Triunfó
el PUT (pese al error de su fundador)
1ª
quincena, diciembre 2014
El análisis motivado
por el criterio de desistencia electoral es necesariamente post-eleccionario. La
analítica post-electoral marca, con mayor razón aún, la significación de la
desistencia: no se trata de un momento y su instantánea, a no ser para aquella
urna de la que no se vuelve (desde que ingresa en la paz de los cementerios).
Sin embargo, esta vez quizás la urna vaya a integrar un cementerio bastante más
dinámico: el de las organizaciones históricamente desaparecidas, que sólo son
historia a condición de haber pasado a mejor vida. Cabe acotar que unos cuantos
cientos lo entendieron así en pleno proceso electoral, cuando emitieron un
parecer sobre las elecciones que no tenía por objeto el voto, a punto tal de
integrar a quienes votaron en blanco a la misma nómina de firmas, quien escribe
entre ellos.[1]
Firmar una declaración no quiere decir, dicho sea de paso, concordar con todo
lo allí dicho, sino ante todo con declararlo como un todo.
Quizás determinada fe
en una acción posible y transparente del Estado, en tanto regulador y orientador,
no pueda dejar de ser deseable, a condición de protagonizar un acontecimiento,
que como tal, no puede dejar de ser imposible (Derrida dixit: algo posible no
provee acontecimiento). Por esa razón el acontecer de tal Estado difícilmente
pueda provenir de un sí mismo,[2]
posible de los posibles si los hay, sino del imposible que es para el Estado
ser gobernado desde otro lugar (de la misma manera que una declaración pretende
gobernar el sentido de una votación, que no puede declararse más que por
escrutinio). Vamos bien, aunque quizás por otro rumbo que el deseado por algún
candidato, que no por azar dejó por el camino de su propia candidatura la
declaración “Vamos bien”.[3]
En efecto, desde los
pronósticos de las internas hasta los promitente-ministro que madrugaron[4]
pero dios (post-batllista,[5]
se escribe con minúscula) no ayudó, este período electoral ha sido una suma de
fiascos, aunque podemos dar por descontado, a partir de sus propias
declaraciones, que muchos no advierten el canto de cisne que ven abatirse bajo
sus pronósticos (incluso porque todavía no se adjudicaron las embajadas, uno de
los destinos preferidos de los jerarcas fracasados).
La característica de
una perspectiva errática consiste ante todo, en no poder percibir el orden que
preside un conjunto. La catástrofe de los pronósticos que los elencos
partidarios siguieron a pie juntillas, provendría según algunos, de errores “técnicos
(de medición), metodológicos (de proyección) y teóricos (de concepción)”, sin
comenzar por advertir que la sucesión es la inversa: los errores teóricos
fatalmente engendran todos los demás. Entre ellos, el peor error teórico es
negar la teoría, lo que es propio del positivismo que se supone mide una “realidad”, cuando se “midió” (es decir,
se hicieron proyecciones) sobre menos del 38 %
del cuerpo electoral que acudió a las elecciones internas de los
partidos políticos. Se persistió en el error, pese a que sucesivamente los
votantes en “primarias” mermaron en cuatro oportunidades y siguiendo la misma
tendencia, desde el 56% inicial (en 1999) a este magro casi 38%.
El primer error teórico
que obnubila consiste, entonces, en no admitir una realidad que dejaría mal
parada la profesión (no sólo de fe teórica) de unos cuantos: el desinterés de
más del 60% en la política partidaria. ¿Qué decir del endiosamiento “semiótico”
de un “ícono pop” que suponía una “renovación generacional” de la política?[6]
Sin olvidar algún polito-historiador que “el día después” de las “primarias”
ensalzaba por las ondas el surgimiento de un nuevo líder del Partido Nacional (“hijo de un presidente y nieto de otro”!!).
El Partido Nacional
eligió mal en las internas porque los
esmirriados casi 230.000 votos que reunió Lacalle Pou se lograron gracias al
antiguo e implantado aparato del herrerismo, los medios publicitarios movidos
con dinero de “aire fresco” y cierta agitación con “aire viejo” de colegio
privado caro.
Tras la primera vuelta
de elecciones nacionales en octubre, los pronósticos errados de especialistas
erróneos generaron en cascada, como en un enorme blooper meteoro-político, el terror a que un candidato por error jugara con la moto-sierra de papá a cortar las
ramas de una magra pero sonada distribución, entre una población disciplinada
en el hambre por 50 años (y tanto más hambrienta de la primera saciedad posible).
Sin olvidar que el mismo lapso incluye un “período de gracia” de una “renuncia
a ganar” del Frente Amplio, desde que se sumó a la última reforma electoral
hecha (en 1996) para preservar a la derecha en el gobierno.
¿Cómo explicar la
laminación del partido histórico del Estado (el Partido Colorado) por debajo
del 13% del electorado? ¿No será efecto de la desaparición del Estado-nación
como órbita gravitante, perforado hasta el hartazgo por la tecnología (que no
va de mano con la ciencia, sino con la mundialización)? Incluso un operador
turístico acaba de destacar el valor agregado que supone el presidente de la
República medido en términos del flujo internacional de visitantes.[7]
Pese a tales balances empresariales de la entidad representativa pública, podemos
dar por sentado que más de uno seguirá persiguiendo figuras y estrategias,
dentro del Partido Colorado, para
explicar una debacle que “el Pepe”, medios mediante, ha logrado disimular en
medio de la condena de su propia base social,[8]
gracias a una mayoría silenciosa que vota con pantalla: el sistema político es
ante todo, al día de hoy, un sistema de medios.
Qué decir de un
cónclave de clarividentes analistas que nos explica el aumento del voto en blanco y anulado (por
encima de 120.000) en razón de la falta de “incentivos” de los electores?[9]
¿Será blanco el caballo blanco de Napoleón? ¿No habría sido mayor aún la “falta
de motivación” si los mismos analistas hubieran “probado” que “pompita”[10]
merecía el complemento de objeto “de jabón”, en vez de presentarlo como el “ícono pop”? ¿No
será la afirmación de la “falta de motivación” del electorado menos una “constatación
objetiva” que una expresión de deseos y necesidades profesionales?
Tecnología mediante,
Pinchinatti[11]
habrá tenido razón en la sigla, aunque no en la denominación: nació el PUT (“Partido
Unico de la Tecnocracia” y no “Partido Unico de los Trabajadores”). Sin
necesidad de agregar los notables sufijos (istas) (ismo) que agregaba el líder (PUT…),
podemos dar por sentado que el próximo elenco se parecerá cada vez más a una
suma de gerentes, desde que el propio Vázquez proclamó una y otra vez que el
proyecto del Frente Amplio es “el mejor proyecto político para el Uruguay”.
Desgraciadamente no nos aclaró por qué evaluación de “pares ciegos” pasó, ya
que para ser “mejor” que otros, debe contar con un grado de calidad más (¿acaso
una norma ISO?) y despegarse para siempre de esa farragosa dependencia del
destino histórico que se parece cada vez más a un apéndice tan moderno como
obsoleto.
Véase el apuro de
tirios y troyanos en proclamar la “necesidad” de “lograr la recuperación
política de la oposición”:[12]
sin diferencia no hay sistema, en particular de partidos. Bien, pueden darlo
por hecho: un “candidato por la positiva” que dice que apoyará todo lo bueno de
lo hecho y cuestionará todo lo malo (es decir, un “candidato evaluador”), se
complementa perfectamente con el “mejor proyecto político” evaluado a la par:
no hay horizonte “histórico”, tan sólo reflejos en una pompa de jabón.
Sin necesidad de
recurrir a la Academia de Ciencias y su acuerdo con “todos los partidos con
representación parlamentaria” (los demás no se pueden medir científicamente, es
decir, bajo exactitud presupuestal),[13]
desde ya se puede prever que los “colegios invisibles” del sistema de partidos
producirán otros tantos bloopers partidocráticos: tantas veces como la
oposición provendrá de la red social y cundirá en movilizaciones que incluso se
produjeron 48h. antes de las elecciones,[14]
tanto como en declaraciones gremiales que siguieron “el día después”.[15]
Ya hace mucho que el terreno político abandonó el estrado del Estado-evaluador,
dejando lugar al PUT (Partido Unico de la Tecnocracia) y sus candidatos cegados
por pares en un cuarto oscuro, aunque divertidos “por la positiva”, con "el mejor
proyecto político”.
[1] “Un cambio de
rumbo” Peticiones24.com, http://www.peticiones24.com/otrorumbo
[2] En uno de sus
pasajes la declaración dice: "Finalmente, todo eso requiere un Estado fuerte ante las presiones del poder económico transnacional, abierto y sincero en la información que proporciona a sus ciudadanos, depurado de cuotas políticas, corrupción, "amiguismo" y burocracia; un Estado en el que los gobernantes respeten las normas establecidas para garantía de los gobernados", Op.cit.
[3] El slogan “Vamos
bien” fue abandonado por Tabaré Vázquez en el curso de la campaña electoral.
[4] “Oidos que no
oyen” La Diaria (04/12/14) http://ladiaria.com.uy/articulo/2014/12/oidos-que-no-oyen/
[5] La ideología
batllista llevaba a escribir “dios”, uso propio de el órgano periodístico
batllista (El Día). Al presente del
propio Frente Amplio surge la identificación con el batllismo.
[6] Ver al respecto
en este blog “La pasión del Paraninfo: una señal al extramuros” http://ricardoviscardi.blogspot.com/2014/09/lapasion-del-paraninfo-una-advertencia.html
[7] “Pepelandia” Montevideo Portal (04/12/14) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?254840,3
[7] “Pepelandia” Montevideo Portal (04/12/14) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?254840,3
[8] “Duro
comunicado de COFE a Mujica” El
Observador (01/12/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/293224/duro-comunicado-de-cofe-a-mujica/
[9] “Politólogos
atribuyen porcentaje de votos en blanco y anulados a falta de incentivos en la
campaña” El Observador (03/12/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/293423/politologos-atribuyen-porcentaje-de-votos-blancos-y-anulados-a-falta-de-incentivos-en-la-campana/
[10] Sobrenombre que
se le adjudicara, incluso por parte de Vázquez, a Lacalle Pou durante la
campaña electoral.
[11] Personaje
burlesco de político, que interpretara uno de los mayores actores del humor
uruguayo, Ricardo Espalter, con oportunidad de las elecciones de 1989. Espalter
debió replegar su actuación ante la ira de los políticos profesionales
[12] “Lunes Primero
de Diciembre” (editorial) Voces
(27/11/14) Montevideo, p.3. En el mismo sentido: Garcé, A. “De junio a
noviembre: algunas conclusiones” El
Observador (03/12/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/293350/de-junio-a-noviembre-algunas-conclusiones-/
[13] Ver al respecto
al última actualización de este blog “Post-entropía: todo el saber a las manos”
http://ricardoviscardi.blogspot.com/2014/11/post-entropiatodo-el-saber-las-manos.html
[14] “Preparan
reapertura del liceo 50 para esta semana” El
Observador (02/12/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/293323/preparan-reapertura-de-liceo-50-para-esta-semana/
[15] “Que te
recontra” Montevideo Portal
(01/12/14) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?254464,3