24.9.15

La Guardia Republicana, la Naturaleza del Frente Amplio y la Nueva Democracia


2a quincena, septiembre 2015



Pareciera que nuestro título reúne cosas disímiles, pero quizás la mera descripción de la concentración de protesta del miércoles 23 de setiembre por la noche, ante la sede del CODICEN1, sirva de apretada síntesis metafórica. Se dió cita un gran número (alrededor de 5.000) de jóvenes, muy pocos mayores, casi exclusivamente banderas estudiantiles de distintos centros educativos, ninguna bandera del Frente Amplio ni de las organizaciones que componen la coalición. Tampoco apareció la Guardia Republicana, posiblemente concentrada en el interior del edificio del CODICEN, donde la noche anterior se habían producido incidentes a raíz del desalojo policial, que continuaron en los alrededores, como lo atestiguan múltiples registros.

La Guardia Repúblicana vela por la conservación del orden público, los estudiantes condenan al gobierno del Frente Amplio, la Nueva Democracia parece añorar cierto orden público. El gobierno y algunos voceros del Frente Amplio2 sacrifican un chivo expiatorio en torno a grupúsculos de extraordinaria irradiación. Alentada desde la propia “izquierda” que no quisiera ver en el gobierno, la prensa neoliberal sube la apuesta criminalizando a los estudiantes.3 Los argumentos son los mismos que esgrimía la gran prensa bajo el pachequismo: los estudiantes son utilizados por subversivos que desvían sus intenciones. Tales demonios habrían motivado la Ley de Presupuesto que pauperiza la educación, al tiempo que mantiene al empresariado a salvo de una pérdida impositiva del margen de ganancia, habrían entrado en posesión del cuerpo de los estudiantes que ocuparon el CODICEN e incluso quizás estén detrás de las movilizaciones estudiantiles chilenas, que desde 2006 obedecen a un escenario análogo. Mujica perdió al traidor Amodio, que carga con todas las culpas del pasado pero ya no, una vez entre rejas, con las futuras. Para compensar esa pérdida el Frente Amplio lanza a la arena circense de los medios a Irma Leites, que seguramente el gobierno se cuidará de no privar de libertad, para que siga llevando la atención de las cámaras hacia el “eje del mal” (todo lo que mediáticamente no le convenga a la “fuerza política”).

Rancière señala sin ambigüedades que el planteo republicano es antidemocrático.4 Sin duda la denominación “Guardia Republicana”, vinculada ante todo al orden público, no dejaría de movilizar ese criterio, sobre todo de cara alPalo Amplio”5 blandido bajo obediencia frenteamplista, amplitud del garrote incluida. Se condena el republicanismo en razón de los márgenes del discurso: la democracia es incondicional, todo orden previo (republicano, económico, mundial) no puede sino oponerse, obstaculizar y finalmente reprimir cierta habilitación al límite, o si se quiere, como lo dice Derrida, impedir que la marca llegue a escritura.6

La Naturaleza, toda naturaleza como tal, no puede ser sino una forma de Orden, ahora perceptible cuando “naturalizar” se ha convertido, en el idioma de nuestro naciente siglo, en sinónimo de justificar como antecedente lo que debiera cundir como explicación. De ahí que sostener, como lo hace la Red de Economistas de Izquierda, que existe una “Naturaleza del Frente Amplio”,7 se asemeja en el contexto de tal afirmación -por parte de quienes cuestionaron el TISA que intentó, además, instalar el mismo Frente Amplio- a una expresión de deseos incumplidos. Tal “Naturaleza del Frente Amplio” obra como naturalización de una mención de origen que nadie puede identificar con el presupuesto regresivo para la educación, con la exoneración sistématica al gran capital transnacional en las zonas francas (más de tres mil millones de dólares por año), ni con un desalojo de estudiantes por la fuerza. Ya hemos visto, desde ese punto de vista según el cual “la izquierda está en el Frente Amplio” el destino del planteo de un “gobierno en disputa”: fortalecer por la nula alternativa el planteo económico que aplaude toda la derecha, bajo el lema “vieron: es lo único que se puede hacer”.

La acepción posible de una “Naturaleza del Frente Amplio” supera, por su propia radicalidad conceptual, la ilusa apelación a un “gobierno en disputa” y se plantea desde la perspectiva de “un país en disputa”. Sin hacer ahora la digresión que cabe en torno a la constitución histórica del Frente Amplio y su evolución posterior, cabe desde ya señalar que la reivindicación de una condición ¿natural quizás? de los estados-nación8 parece más un voto piadoso que una atinada percepción de los acontecimientos. Para empezar porque bajo el gobierno del Frente Amplio, el Uruguay opera como Estado violando la soberanía de otro, en particular manteniendo la fuerza de intervención en Haití. No se sabe de otra renuncia de frenteamplistas a su banca, desde que Chifflet presentó la suya9 ante la intervención en aquel país. La Red de Economistas de Izquierda conoce bien todos los episodios, desde el agradecimiento expresado formalmente por el presidente de la transnacional Botnia a un presidente de Estado frenteamplista, en razón de la protección obtenida contra un movimiento social, sin olvidar el “tren que pasa una única vez” (hacia Bush) o el decreto de esencialidad aplicada a un movimiento reivindicativo del magisterio, que demuestran que no estamos ante un Estado-nación que preserve la integridad del “país”.

La democracia representativa podía encontrar en el Estado-nación la legitimidad de un Orden, propio incluso a la Naturaleza social, cuando la cohesión orgánica -es decir la autoconservación como un todo de un Orden- se sustentaba en una estructura -es decir una forma- de país. Esa forma ha descaecido desde la Segunda Guerra mundial, a partir de la tecnología atómica que -disuasión mediante- sustenta todo Orden Mundial en el artefacto, es decir en una potencia de determinación humana que por serlo es forzosamente, como decía Nietzsche, “demasiado humana”. El mundo de la mundialidad de las materias primas, la industria pesada y la lucha de clases ha cedido paso, tecnología mediante, a los flujos transfronterizos, las bases mundiales de datos y la virtualización de la economía.10 El declive inexorable de los estados-nación no es efecto ni de la maldad ni de la bondad intrínseca de elencos partidarios -frenteamplistas u otros, sino en cuanto la organicidad de la naturaleza social -es decir una condición cíclica y por lo tanto predecible de los procesos- ha desaparecido, barrida por la contingencia enunciativa del vínculo a distancia. ¿Cómo subsistiría un vínculo orgánico no-presencial? Marramao lo ha sostenido brillantemente: la globalización es simbólica -una puesta en común de la contingencia humana, no económica.11

Por eso hubo en el Uruguay, desde los 80', Restauración y no “Nueva Democracia”. Justamente Restauración no se vinculaba, en La República de Platón,12 con la idea de una vigencia de “el país batllista”, más allá de las diferentes formas que hubiera tomado, sino con el simulacro de tal retorno al “orden democrático tradicional del país”. ¿No oimos todos aquel tan anhelado como nostálgico regreso de “Como el Uruguay no hay” que culminaría en la vocinglería mediática de “el presidente más pobre del mundo”? El Frente Amplio, la izquierda en su conjunto y la universidad jugaron en el Uruguay el juego de ese simulacro y hubo Restauración y no “Nueva Democracia”,13 porque ningún agente público en quantum relevante planteó la caducidad -no de la pretención punitiva del Estado- sino de la representación estatal como efecto de democracia. Ningún Estado-nación es hoy fuente de democracia, porque refleja forzosamente un status-quo mundial sostenido en el propio desarrollo tecnológico, que como tal “técnica de la inteligencia” se mofa de las fronteras -sobre todo naturales- de país. Conviene recordar que efectos democráticos tales como el indigenismo (por ejemplo en Bolivia), se autodenominan “multinacionales”.

Sostener que una “Nueva Democracia” se abre paso por la “nueva agenda de derechos”, sin dejar en claro que tanto los movimientos sociales como la habilitación de libertades se abren paso, ante todo, contra la normativa republicana, conlleva la edulcoración de la transgresión. Equivale a decir que no habrá quiebre entre el poder instalado y la reivindicación rupturista, de forma que la democracia avanzará por una vía gradual y funcional. Habría que explicárselo a los estudiantes hospitalizados tras la represión del Día del Maestro.

El contragobierno sostiene, por el contrario, que el gobierno no puede ejercerse en base tecnológica sin una vinculación mediática generalizada, que arruina forzosamente la condición soberana del emisor, en cuanto sólo se puede incrementar la difusión -sobre todo a distancia- a condición de debilitar la personalidad -es decir la presencialidad a sí propio- del mensaje. Lejos de proponer una erradicación del gobierno, el contragobierno mina sus bases de credibilidad, en cuanto sostiene que la soberanía es insostenible como tal en contexto tecnológico, devolviéndole fracaso a cambio de golpes, incluso bajo forma de Guardia Republicana, Naturaleza del Frente Amplio o Nueva Democracia.



1Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (Primaria, Secundaria y Técnica) del Uruguay.
2“Frenteamplistas tildan de “fascistas” a los grupos ultras” El Observador (23/09/15) http://www.elobservador.com.uy/frenteamplistas-tildan-fascistas-los-grupos-ultra-n680015
3Vandalismo en el parlamento en “defensa” de la educación” El Observador (24/09/15) http://www.elobservador.com.uy/vandalismo-el-parlamento-defensa-la-educacion-n680318
4 Rancière, J. (2005) La haine de la démocratie, La Fabrique, Paris, pp. 76-77.
5Ver en este blog “El Palo Amplio: la Noche de la Nostalgia pachequista” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2015/08/elpalo-amplio-la-noche-de-la-nostalgia_24.html
6Derrida, J. (1972) Marges, Minuit, Paris, p. 381. Traducción al español en https://docs.google.com/file/d/0BzH20_Ds87woaENjQ1NLeEZVRVE/edit
7Red de Economistas de Izquierda, Voces (17/09/15) p. 2.
8Op.cit.
9Ver Viscardi, R. “Hipocrasía a la baja: cae la cotización de la bondad” (03/08/12) en Democracia del Siglo XXI https://teodulolopezmelendez.wordpress.com/2012/08/03/hipocrasia-a-la-baja-cae-la-cotizacion-de-la-bondad/ 
10Wolton, D. (1992) Elogio del Gran Público, Gedisa, Barcelona, p.95.
11Sobre el pensamiento de Marramao: Viscardi, R. « Giacomo Marramao ¿una filosofía de la globalización? » en Reflexiones sobre el pensamiento italiano contemporáneo (2010) Trilce-Unión Latina-Nóesis, Montevideo, pp.55-67.
12Suplemento semanal del periódico La República, Montevideo, desde 1991 a 1993.
13La “nueva democracia: tema de seminario académico” Radio Uruguay (13/04/15) http://www.mec.gub.uy/innovaportal/v/68102/50/mecweb/la-nueva-democracia-tema-de-seminario-academico?parentid=62683