26.12.14

La oposición ha muerto! Viva la Contraposición!


2ª quincena, diciembre 2014



Un alma en pena comienza a sembrar el pánico en la noche atormentada de la reflexión política uruguaya: la desaparición de la oposición partidaria.[1] Mal que les pese a los profesionales de la política partidaria, o a los partidarios de la profesión política, no se trata  de un defecto de elaboración (admisible en una estrategia de “ensayo y error”), sino de un efecto de nulidad (irresoluble desde el punto de vista que lo propone).

Conviene considerar los golpes en falso que condujeron a este desmoronamiento estratégico, efecto de confundir la condición de animal político[2] con la de animal partidario. Desde este blog hemos destacado la estrategia de larga data (por no decir la única que percibe y persigue) del tupamplismo, orientada a una “alianza supraideológica” con la oposición, particularmente con el sector que parecía investido de ínfulas electorales y de intenciones entibiadas, liderado por Larrañaga en el Partido Nacional.[3] Ante la perspectiva de un “desgaste político”, entendido por la doctrina liberal en tanto redondeo de los ángulos por una misma realidad eco-nómica (numéricamente designada), que satura la racionalidad de un “sistema de partidos”, el tupamplismo calculó que un Frente Amplio falto de mayoría parlamentaria podía ser suplido, con creces estratégicas, gracias a una alianza con un contendiente medido y a medias.

Así el tupamplismo iba a poder cumplir con un sueño de siempre, travestido desde “la punta del fusil”[4] a la boca de urna: pasarle por encima a la izquierda tradicional y gobernar con una alianza de movimiento (de liberación) nacional. Tal fantasma suprapartidario (y por consiguiente hipernacional) no se iba cumplir en esta etapa (de delirio post-batllista) por la vía del foco, que apuntara en tiempos pasados (de verosimilitud batllista) a completarse en partido una vez concluida la liberación antiimperialista. Como efecto mirífico de un acuerdo parlamentario sostenido en una persuasión  mediática popular,  aunque poco izquierdista, aquella “liberación” de antaño se sellaría ahora a través de un supuesto “país agro-inteligente”.[5]

Sin embargo, el tiro salió por la culata, o si se quiere, el voto como yerro mediático, ya que tal alianza suprapartidaria que desde tiendas de Alianza Nacional se confundió con “gobernabilidad”,[6] terminó en el fiasco de un electorado que se corría a la izquierda mientras los partidos en su conjunto se corrían a la derecha, concitando más allá del golpe en falso de las encuestas (que obedece a la misma creencia en una fatalidad del  “desgaste” institucional), el blooper electoral: la votación de los partidos tradicionales se desplazó hacia el Frente Amplio y la votación del Frente Amplio se desplazó hacia otro rumbo.[7] 

Esta situación deja la perinola[8] del efecto sistémico mal parada desde el ángulo que se le mire: el tupamplismo queda vestido para la fiesta y sin casamiento, atado a un presidente al que no le puede imponer su propia alianza (con Larrañaga) como necesaria, al Frente Amplio “histórico” atado a un “grupo de los ocho”[9] de su propia “fuerza política”, que preferiría tener en la vereda de enfrente y a la oposición “por la positiva”, que como tal, se queda en las intenciones (de una ética de los valores).

El blooper de la partidocracia uruguaya genera, como todo suceso vergonzante, dos consecuencias: un sentimiento de frustración íntima y el intento de no hacer el ridículo otra vez más. Ante todo, el “sistema”, es decir, un todo jerarquizado y articulado, busca un efecto eficaz y acumulativo, que permita identificar un horizonte de acciones posibles y racionales. Si el Frente Amplio suma una mayoría absoluta que no le permite dirimir una hegemonía interna, tal como lo puso en evidencia la frustránea sensación del tupamplismo ante las apremiadas designaciones ministeriales,[10] si la oposición por otro lado, sólo contará en la medida del convite de Vázquez a compartir metas porcentuales de gestión:[11] ¿hacia dónde dirigir el quehacer, como hacer efectivo en razón de un destino?

La perspectiva propia de un sistema no habilita, el de partidos entre otros,  a admitir un margen que trascienda al sistema y sin embargo lo condicione. Falto de un ámbito de diferenciación eficaz en el plano interno, el sistema de partidos parece deslizarse lentamente a la invención de una “oposición externa”. Tal invención de un adversario ad-hoc al reclamo de eficacia sistémica se plantea tanto cuando se menosprecia una “izquierda desahuciada”,[12] como cuando se denuncia la “falsa prensa de izquierda”,[13] o aún de forma más estentórea, cuando surge bajo la modalidad thriller de “izquierda financiada por el imperialismo”.[14] El campo de izquierda que se formó a la salida de la dictadura, en tanto alianza entre fuerzas políticas y un conglomerado heteróclito de movimientos y organismos diversos, tiende en todos estos casos de reciente manifestación, a renunciar al emplazamiento del “bloque en el poder” para disolverse, en el mismo terreno de una izquierda que “ya es historia”,[15] en un ataque partidario contra lo extrapartidario.

Se diría que se trata de la invención de “otra oposición”. Pero esa acepción continuaría situándose en la perspectiva del sistema de partidos, que como todo sistema, no puede percibir su exterior sino como más de lo mismo (y de lo otro).  Por el contario, una perspectiva asistémica admite que “el suplemento crea, a cuenta regresiva, aquello a lo que se le dice agregado”,[16] en cuanto advierte que todo sistema entendido desde un punto de cierre tiende fatalmente a la entropía, es decir, la desorganización de un sentido propio, una vez carente de intercambio abierto con un exterior.

Por consiguiente, mirado desde su exterior y desde aquel punto en que el suplemento determina el órgano que se lee (como sucede hoy con la entropía periodística), no nos hallamos ante “otra oposición”, menos ante una “nueva izquierda” (que pertenecería a algún hemiciclo regido por una única soberanía), sino ante una contraposición, que echa en cara del poder todo lo que ningún soberano es capaz de arrostrar (la otredad en otro rostro).[17]

Hacia ahí vamos, por el contragobierno.






[1] Ver “Garcé: la oposición debe repensarse” El Observador (26/11/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/292877/garce-34la-oposicion-debe-repensarse34/ En el mismo sentido el editorial de Voces “1º de diciembre de 2014” Voces (27/11/14).
[2] Aristotélica.
[3] Ver en este blog “Bicentenario, la Patria gaucha y la Patria chaucha: no es lo mismo, pero da igual” https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=7284611245699667677#editor/target=post;postID=5565154624649533611;onPublishedMenu=posts;onClosedMenu=posts;postNum=3;src=postname
[4] La frase de Mao: “El poder nace de la punta del fusil”
[5] La creación de la UTEC (Universidad Tecnológica) fue implementada con ese propósito, en aras del cual fue votada asimismo por la oposición.
[6] Acerca de los vaivenes del sector que lideraba Larrañaga, ver “Mujica: Ahh, estos blancos siempre en las cuchillas; Larrañaga se fue para la derecha” Causa Abierta, (25/07/12) http://www.causaabierta.com.uy/mujica-ahh-estos-blancos-siempre-en-las-cuchillas-larranaga-se-fue-para-la-derecha/
[7] Ver en este blog “Anomalías electorales y entropía partidaria” http://ricardoviscardi.blogspot.com/2014/11/anomalias-electorales-y-entropia.html En un sentido que recoge la opinión que se desplaza “más allá de la izquierda política” ver la declaración en “Sociedad Uruguaya” http://www.sociedaduruguaya.org/2014/11/un-cambio-de-rumbo-carta-abierta-los-ciudadanos-uruguayos.html 
[8] Juego de azar a suerte y verdad.
[9] Se llama “Grupo de los ocho” a una confluencia interna  Frente Amplio, que reagrupa al mayor bloque de parlamentarios de la coalición
[10] “Topolansky: esta vez no dio el tiempo de llevarle propuestas a Vázquez” Código País http://www.teledoce.com/telemundo/nacionales/topolansky-esta-vez-no-dio-el-tiempo-de-llevarle-propuestas-a-vazquez/ 
[11] “Vázquez pedirá a la oposición que acompañe metas en los entes” El Observador (14/12/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/294040/vazquez-pedira-a-oposicion-que-acompane-metas-de-los-entes/ 
[13] “A tapa y espada” Montevideo Portal (13/12/14) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?255748,3
[14] “La conjura de los necios” Montevideo Portal (24/12/14) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?256738,245
[15] Denominación de un programa periodístico de Televisión Nacional
[16] Este planteo de Derrida se encuentra en “La voz y el fenómeno” y en escritos posteriores.
[17] Para Levinas la otredad por excelencia es “el rostro el otro”.