Bancarizar
el porro o fumarse la globalización:
el salto al vacío mediático
1a.
quincena, septiembre 2017
El estupefaciente icónico “ el Pepe”
El
presente no supone, ni nunca ha supuesto, que las cabezas transiten
por lo que ocurre, sino tan sólo supone que la fatalidad del
presente impone una circunstancia, eventualmente adversa. La
descompensación actual de la adhesión ideológica a un proyecto
nacional se suscita por el ascenso de una acumulación mundializada y
tecnocrática (identidad de marcas, competitividad ultraliberal,
subjetivación meritocrática). La manifestación más palmaria de
esta desarticulación de la condición nacional es la dualización
del propio proceso de migración, entre el “desplazamiento forzado”
(por las guerras) y la “migración calificada” (por la demanda
tecno-científica).1
Este curso que toma la demografía política ha sido descrito por
Virilio como “un flujo permanente sin stok”,2
es decir, la población del planeta circulando bajo las balas o en
pos de alcanzar el status global.
La
compensación exigida por la manipulación mundializada puede llegar
al grado de adicción, cuando la angustia no puede resolverse sin una
sustancia específica. Esta sustancia orgánica debe estar hecha de
la condición nacional de toda representación, que se configura a
imagen y semejanza de un pueblo. Cuando Pablo Iglesias estuvo en
Montevideo en 2014 declaró refiriéndose a Mujica: “es un
presidente que vive como los ciudadanos que le han elegido”.3
Iglesias se fumó el “porro del Pepe” y todavía está a medias
despierto, entre la fatalidad de la derecha en el gobierno español y
la guerra liderada por Trump contra el Estado Islámico. El “porro
del Pepe” está armado con el estupefaciente mediático que
suministra la iconografía “el Pepe” y genera una adicción
proporcional a la carencia de reciprocidad social que promueve la
globalización.
Trayectividad en vez de acumulación: el humo de “el porro del Pepe”
En
la articulación nacional-globalista la condición nacional provee la
“variable de ajuste” de la integración mundialista. Esto
significa que el proceso de globalización puede justificarse desde
el punto de vista de una traducción nacional. El criterio de la
determinación económica (cada cosa adquiere lugar-valor propio,
aunque más no sea como moneda de cambio) fracasa estrepitosamente en
la explicación de la globalización, en cuanto tal dominación no se
constituye como permanencia de lugares geográficos e institucionales
(toda institución supone localidad, bajo un paradigma Vaticano),
sino como control de la trayectividad4
de las emisiones mediáticas, los flujos de inversiones y los
movimientos migratorios. Como lo ha señalado Giacomo Marramao, el
principal obstáculo para entender este proceso es la reducción de
la globalización a un proceso de acumulación económica.5
Por consiguiente conviene abandonar algunas interpretaciones que han
cundido acerca del infumable “porro del Pepe”:
a)
La globalización no admite la necesidad de ninguna forma de
soberanía, ya que toda soberanía que se encuentra inficionada por
la decisión de otro (FMI, OCDE, Banco Mundial, MERCOSUR, etc.), de
antemano dejó de ser una soberanía. Los ejemplos son tantos que no
se puede abrumar al lector con demasía, baste recordar la “corrida
moral” en búsqueda de habilitación mundialista que provocó la
aparición de Uruguay en una “lista gris” de “lavado de
activos” elaborada por la OCDE en su momento.6
Plañir como lesión de soberanía por la “cuarentena bancaria del
porro”, a partir de los ayes del presidente que firmó la
bancarización forzosamente mundialista, da para una buena producción
de ridículo.
El
“imperialismo financiero” que impondría la banca estadounidense
-particularmente el Bank of America- se presenta como el fundamento
que algunos esgrimen explicativamente, cuando en realidad opera como
soporte argumental de la “lesión de soberanía” que reseñamos
anteriormente. UPM o Montes del Plata se instalan en un país, por
ejemplo el Uruguay, en base a un potencial financiero que les permite
desplegarse en un período significativamente corto. Esa celeridad
estuvo, en buena medida en su momento, detrás del conflicto
Botnia-Gualeguaychú y provocó la manipulación mediática (recordar
que Botnia promovió, en favor de su instalación, una “campaña de
prensa”)7
que confundió un conflicto ambientalista con una causa nacional. Ya
esa asimiliación nos habla a las claras de la alienación de que se
trata, bastante por encima de la “dominación financiera” y
bastante más cerca del “espejismo desarrollista” que promueve el
propio determinismo economicista que dice (crédulamente) oponerse a
la globalización.
b)
Otra interpretación hace hincapié en que menguaría la incidencia
mediática del Uruguay en razón del desprestigio que acarrearía la
“cuarentena bancaria del porro del Pepe”. La mengua provendría
del descaecimiento que sufriría la “nueva agenda de derechos”,
así como la propia popularidad mundializada de la figura de Mujica
como “presidente más pobre del mundo”. Al respecto conviene
tener en cuenta que el país ya ha alcanzado gradientes comparables
de popularidad mediática, en particular a través de las
espectaculares acciones guerrilleras del MLN-Tupamaros en su momento.
El
Uruguay fue ampliamente conocido en el escenario mundial gracias a la
popularidad de tales acciones, a punto tal que la propia
multinacional Volkswagen promocionaba su popular modelo “Combi”
con campañas publicitarias rotuladas “Los tupamaros también las
usan”. Significativas organizaciones de la extrema izquierda
europea, como las “Brigadas Rojas” en Italia, tomaron a los
tupamaros como modelo de organización, mientras cierta producción
cultural vinculada ideológicamente al MLN-Tupamaros, en particular
las canciones de Daniel Viglietti, fueron incorporadas en los
programas de español de la enseñanza secundaria en Francia.
Promovida
con intencionalidad fuertemente mediática, en razón de la
“propaganda armada negativa” que la guerrilla urbana confió -por
actuar en medio del enemigo- a las versiones de sus propios
adversarios, aquella originalidad guerrillera tenía un factura de
espontaneidad y ocurrencia de alto impacto propagandístico, que no
deja de evocar la “brillante” idea de vender estupefacientes
donde supuestamente se promueve la salud. Conviene desde ya afirmar
que la penalización del consumo no resuelve nada e inclusive lo
empeora todo, por la misma razón, no se apunta como tal a la
problemática facilitando el consumo para combatir el narcotráfico,
inspiración confesa de la ley en cuestión.
Hoy
nadie recuerda las primeras acciones de los tupamaros, en el contexto
mundial, sino como antecedentes relativamente benignos del terrorismo
que se condena sin atenuantes. Quizás mañana no se recuerde la
“marihuana farmacéutica” sino como una expresión del
inmediatismo y el oportunismo más desfachatados, de cara a una
problemática que supone hondas raíces en la circunstancia presente.
Podría suponerse que la superficialidad propia de todo pragmatismo
militante esté en la base de las dos secuencias cronológicamente
distanciadas.
Ocultar
“en vivo y en directo” el sentido de la paradoja
Hoenir Sarthou apunta que el gobierno de Mujica, así como
los tres períodos del Frente Amplio cuando se los coteja entre sí,
presentan una curiosa secuencia de paradojas.8
La serie sorprende además, por el grado de contraposición de las
orientaciones asumidas.9
Quizás la clave de la incongruencia esté en el recurso por parte de
la izquierda tradicional, ante todo por mera oportunidad electoral, a
la muestra "representativa" (en el sentido estadístico del término) de la desagregación idiosincrática del país batllista,
que encarnó el sector vinculado ideológica e históricamente a la
guerrilla.
Zabalza
ha apuntado, habiéndolo presenciado personalmente, que la “opción
electoral” de ciertos “ex-guerrilleros” fue efecto de una
casualidad conveniente, antes que de una elaboración madurada.10
Mujica no fue más, desde este punto de vista, que la punta mediática
del iceberg ideológico que se va disolviendo progresivamente, en
particular, bajo la presión de la mundialización tecnocrática que
lo disuelve por dentro (bastaría pensar en la proporción de
“cuadros” gubernamentales que ha aportado el Partido Socialista
con relación a su base electoral, o la nutrida integración de
tecno-científicos a los mismos elencos en distintos niveles).
Él
mismo paradoja actuada y obscenamente auto-exhibida bajo un cariz
narcisista, Mujica no encarna la sabiduría de la paradoja, sino por
el contrario la paradoja “en vivo y en directo”, pieza de museo
definitivamente subrogada, como fuente de sabiduría, por la conexión
mediática. El sentido alternativo como tal, suscitado por la contraposición de opiniones que la paradoja pone de relieve,
desaparece de un mundo escenificado por la tecnología,
liderada políticamente en particular, por las “Nuevas Tecnologías
de la Comunicación y la Información”.
Las
nociones de representación como delegación ciudadana, de
Estado-nación y de democracia representativa se encuentran, como ya
lo señalara Lyotard en su “informe sobre el estado del saber” en
1979,11
en franca vía de regresión histórica, exitosamente suplantadas por
el ingreso discursivo que desdibuja, a su paso por la tecnología
mediática, la instancia presencial. La representación por
delegación exige la previa clausura de una totalidad nacional dentro
de fronteras, condición de soberanía requerida para preservar un
campo de relaciones orgánicas (es decir pautadas por la
reciprocidad). Tal programa histórico (la propia noción moderna de
historia supone la reciprocidad orgánica entre un relato y los
sucesos que ese relato refiere), sucumbe ante la apertura global, que
lo disuelve como un terrón de azúcar en el café: ¿qué vínculo
de reciprocidad orgánica funda un TLC entre China y Uruguay (ya
propuesto)?12
Esta
situación es la que nos explica el fracaso de los sistemas de
partidos “modernos” (es decir, de delegación representativa) en
todo el planeta, desde la “imposible” victoria de Trump, hasta la
inverosímil derrota del postgaullismo y del socialismo francés a
manos de un partido advenedizo, sin olvidar el fugaz paso de los
“progresismos” latinoamericanos (a no ser en Chile y Uruguay,
quizás precisamente porque en estos dos países el término
“progresismo” ya no designa nada reconocible como referencia
macro-partidaria). Quizás el mejor ejemplo de este desbaratamiento
sea cómo las encuestas miden la caída sistemática de cualquier
representante tres meses después de electo.13
En
una actualización anterior apuntábamos como Caradamianto (el
caradura mediático)14
buscaba escapar a la pinza de circunstancias contradictorias
“haciendo surf” sobre la plancha de la actualidad. Ahora le
tocará fumarse “el porro del Pepe” bajo la ola de
bancarización que él mismo levantó.
1Ver
en este blog “Libertad de movimiento en la globalización”
http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2017/06/libertadde-movimiento-en-la_64.html
2Virilio,
P. (2010) L'administration de la peur,
Textuel, Paris, pp.67-68.
3Rodríguez,
O. “Cuando Pablo Iglesias e Íñigo Errejón visitaron
Montevideo”, La
Onda Digital,
http://www.laondadigital.uy/archivos/11590
4La
noción de trayectividad ha sido desarrollada por Paul Virilio.
5Marramao,
G. (2006) Pasaje a Occidente,
Katz, Buenos Aires, p.56.
6Ver
en este blog “La derecha de la OCDE”
http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2007/02/ricardo-viscardi.html
7 Viscardi,
R. “Celulosa que me hiciste guapo” Compañero
(13/06/2006)
http://www.pvp.org.uy/viscardi3.htm
8Sarthou,
H. “Un país sin filtro” Voces
(24/08/17)
http://semanariovoces.com/marihuana-pais-sin-filtro-hoenir-sarthou/
9"Bergara
sobre cierre de cuentas de marihuana: “estaba sobre la mesa hace
ocho o diez meses” El
Observador
(28/08/17)
http://www.elobservador.com.uy/bergara-cierre-cuentas-marihuana-estaba-la-mesa-hace-ocho-o-diez-meses-n1111536
10 Ver
en este blog “Zabalza, los canallas y el tupamplismo”
http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2016/02/zabalzalos-canallas-y-el-tupamplismo-2a.html
11 Lyotard,
J-F La
condición postmoderna
https://docs.google.com/document/d/1aYf_K-bvGrQjEG86jVoGpDNBW4f0CUc7M5Wa_ToJpOI/edit?hl=en_US#!
12 Amone,
P. “Uruguay continuará TLC con China” 2o.
Enfoque
(03/02/17)
http://segundoenfoque.com/uruguay-continuara-tlc-con-china-43-321639/
13"Más
de la mitad de los franceses no aprueba la gestión del presidente
Macron” La
Diaria
(28/08/17)
https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/8/mas-de-la-mitad-de-los-franceses-no-aprueba-la-gestion-del-presidente-macron/
14 Ver
en este blog “Caradamianto,
el caradura mediático”
http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2017/07/caradamianto-el-caradura-mediatico-1a.html