Vázquez: la cuestión de honor
1a. quincena, abril 2019
Los acontecimientos de vórtice político se caracterizan por una doble vectorialidad: aceleran en términos de horas las consecuencias inmediatas que generan y refieren en profundidad a un proceso que esclarecen, desde el presente, en términos de significación y alcance.
Aceleración de la crisis de confianza en Vázquez
Es el caso de la revelación periodística1 de las actuaciones del Tribunal de Honor de las Fuerzas Armadas del Uruguay, que comportan delitos de encubrimiento penal y de violación de la Constitución de la República (lo primero porque no se denuncia un asesinato seguido de desaparición, lo segundo porque el laudo militar desconoce que tales delitos agravian el honor de las Fuerzas Armadas). Viene a confirmarse hoy día que, pese a obrar en conocimiento de la Presidencia de la República desde hace más de un mes, tales hechos no generaron consecuencias institucionales y jurídicas sino una vez que alcanzaron difusión periodística. En cuanto Vázquez actuó ex-post la revelación periodística, en asuntos que son cardinal incumbencia de la primera magistratura del país, dejó en ascuas la duda acerca de si se trató de una omisión personal o de un efecto promovido involuntariamente por la propia orientación gubernamental del presidente en ejercicio.
La crisis de confianza en el Poder Ejecutivo desatada ante la opinión pública por la revelación periodística acaba de conocer un giro decisivo, ya que en su carta de renuncia, el ex-ministro Jorge Menéndez afirma haber puesto a Presidencia de la República en conocimiento de la gravedad del expediente.2 Aunque en su carta Menéndez no da nombres, relata haber mantenido una reunión con la Secretaría de Presidencia, por lo cual el propio secretario de Vázquez, Miguel Angel Toma, se convierte en el principal implicado del escándalo político. Siendo objeto de múltiples acusaciones, la Secretaría de Presidencia emite, finalmente, un comunicado cuatro días después (3 de abril de 2019), donde refiere una sucesión de procedimientos jurídicos e institucionales relativos al camino que siguió el expediente en cuestión, con especial énfasis en la demora del procedimiento en el Ministerio de Defensa. Curiosamente se omite, en la versión de Secretaría de Presidencia, la fecha de ingreso de la actuación (según lo expresa el Ministro de Defensa, fue anterior al 6 de marzo, aunque tampoco precisa la fecha de ingreso) y además, se hace énfasis en tiempos jurídicos que no son acordes a la celeridad última del presidente, acelerada ante todo, incluso según lo admite Secretaría de Presidencia en su descargo, por la publicación periodística que implicaba al gobierno ante la opinión pública.3
La aceleración que adquiere la crisis, en cualquiera de las dos alternativas que habilita, obedece a que el presidente se encuentra directamente involucrado, en razón de lo afirmado en su carta de renuncia por el ex-ministro de Defensa.
La aceleración que adquiere la crisis, en cualquiera de las dos alternativas que habilita, obedece a que el presidente se encuentra directamente involucrado, en razón de lo afirmado en su carta de renuncia por el ex-ministro de Defensa.
En efecto, si conociendo el contenido de las Actas (lo que es negado por Vázquez, quien sostiene haber convalidado sólo los considerandos resolutivos de la actuación)4 no actuó de oficio, incurrió en omisión prolongada (desde antes ¿...? del 6 de marzo y hasta el 1o de abril) de uno de los deberes constitucionales primordiales: la igualdad ante la ley y la propia consigna fundamental de una constitución republicana.
Si por el contrario Vázquez no fue informado por el secretario de Presidencia acerca del contenido de las Actas emitidas por el tribunal militar, entonces la magnitud del desvío interpretativo (el secretario M. A. Toma es abogado de profesión) no puede ser adjudicada sino a una instrucción inmanente al gabinete ministerial del Poder Ejecutivo. En este caso la responsabilidad de Vázquez no es por omisión, sino de carácter propiamente ideológico: cundió a lo largo de su mandato una orientación del partido de gobierno que hizo lugar, entre sus principales efectos, a una lectura resignada y dilatoria de los crímenes cometidos por los militares en el Uruguay.
Significación y alcance
La discusión que sigue a las revelaciones antedichas ya por sí misma apunta a un trasfondo histórico. Un representante del MPP intenta sacar las castañas del fuego para su sector político, invirtiendo la argumentación acerca de la Teoría de los Dos Satanes. Tal teoría predica, en efecto, que la república democrática fue igualmente agredida por guerrilleros y militares, que de consuno en los hechos, pusieron en jaque a una institucionalidad idílica. Dice Víctor Braccini (fundador del MPP y funcionario del Ministerio de Defensa bajo Fernández Huidobro) que la orientación que le imprimió Menéndez (quien sucedió en la función a E. Fernández Huidobro, figura del MPP) al mismo ministerio, supone que se avalaba la Teoría de los Dos Satanes, o sea, que militares y guerrilleros trajeron al país el totalitarismo de derecha.5 No se entiende, sin embargo, como una posición liderada por Fernández Huidobro y secundada por el propio Braccini, podía oponerse por igual a la “Teoría de los dos Satanes” -instrumento por excelencia de la impunidad militar- y a la investigación de los delitos cometidos en régimen de excepción (tal como lo denunciaron reiteradamente las organizaciones de DDHH y múltiples sectores de la opinión pública).
Se despeja la interrogante, por el contrario, si se entiende que Braccini retiene una versión de la “Teoría de los Dos Satanes” que no apunta a la victimización de las instituciones, sino por el contrario, a la justificación de los protagonistas: en cuanto el ministerio dirigido por Fernández Huidobro bajo dos presidencias (Mujica y Vázquez) obstaculizó la investigación de tales crímenes -como acaba de señalarlo la presidente del INDDHH, cabe inferir que sostenía una versión de esa doctrina que aceptaba y propugnaba la necesidad histórica de tales violaciones del orden democrático.6 Es decir, en vez de entenderse víctimas del proceso que llevó a la dictadura (tal como lo predica la ortodoxia de las versiones “democráticas”), tal versión propugna por el contrario la fatalidad y necesidad de aquel contexto : militares y guerrilleros deben ser igualmente eximidos en aras de la razón de Estado, para superar el desenlace democraticida y sus consecuencias institucionales. De inmediato se infiere quienes son las víctimas al presente de tal visión totalitaria (necesaria y fatalista) de la historia: los familiares de los desaparecidos y asesinados que no conocen siquiera el paradero de los cuerpos o quienes fueron los ejecutores, incluso cuando estos siguen impunes, más allá la comunidad toda, sobre la que pesa el duro fardo ético de la impunidad jurídica y por encima de esta, la impunidad política.
Inversamente proporcional es la lectura de “Navegantes” (grupo cuyo principal inspirador es Esteban Valenti), que emite una declaración donde se responsabiliza al Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros), a través de un eferente actual (el Movimiento de Participación Popular), por la impunidad que ha cundido en las instituciones, e incluso en el gobierno del Frente Amplio.7 El grupo que integra Valenti falta a la verdad contenida en la propia información disponible: el MLN-Tupamaros ha tomado distancia desde hace mucho tiempo del MPP, por distintas vías: la principal ha sido la disconformidad de muchos de sus ex-militantes históricos con los gobiernos frenteamplistas y en particular con el que presidió Mujica. Incluso se llegó a emitir una declaración pública contra el intento del propio Mujica (supuestamente el principal vector de la amalgama MLN-MPP, en la versión que difunde “Navegantes”) de instalar un monumento de “reconciliación” entre guerrilleros y militares (fundiendo el metal de las antiguas armas de unos y otros).8 Una nutrida concurrencia de ex-tupamaros puso de manifiesto, en la presentación del libro de Zabalza “La experiencia tupamara”, la mayor distancia con el gobierno del Frente Amplio condenado por Zabalza, se ve ahora cuan justamente, con especial énfasis en quienes serían según “Navegantes” los principales tupamaros-emepepistas (Mujica y Fernández Huidobro).9 Finalmente el propio MLN, reducido a un número escaso de militantes, ha tomado reiteradamente posición contra las orientaciones de los últimos gobiernos frenteamplistas.
Es curioso que quien desarrolla labor de periodista (el propio Valenti) falte, a través de esa declaración, de la manera más obscena a la propia información disponible. La razón quizás obedezca a su reciente renuncia al Frente Amplio: lo que denuncia como claudicación democrática es aquello que justificó desde la pertenencia más obsecuente durante décadas. Pero más atrás no debemos olvidar su pertenencia al Partido Comunista histórico, el mismo que justificaba las violaciones de los derechos humanos en la Unión Soviética y se convertía, en los hechos, en vector de uno de los bloques que gobernaba la Guerra Fría, a través de la más conspicua condición imperialista. Conviene tener presente que ese régimen “comunista” viene a ser considerado al presente, por una crítica que no cesa de ampliarse, entre los ejemplos más firme de un régimen totalitario. Nos congratulamos de la evolución política de Valenti, sólo lamentamos que sea tan lenta y forzada por lo que es evidente para tantos desde hace tanto tiempo (por ejemplo: para Zabalza).
Finalmente conviene tener en cuenta la opinión de Julio María Sanguinetti, quien sostiene que el Ministerio de Defensa se convirtió en un tembladeral desde el fallecimiento de Fernádez Huidobro.10 El pez por la boca muere: quien pergeñó la impunidad, favoreciendo una ley que necesitó que se apagara el reloj del Parlamento para no votarla fuera de año (pero sí permitiendo que se votara fuera de democracia), quien guardó en una caja fuerte el documento que supuestamente hubiera producido un revival de golpe de Estado, añora que el principal cómplice de los militares desde el gobierno del Frente Amplio (Fernández Huidobro) no estuviera para prolongar la impunidad que él mismo promulgó. Sanguinetti inaugura por esta vía una versión remozada de las Teoría de los dos Satanes: parte de los imputados como satanes pasan a integrar el ejército de los arcángeles. No dudemos de que al frente del Empíreo Celestial de los golpistas de ayer, hoy y siempre, se encontrará Sanguinetti.
Enseñanza y adelante
Hace unos meses destacábamos la significación que adquiere, para la lucha contra la impunidad, que la Asociacion de Familiares de Detenidos Desaparecidos haya abandonado la coordinación gubernamental.11 Lo hizo destacando la impunidad que venía a ser justificada en el ámbito del gobierno del Frente Amplio. Hoy se ven, de forma aún más clara, las raíces de tal percepción y la justeza de la decisión de aquella organización. Pero asimismo conviene destacar que la lucha por los DDHH ha sido, desde hace más de 30 años, la punta de lanza y el principal bastión de la lucha contra la opresión en el Uruguay. Ha ocupado el lugar de avanzada y también de ejemplo a seguir por los movimientos sociales. Es de esperar que tantos otros que componen esta lucha (movimientos de mujeres, movimientos ecologistas, movimientos por la vivienda, movimientos por la tierra y otros), extraigan de la experiencia de la lucha por los DDHH una enseñanza cardinal: en condiciones de globalización nada cabe esperar de los estados-nación, que no provenga de una concesión a la lucha de los movimientos sociales y la opinión pública nucleada en redes, es decir, al contragobierno.
2 “La carta en la que Menéndez confirma que avisó del contenido de las actas a Presidencia” Montevideo Portal (03/04/19)https://www.montevideo.com.uy/Noticias/La-carta-en-la-que-Menendez-confirma-que-aviso-del-contenido-de-las-actas-a-Presidencia-uc714527
3“El Secretario de Presidencia Miguel Ángel Toma se defiende” Uy.press (03/04/19) https://www.uypress.net/auc.aspx?94999
4 “Tabaré Vázquez explicó que no estaba al tanto del contenido de las actas del Tribunal” Montevideo Portal (02/04/19)https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Tabare-Vazquez-explico-que-no-estaba-al-tanto-del-contenido-de-las-actas-del-Tribunal-uc714450
5“Ex secretario de Fernández Huidobro en el Ministerio de Defensa dijo que en 2013 ya había datos sobre el asesinato de Roberto Gomensoro a manos de Gavazzo” Uy.press (03/04/19)https://www.uypress.net/auc.aspx?94978
6“Silveira acusó a Gavazzo de idear y beneficiarse de secuestros en Montevideo y Bs. As.” Montevideo Portal (03/04/19)https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Silveira-acuso-a-Gavazzo-de-idear-y-beneficiarse-de-secuestros-en-Montevideo-y-Bs-As--uc714608
7 “Declaración de Navegantes sobre el Tribunal de Honor a Gavazzo” Uy.press (02/04/19) https://www.uypress.net/auc.aspx?94958
8 “Tupamaros repudian a Huidobro y Pepe Mujica” elDiario(18/06/15) http://www.eldiariointernacional.com/spip.php?article4125
9Ver en este blog “Zabalza, los canallas y tupamplismo”https://ricardoviscardi.blogspot.com/2016/02/zabalzalos-canallas-y-el-tupamplismo-2a.html
10“Sanguinetti apoyó decisión de Vázquez pero apuntó que hubo “grave error” del Ejecutivo” Uy.press (02/04/19) https://www.uypress.net/auc.aspx?94945
11Ver en este blog “La paradoja uruguaya: volver al 68'”https://ricardoviscardi.blogspot.com/2018/05/volveral-68-la-paradoja-uruguaya-2a.html