16.5.19


Marenales: tupamaro, por último


2a. quincena, mayo 2019


Quien quiera hacerse una composición de lugar acerca de la significación política de la trayectoria de Julio Marenales, fallecido el pasado martes en la ciudad de Salto, puede encontrarse con un complicado rompecabezas. Sobre todo si un incauto lector intenta, confiado en las publicaciones a su alcance, extraer de los obituarios una apreciación certera de la personalidad política de Marenales.

La casi totalidad de los medios recogen la información de tres fuentes principales: el último reportaje a Marenales, publicado por Montevideo Portal,(1) el comunicado del MLN-Tupamaros (2) y el mensaje en twitter del MPP (Movimiento de Participación Popular). (3) Mientras el mensaje del MLN destaca la coherencia de Marenales en su conducta política, pero asimismo el “carácter revulsivo y pensamiento transformador” de su actitud, el MPP, además de no expresarse sino por twitter (no lo hace ni por su sitio web ni en su fan page de facebook), se remite a un escueto y reducido dictamen moral: “(...nos enseñó que se debe hacer lo que se dice y vivir como se piensa”.

Por encima de las edulcoradas declaraciones de Rosenkof (que lanza al unísono flores para Marenales y Vidart -fallecido pocas horas después de Marenales) y el texto cargado de odio de Amodio Pérez en facebook, un único análisis plantea elementos significativos sobre la figura de Marenales. Tras destacar los cuestionamientos y apartamientos (del MPP y del Frente Amplio en particular), así como las crecientes disidencias que desde 2005 jalonaron la trayectoria de Marenales, el artículo de Mazzarovich en La Diaria mitiga concienzudamente, renglón tras renglón, el mismo perfil impugnador que esboza “(...pero nunca se alejó de tiendas frenteamplistas”. (4)

Las semblanzas del militante que plantean unos y otros no podían ser más contradictorias. Si se enaltece ante todo una calidad moral, siendo que Marenales condenaba el papel del Frente Amplio en sus tres gobiernos “(...el viejo Batlle hizo más que nosotros...)” y en particular en los últimos tiempos a la principal figura del MPPMujica podría callarse la boca más de una vez...)” y "(...es un showman internacional...)", no se entiende como la rectitud (sobre todo de “hacer lo que se dice”) no lo llevaría a abandonar las organizaciones que condenaba. Si se enaltece, por otro lado, la fidelidad a un campo político, no se ve como esa fidelidad consistiría en retirarse, siendo que además al hacerlo, Marenales declaró “(...no me voy a quedar quietito...)” ya que “(...a mí no me comió el sistema...)”.

Debiera notarse que los relatos (del MPP, del MLN-T, de Mazzarovich) sobre Marenales no se preguntan el porqué de los cuestionamientos, ni la contradicción de un salirse de filas que, sin embargo, no se encaminó hacia una alternativa. Esa curiosa fidelidad de los obituarios a una supuesta fidelidad moral de Marenales a un campo político, es al mismo tiempo una confesión de parte: no se dispone de lectura crítica verosímil de esa trayectoria.

A partir de aquí sí podemos plantearnos el porqué de la desoladora parejael plan y la fantasía” con que titula Mazzarovich su obiturario en La Diaria: el plan terminó por convertirse en una fantasía, pese a que Mazzarovich pretenda, por el expediente de un título, diferenciarlos. Si el plan era que el Frente Amplio llegara al gobierno, el plan se convirtió en realidad, pero si se pretendía asimismo que eso supusiera algún tipo de alternativa, el plan era una fantasía.

Preso de esa contradicción, mucho más de lo que en su momento lo fue de la represión, Marenales actuó, tal como se dice, con probidad moral, retirándose de un juego político en el que percibía la veta más conservadora. Sin embargo, no llegó a elaborar una fantasía que sustituyera, ante sus ojos , al plan desacreditado por su propia ejecución.

La razón del fracaso que llevó al fundador del MLN a retirarse de las filas orgánicas no es ajena a la miopía intelectual que reduce las calidades políticas a la probidad moral (como si ser coherente consigo mismo fuera privativo de una organización política en particular), o a la obediencia orgánica (como si tal obsecuencia no haya sido la nota propia de los peores totalitarismos). 

En efecto, en cuanto la actividad pública y la transformación histórica se identifican con convicciones cristalizadas y estereotipadas (el fatalismo histórico de la toma del poder de Estado, la atribución de calidades ideológicas a condiciones económicas de clase, el planteo de la transformación histórica en términos ineluctables, etc.), la distancia que se instala entre las convicciones asumidas y la verosimilitud de las circunstancias sólo puede ser colmada por el injerto de un suplemento moral. Tal apósito debe ir a su vez in crescendo, acuciado por un devenir que marca otros rumbos (el fracaso de los estados-nación, de las “estrategias fatales” de la revolución, de la identificación de conductas políticas con condiciones económicas, etc.), al tiempo que surgen otros perfiles y acontecimientos alternativos (las luchas contra la tecno-ciencia y la devastación ecológica, el auge de los movimientos de opinión generados en redes, las diferenciaciones simbólicas que se instalan transversalmente a las clases, etc.).

Marenales perteneció a una generación (la del 45) que postuló una transformación provista de certidumbres críticas. Fiel a esa impronta, se alejó de círculos y condenó ámbitos que veía crecientemente ganados por lo que había combatido con denuedo. Quienes lo alaban por esa rectitud no debieran rasgarse las mismas vestiduras que desechó la persona que elogian. Por más que Marenales no haya sido, como lo pretende un título, “el último tupamaro”, (5) su rebeldía, quizás la misma que nos viene de las luchas por la independencia, dejó en claro que era, por último, tupamaro.


(1) “Julio Marenales: “Mujica es un showman internacional” y “debería callarse la boca” Montevideo Portal (2/05/19) https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Julio-Marenales--Mujica-es-un-showman-internacional-y-deberia-callarse-la-boca--uc717134
(4) “Julio Marenales: el plan y la fantasía” La Diaria (15/05/19) https://ladiaria.com.uy/articulo/2019/5/julio-marenales-el-plan-y-la-fantasia/
(5) Murió Julio Marenales “el último tupamaro” 180 (16/05/19) https://www.180.com.uy/articulo/79410_murio-julio-marenales-el-ultimo-tupamaro