar en violencia o en una lesión física.
Parece que hasta el Gran Hermano o el gran ojo que todo lo ve, debe también además de VER, interpretar. Y para esto creemos que se requiere algo más que un mero registro de ruido, relajo y confusión en un aula. Ahora sabemos que el actor adulto de la "vendible" escena, ya está bajo investigación administrativa que, suponemos, podrá terminar en sumario. El multiplicario, ya lo tuvo por T.V.
Mara: gracias por el comentario. Preferí dejar "Flor de Orwell" en la sugerencia de la "visión perpetua". Se trató de una alusión a "cadena perpetua". La actualización del blog hubiera podido seguir por varios ítems. Tu comentario aporta uno de ellos, que era otro posible título de la misma actualización: "La victoria del Gran Público". Hay un desplazamiento, a todo nivel (por ejemplo en las encuestas de opinión pública), a la intervención de cada quién. Allí se presentan dos opciones: o intentar "concentrar a distancia" como los partidos de masas reconvertidos en (o dominados por) aparatos mediáticos, o apoyarse en cada quien como tal. La opción del blog y de los comentarios es esa. Cordiales saludos, R. Viscardi.
El gran hermano se nos metió por la ventana sin que nos diéramos cuenta, bueno, Orwell ya lo había visto con gran perspicacia hace décadas cuando solo estaba esa monstruosa semilla llamada televisión. Aunque Internet sigue con esa aterradora profecía al menos en apariencia, creo que también está sirviendo para desestupidizar a la gente y por decirlo así metiendo el dedo en el ojo. La violencia escolar no es ninguna novedad, claro que los profesionales de los medio saben cómo convertirla en una; y está claro que el discurso del la directora de primaria sigue la misma estrategia, haciendo de esto una novedad como si no estuviera al tanto ya de las cosas que ocurren...Por aquí viene el lado positivo de esta invasión a lo Orwell: quizás seamos lo suficientemente inteligentes y utilizarla para ver como caen las mascaras y con ella la asquerosa hipocresía en la que esta envuelta nuestra sociedad, hipocresía que espero de la cual sea cada vez más fácil despertar...o quizás la profecía se haga verdadera.
Saludos, y por cierto buen blog
Diego
Diego: temés que "la profecía (de Orwell) se haga verdadera" Me parece que estás manejando una noción de "lo verdadero" que no dista mucho de las construcciones tanto de los canales que venden y para eso "arman" y "editan" pretendidas informaciones veraces, como de autoridades temerosas de ser interpeladas en su rol: nosotros daremos la "verdad" de lo que ocurrió. Desde el punto de vista del artículo de Ricardo, que recuerda a Orwell, creo que no habría salida, ya que lo cierra con la noción de "visión perpetua", que según su respuesta a mi comentario "alude a cadena perpetua". No habría esperanzas para que"sea más fácil despertar" de esa "asquerosa hipocresía" a la que referís. Pero R.V, rescata también en su respuesta la posibilidad de "apoyarse en cada quien como tal", dirección en la que se ubicarían los comentarios del blog. Coincido con vos, Diego, en que es muy interesante el tema, así como lo que dispara para la reflexión y discusión. Saludos Mara
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