8.10.18


Dique Mauá: el dique del contragobierno

1a. quincena, octubre de 2018


Festejos, antecedentes y preguntas


En un grupo que se opone a la instalación de la transnacional UPM sobre el Río Negro con una 2a. pastera, se festejaba el fracaso del proyecto empresista de instalar una terminal propia de la empresa Buquebús en el actual emplazamiento del Dique Mauá, en una de las zonas más frecuentadas y populares del paseo emblemático de los montevideanos: la rambla marítima. La espontaneidad del festejo levanta una serie de preguntas:

¿qué tienen en común la instalación de una terminal portuaria y la de una usina de pasta de papel (“pastera”)? ¿Cómo se puede generar un sentimiento de compartir el mismo camino entre grupos sin conexión entre sí? ¨¿Por qué se festeja como una victoria que el Frente Amplio, cuyo gobierno apoyó el proyecto y sus representantes lo votaron en el Senado, aparezca ahora vetándolo de hecho? ¿Se manifiesta una condición política desconocida hasta el presente?

La cuestión de la estatalidad

En un reportaje publicado en el Semanario Brecha,1 Pierre Dardot, académico francés de visita en nuestro país, señala el vínculo entre el proyecto de López Mena para el Dique Mauá y la posición que procura, en vez de la enajenación del predio tal como lo pretendía el empresario, la concesión estatal a la misma empresa. Todo el reportaje se dedica, en efecto, a cuestionar la perspectiva según la cual la propiedad estatal sería una estrategia suficiente para hacer frente al neoliberalismo, que a su vez, no es presentado por Dardot como una escuela económica, sino como un habitus que gana terreno en las sociedades actuales. Se infiere de lo anterior, que la estatalidad también puede reproducir el neoliberalismo, no sólo como línea de conducción económica, sino ante todo como sensibilidad pública predominante. Lo interesante de la apreciación que Dardot dedica al proyecto de enajenación empresarial del Dique Mauá, consiste en que destaca, más allá de la diferencia entre neoliberales y estatistas, un tercer sector, que se diferencia por igual de unos y otros:

Escuché sobre esta historia en Montevideo, del dique Mauá sobre el Río de la Plata, en Montevideo, con López Mena. Es interesante, porque de un lado se colocan los que están a favor de la privatización completa, del otro una parte de la izquierda que dice “privatización no, concesión”, porque con la concesión queda en el Estado. Esto es totalmente ilusorio. También hay gente del lugar que no quiere ni privatización ni concesión. Pero muchos no los escuchan, porque la izquierda está prisionera. Y así está una gran parte de la izquierda mundial”.

Esto hace pensar que “una gran parte de la izquierda mundial” tampoco escucharía a quienes piensan que el Dique Mauá no se debe privatizar ni licitar por el Estado, sino que se debe contragobernar. Sobre todo en cuanto Dardot señala que “Podemos está normalizándose, deviniendo un partido como los demás”. Quienes festejan desde otras luchas paralelas (por ejemplo contra una segunda pastera de UPM en el Uruguay) la victoria sobre el empresismo que se abatía, ante todo desde el propio gobierno uruguayo, sobre el Dique Mauá, quizás no sólo se encuentren dentro de las fronteras del Uruguay. Seguramente Dardot es uno de ellos, pero sobre todo, pareciera que “ellos” representan una sensibilidad que desde Seattle, pasando por Indignados, Occupy Wall Street y La Nuit Debout, marca una tendencia mundial.

La cuestión del sistema de partidos


Un aspecto por demás esclarecedor, es que el sistema de partidos “corrige” sus actuaciones según el humor de la opinión pública, afirmación que en este caso viene a ser refrendada, de forma por demás elocuente, por el Frente Amplio. Uno de los miembros de la Mesa Política del Frente Amplio declara a la prensa que ese organismo es políticamente superior a la bancada de la misma fuerza política, lo que a su entender señala, a las claras, que esta última no votará en Diputados el proyecto que la misma bancada parlamentaria sin embargo votó, poco antes, en el Senado. Llama poderosamente la atención que la misma Mesa Política no haya considerado el proyecto con los mismos ojos en dos instancias diferentes de un único trayecto parlamentario. Tal avistamiento de la dificultad antes de la sanción definitiva no puede provenir, por lo tanto, sino del movimiento de opinión que generó la movilización de vecinos auspiciada, en una medida significativa, por académicos de la Universidad de la República que se opusieron firmemente al proyecto.2 No es la primera vez en nuestro país que la fuerza de la opinión pública se impone a la conducción partidaria y le marca el rumbo.

Tabaré Vázquez declaró en momentos de la visita de George Bush, ya en las postrimerías de su primer mandato,  que la propuesta de un TLC con EEUU era uno de esos trenes que pasa una sola vez. En esa oportunidad el convoy pasó de largo, ya que el movimiento de opinión pública en contra del tratado entre el gato y el ratón logró sacar de vías lo que parecía una locomotora a toda marcha.3

Curiosamente el reportaje que le hace Brecha a Dardot no cuestiona, sino elípticamente a través de las expresiones del entrevistado, el rol del sistema de partidos en la entronización gubernamental del neoliberalismo. En un libro reciente publicado por el mismo Dardot en coautoría con Christian Laval,4 los autores condenan sin embargo, de forma inapelable al sistema de partidos (izquierda, centro y derecha por igual) como lo co-autores de “La pesadilla que no acaba nunca” (la subjetividad neoliberal). Para no citar sino algunos pasajes, se pueden considerar los siguientes:

La gravísima crisis que hoy afecta a la llamada “democracia representativa” se debe a la conjunción de un vicio estructural, el de la profesionalización de la política o “caciquismo”, con los efectos de una lógica neoliberal contraria a la gran mayoría de la población”,5 “Y la izquierda, que hay que calificar de derechas forma parte de ello plenamente”6 o incluso, “Nuestra situación nos impone el cuestionamiento radical de la lógica misma de la representación política, y esto hay que hacerlo en primer lugar mediante la elaboración de un proyecto alternativo”7.

Pareciera entonces que “la izquierda de derechas” (o la derecha de izquierdas), lejos de ser un mal uruguayo, corresponde a un presente mundial al que sólo le puede poner dique, como se demostró en el Dique Mauá, el contragobierno.


La cuestión de la comunicación


La misma vigencia de los movimientos de opinión pública, en su capacidad para oponerse al naufragio de los estados-nación en la racionalidad neoliberal, lleva a considerar la cuestión de los medios de comunicación desde el punto de la mera eficacia. Incluso la significación empresarial que ganan en algunos casos, conlleva cierta tecnofobia que también lleva, sin más, a asimilar la cuestión mediática a las estrategias empresariales más voraces. Se olvida en esa perspectiva meramente instrumental de la comunicación, que la mediación es el elemento clave del vínculo social, incluso desde el medioevo cristiano.8 Nuestra socialidad está constituida por una cultura de la mediación y los medios de comunicación, aunque no sólo cumplan ingenuamente cometidos emancipatorios, también han permitido, tecnología mediante, que el terreno institucional gobernado desde el poder soberano (desde la propia noción de soberanía, asimismo tributaria de la cultura de la mediación) esté hoy a la merced, en muchos casos, de la movilización en red (y en red de redes). Pensando la sociedad como red, Foucault sostuvo que “lo más imposible se vuelve lo necesario”.9 Por más improbable que parezca el vínculo entre la comunicación y el contragobierno, por esa vía cundió la necesidad de sumarle otro dique al Dique Mauá.



1Dardot, P. “Una pelea larga” (entrevista de G. Delacoste), Brecha (28/09/2018) Montevideo, pp.10-12.
2Gran apoyo a movilización contra terminal de Buquebús en Dique Mauá”, Ecos. Recuperado de: http://ecos.la/UY/13/Sociedad/2018/08/03/25637/gran-apoyo-a-movilizacion-contra-terminal-de-buquebus-en-dique-maua/
3 Viscardi, R. “Darse el tiempo de encallar. Tecnología, celulosa y soberanía en el Río (Uruguay) del Otro” (2008) F@ro 6. Recuperado de: http://web.upla.cl/revistafaro/03_estudios/06_index.htm (Recientemente H. Sarthou aludió, en idéntido sentido, a esa movilización en su columna “Indisciplina partidaria” en el semanario Voces.
4Laval, Ch., Dardot, P. (2017) La pesadilla que no acaba nunca, Gedisa, Barcelona.
5Laval, Ch., Dardot, P., op.cit., pp. 131-132.
6Laval, Ch., Dardot, P., op.cit., p. 151.
7Laval, Ch., Dardot, P., op.cit., pp. 159-160.
8Respecto a la actualidad de la mediación, ver en este blog “Globalitarismo: un “ismo” innecesario” https://ricardoviscardi.blogspot.com/2018/09/globalitarismo-un-ismo-innecesario-2a.html
9Las confesiones de Michel Foucault” (reportaje de Roger-Pol Droit trauducido por J. Palma), en Taciturno. Recuperado de: http://www.taciturno.be/IMG/pdf/entrevista_foucault.pdf