Partidocracias
al borde de un ataque de nervios
1a
quincena, diciembre 2015
Podría
adjudicarse al título que lleva este texto, una alusión al célebre
de Almodóvar,1
en el film que se vinculó con el “destape” español de los 80'.
O podría pensarse que el título se mofa de algo mucho más serio
que las crisis melodramáticas. Desde el punto de vista que se
sostiene en lo que sigue, las dos posibilidades pecan por demasiado
cautas: el destape español fue apenas un tímido anticipo de la
porno-política encarnada (sin alusión al misterio teológico de la
encarnación) al día de hoy por la “actriz porno “enamorada”
de Mujica”2
y Almodovar no se mofó del ridículo, sino que por el contrario,
ridiculizó ante todo la fe en la seriedad. Sin olvidar que la propia
seriedad neoliberal de las cuentas bien contadas cunde hoy entre
tirios y troyanos, galardonando de “ciencia económica” tanto el
bolso de la dama como la billetera del caballero.
No
se entiende sino porqué tanto neoliberal esperanzado con volver al
gobierno (curiosa vocación en gente que pone toda su fe en los
negocios y toda su fortuna en sociedades anónimas), persiste en el
rumbo que siguieron sus referentes primermundistas, por ejemplo en
Francia, donde en las recientes elecciones regionales votaron menos
que los que no votaron3
(sin volver, por lo trillado, sobre el “desarrollo de España”).
Quizás la conmovedora pasión por el servicio que según Ricardo
Peirano explica la victoria de Macri,4
deba ser entendida en tanto se incluye al sector servicios en una
economía de funciones: a condición de generar lucro. Esa vocación
contante y sonante explicaría porqué en medio de tanto desastre
financiero como nos dejaron los banqueros norteamericanos de la “sub
prime” en 2008 (por no hablar de los lucidos antecedentes de Collor
de Mello, Saúl Menem y Luis Lacalle Herrera en América Latina), los
pasionarios del mercado insistan en la fórmula más catastrófica
que se conozca desde el rey Midas en adelante: confundir la pasión
con el oro.5
Tampoco
se explica porqué los que se precian de haber dado a conocer Uruguay
al mundo a través de Mujica, no nos explican (en beneficio del
común) el secreto del éxito de tan empinado símbolo sexual entre
el más selecto elenco de estrellas desvestidas. Al igual que en el
cine de Almodóvar, podría pensarse que muchas tomas dan solamente
para reír. Pero uno queda, al fin del film, tan divertido como
advertido. Ante todo, porque la porno-política es algo
extremadamente serio, tanto como para que Baudrillard estimara que la
obscenidad del sentido desnudo (o del desnudo del sentido) cundió
gracias a la reversión de la representación que abrió paso al
facismo.6
Tal obscenidad consiste, como en el estilo de Mujica, en que todo
puede ser exhibido y proclamado. El secreto queda abolido por la
evidencia de la expresión (la evidencia evidente en la expresión y
la expresión expresada en la evidencia), de forma tal que se
disuelve, en el plano de lo inmediato, el relieve de diferencia que
sostiene lo propio a toda diferencia.
Así
como en el análisis de Baudrillard la reversión de la
representación decimonónica, en retirada desde el siglo XIX, vino a
ser proclamada por el fascismo en tanto representación de la muerte,
la reversión de la seriedad progresista viene a ser proclamada por
una farándula pornográfica de la política electoral. Mientras
esperamos a nuestro Almodóvar latinoamericano de los martirios
sentimentales que canta el bolero, tenemos a los antiguos
pre-golpistas con el ex-presidente Lacalle a la cabeza, rasgándose
las vestiduras por un fraude electoral en Venezuela, que dejó ante
todo defraudados, entre los que cabe contar a quienes vaticinaban un
fraude.
Más
dilecta aún parece la pornografía epistolar que se dispensan
ex-presidente y ex-vicepresidente del Uruguay, para decirse que ni
uno ni otro se dejan llevar entre sí a los ponchazos.7
Nada más opuesto a la fuerza, cabe aceptarlo, que la seducción.
Pero los desengañados de hoy se recriminan un déficit de Ancap que
por igual habilitaron desde la cúpula más señera. Estos secretos
de alcoba de las alturas se parecen mucho a los que atormentaban a
los dioses griegos, no en razón del amor griego, sino ante todo
porque como en el mito, lo humano y lo divino se confunden en el
motivo de una letra de bolero.
Lo
que está en juego en la pornografía epistolar que desdobla las
desgracias sentimentales del gobierno de Mujica, no es el déficit
de Ancap, sino la fatal reversión del progresismo en pornografía
populista. Pornografía mediática mediante (sexo explícito) la
desviación que encarna la condición misma de la ideología, tal
como la analizara Laclau,8
se expresa sin más vueltas por la vía de la declaración
periodística, que de modo aún más directo que la programática,
desciende al común por la pantalla. La inmediatez mediática de la
política explica la inconsistencia propia de las instituciones de
Estado, a empezar por los gobiernos (singularmente el que “encabezó”
declarativamente Mujica, con Astori por auténtico presidente en
ejercicio, tal como lo señaláramos oportunamente en este blog).9
Lejos de gobernar en un sentido soberano, Mujica se contentaba con
pergeñar efectos electorales con una estrategia mediática, tal como
lo denuncia ahora el mismo desengañado ex-presidente, que se plañe
de haber sido dejado en blanco por alguien tan blanco (“como hueso
de bagual”) como quizás lo quisiera ser el propio Mujica:
Larrañaga.10
Este
desengaño sí que es auténtico, a no dudarlo, como lo advertimos en
su momento, con oportunidad de la celebración del bicentenario de
ícono bífido “a la criolla”: en la Agraciada y con un
intendente en bombachas de paisano.11
Ese era el objetivo de la mediatización populista a la que se
ofrecía Mujica, puesto hoy en evidencia por su reproche de desamor a
Larrañaga, quien lo abandonó (dice el desengañado ex-presidente)
porque “le marcaron la cara”. A no dudarlo, una escena de
violencia doméstica nacionalista, llena de funestas consecuencias
para la trasnochada estrategia de alianzas partidarias que caducaron
junto con los estados-nación, sobre todo en una pervertida
estrategia de “liberación nacional” que so pretexto de “unir
mayorías” apunta ante todo, hoy por hoy, a destruir izquierdas.
Ese
es el verdadero trasfondo del drama sentimental entre el
“progresismo” astorista y el populismo de Mujica: la vieja
izquierda socialdemocráta intenta despegarse del mamarracho
mediático para labrar alianzas con el centro “sensato” que ya
hoy se identifica, desde ese punto de vista, con la casi totalidad de
los partidos tradicionales. El populismo izquierdista para la tribuna
procura, por otro lado, compensar la imposibilidad de articularse
con el mercado mundial en base a corporativismos electorales, pese a
una incidencia mediática en caída. El desenlace parece seguro: la
derecha se rearmará con el centro como escudo, al tiempo que hará
cundir el descrédito mediático a través de los aparatos de
difusión que controla, en base a las incoherencias del proyecto
socialdemócrata de un poder “diferente” sostenido por la
estructura misma del poder. Una remake de lo que ya vimos en Europa,
desde fines de los 80' y se puso también en evidencia, más
recientemente en Chile y ahora ya, en el Brasil.
Esa
corrosión del progresismo en el populismo es el efecto más genuino
de la porno-política, sustentada en la eficacia electoral de un
aparato publicitario. Sanguinetti se confunde al respecto, cuando
imputa a Mujica no haber cumplido sino el rol de “animador” de un
gobierno,12
antes que el de gobernante: un animador se entiende hoy como
“conductor”, no del programa, sino de la emisión. Mujica apenas
era el invitado de la programación estratégica de los medios. Por
ello podía dejar en plena libertad a sus ministros de hacer cada uno
su “negocio”: él no se estaba ocupando en gobernar, sino
atendiendo el negocio común de la reproducción electoral, que no
es, ni puede ser otro en una sociedad anclada en la tecnología
mediática, que el de la propia reproducción de la doxa
publicitaria: existe una sola versión de la verdad, que como el
sexo incluso, puede ser explícita.
La
pornografía surge, en efecto, de un efecto de cuerpo, no de un
efecto de sentido. Por eso también puede expresarse
pornográficamente a través de un cuerpo de letra. Las cartas de
Almagro a la autoridad electoral de Venezuela ratifican que el
aprendiz de brujo se deshizo de los antiguos pruritos progresistas,
en la medida exacta exigida por la obviedad mediática de una
“imposición dictatorial” (que no ocurrió en Venezuela, ni en
las elecciones anteriores ni en la última). ¿Es necesario recordar
que Almagro vio ascender su estrella política bajo el patrocinio del
propio Mujica? La oposición entre lo que hace hoy y lo que dijo ayer
obedece a la política de lo explícito como tal: la misma que llevó
a su mentor a soltarle la mano,13
cuando percibió la pestilencia que destilaba el ejemplo que
instruía en su pupilo de ayer.
La
pornografía es la esencia del oportunismo. Como consecuencia
ineludible, el gobierno del oportunismo exige una tecnología de la
manipulación. Si el lector lee con esta clave la crisis actual del
gobierno brasileño, quizás compartirá en perspectiva el desenlace
que adviene cuando, sin mayorías efectivas ni en el parlamento ni en
la calle, se pretende gobernar en base a los proventos financieros
que rinde la imagen mediática: la del presidente más pobre (o más
obrero) del mundo.
Los
afanes empresariales por ocupar (también) el gobierno para maximizar
las ganancias; los dramas de alcoba del progresismo que se deshilacha
en el peor de los populismos, incluso arrastrado por la obscenidad de
sus propias alianzas electoralistas; la puesta en evidencia de la
manipulación a que se entregó cierta “gauche caviar” que
ayer posaba de “proletaria”, nos dicen a las claras que el
contragobierno crece en la alternativa aquí y ahora, sin olvidar por
las dudas, la abstención electoral.
1El
título de Amodóvar es “Mujeres al borde de un ataque de
nervios”.
2Costigliolo,
J. “Mujica XXX” Montevideo
Portal
(09/12/15) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?293138
3“Francia:
la ultraderecha se impuso en las elecciones regionales” El
Mundo (06/12/15)
http://www.lanueva.com/el-mundo/843393/francia-vota-en-las-primeras-elecciones-despues-de-los-atentados-de-paris.html
4Peirano,
R. “¿Será posible?” El
Observador (13/12/15)
http://blogs.elobservador.com.uy/reflexionesliberales/post/2265/sera-posible/
5La
leyenda del Rey Midas cuenta como, habiendo obtenido el don de
transformar todo lo que tocara en oro, el Rey Midas terminó por no
poder llevarse ni el alimento a la boca.
6Baudrillard,
J. (1978) Olvidar a Foucault,
Pre-textos, Valencia, p.90.
8Arenes,
C. (reportaje) “Ernesto Laclau: el populismo garantiza la
democracia” La
Nación (10/07/05)
http://www.lanacion.com.ar/719992-ernesto-laclau-el-populismo-garantiza-la-democracia
9Ver
en este blog “Los alias del Pepe: un ejército de sombras”
https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=7284611245699667677#editor/target=post;postID=8962695406520499139;onPublishedMenu=posts;onClosedMenu=posts;postNum=5;src=postname
10“Cuentas
pendientes” Montevideo Portal (30/11/15)
http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?292201
11Ver
en este blog “Bicentenario, Patria Gaucha y Patria Chaucha: no es
lo mismo, pero da igual”
https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=7284611245699667677#editor/target=post;postID=5565154624649533611;onPublishedMenu=posts;onClosedMenu=posts;postNum=5;src=postname
12“Sanguinetti:
Mujica no ejercía la presidencia” FacePolitica.com
(20/09/15)
http://www.facepolitica.com/sanguinetti-mujica-no-ejercia-la-presidencia/
13“Mujica
se “despide” de Almagro por su carta a Venezuela” CNN
(19/11/15)
http://cnnespanol.cnn.com/2015/11/19/mujica-se-despide-de-almagro-por-su-carta-a-venezuela/#0