Parásitos
surcoreanos, iteración mundial de la sociedad, que quizás no exista
como tal
2a.
quincena, enero 2020
El
título que dedica esta actualización de blog al exitoso film
surcoreano Parásitos,1
parasita un subtítulo de Derrida (“Parásitos. Iter,
de la escritura: que quizás no exista como tal”) en firma
acontecimiento contexto.2
A su vez ese subtítulo parasita, en la traducción que se presenta
aquí, la que se ha hecho del mismo al español: “Los parásitos.
Iter,
la escritura: que quizás no existe”.3
Si el lector se preguntara hasta dónde podrían llegar los efectos
de parásito, convendría acotar (y acortar) semejante condición
parásita: Derrida entiende que el lenguaje no existe como tal, es
decir, con una entidad propia y constituida, sino que lo desapropia
(deconstruye, si se quiere) cada intervención locutiva, en cuanto le
es propio acontecer como parásito, es decir, bajo la iteración que
supone, en un mismo efecto, repetición y alteridad.
No
sólo conviene, desde tal perspectiva, vincular entre sí el parásito
con la iteración (repetición que altera), sino admitir además que
si el lenguaje es, como tal, intrínsecamente desviado en sí mismo,
ningún relato que pretenda adquirir significación puede aducir la
totalidad del contexto. Es lo que sucede con la firma, que parasita
el sentido del nombre con un rasgo que lo desvía de toda
homologación normalizada (no existe firma “a máquina”), pero en
cuya singularidad intransferible (e ilegible como singularidad del
trazo, incluso cuando la signatura es legible), consiste la firma
“como tal”. De ahí el título del texto: “firma
acontecimiento contexto”.
Si
el lector se preguntara por el porqué del vínculo entre los
parásitos derrideanos, es decir, por
un lado,
la idem-alteridad
desviante del lenguaje y por
el otro,
los parásitos de que habla la película surcoreana “Parásitos”;
le propondríamos leer la nota sobre la película que ha publicado la
revista Galería.4
Tal
nota nos relata
que la trama del
film
consiste en una “jugada maestra” que tiene un final de “dominó
siniestro e inesperado”. La abisal profundidad del análisis se
corona con la enjundiosa apreciación según la cual “esta joya
del cine coreano no es una rareza”, para luego obsequiarnos una
¿galería? de otras tantas “joyas” del cine surcoreano.
Haciendo
honor al título del artículo, que plantea un “más allá” de
Parásitos,
el
lector ve caer a pico, en medio del embelesamiento cinéfilo del
relato,
un
apunte acerca
de
tanta
excelencia cinematográfica,
que se habría desarrollado,
en Corea del Sur, una vez que se dio
el fin de “los regímenes autoritarios” y “el principio de la
democracia”. Si tal “principio de la democracia” debiera leerse
a la luz de la
escena pública que retrata el
film de Bong
Joon-ho,
cabe desde ya augurar que tendrá un fin de la misma índole que “el
dominó siniestro e inesperado” del que nos habla la articulista de
Galería.
Hete
aquí que un parásito inverso puede intervenir, tal como la
iteración derrideana lo propone (repitiendo el propósito y
alterando el sentido) para decirnos, que en verdad, el film presenta
un déficit
ideológico. En efecto, según el análisis que nos presenta el blog
Micropsia5
todo
sería más claro si la lucha de clases que supone el centro de la
trama no se “desclasara” incluyendo, colateralmente, un conflicto
intra-clase (habría que entender, desde que entra un análisis de
clase, un conflicto intra-proletario). De esta manera el film parece
justificar un “vale todo” (según
la jerga “de clase”, un planteo parasitado por el
neoliberalismo), que desdibuja su dimensión crítica.
Es
decir, mientras todo en el film, según esta crítica, apunta a la
crítica social, la crítica de la sociedad surcoreana se ve
¿parasitada? por la carencia de una perspectiva clasista (en el
“buen sentido” del término “clasista”: como fundamento
conceptual). De esta manera el análisis de Micropsia
termina
por reprocharle al film lo contrario que ensalza el análisis de
Galería,
ya que la perfección formal (cinéfila) se habría convertido en un
obstáculo para el enfoque con fundamento, en
cuanto
la película parece “tan de género” que “cualquier comentario
social parece quedar en segundo plano”.
El
crítico que añora el análisis de clase parece esta vez olvidar el
“Proletarios del mundo, uníos!”. Desde
el Mercedes con
chofer
al “Mini Cooper” “haut de gamme” (que la
dueña de casa
propone, en
un pasaje,
“comprimir” en el garage), incluyendo la alusión al diseño de
la casa (el centro escénico del film) por un “exitosísimo”
arquitecto surcoreano que habría pasado a residir en París,
todo en el film es una metáfora de la globalización. Sin olvidar
que el “dueño de casa” y emblema del éxito social, es un “líder
empresarial” y nada menos que de empresa “tecnológica”.
Si sacamos las notas idiosincráticas
(idioma, estilo, costumbres), el film podría haber transcurrido
en el
barrio
montevideano
de
Carrasco
(sobre todo teniendo en cuenta el margen
del
asentamiento de Carrasco Norte y los manes del “Plan Ceibal”,
buque insignia del Frente Amplio, gallardamente bendecido por la “Ley
de Emergencia” del carrasquense
“gobierno
electo” en nuestro país).
En
efecto, el guión
parasita la noción misma de “riesgo”, no sólo porque culmina
trágicamente
en medio de una “garden party”, sino ante todo, porque el
desideratum
con
que se cierra el periplo de los personajes postula
el mismo paradigma que causó la tragedia. Pero tal “riesgo” (de
liquidación,
tanto del glamour
de
una
“garden party”, como de la ilusión del “paradigma”)
acontece,
a su vez, como
parásito de la “crisis” y de su planteo crítico. La
evaluación del riesgo, a nivel mundial, vino a substituirse
a
la crítica
(incluso, como acabamos de ver, la cinematográfica), en cuanto el
planteo de la crisis (por la crítica) como “visión del mundo”
-ergo: ideología-, se
encuentra parasitado por la “calificación” (que
forma parte)
del riesgo.
En
su análisis del “Riesgo 2020” la consultora Verisk
Maplecroft nos
advierte que 47 países han visto aumentar sus índices de
conflictividad, destacándose a la cabeza, por supuesto, Chile.6
La
empresa de calificación del riesgo (considerado como “protestas y
disturbios”), nos relata entonces que la conflictividad extrema que
habilita la trama de “Parásitos” (el film) se desarrolla hoy en
47 contextos-país diversamente sujetos a parásitos que los afectan
y que tal
tendencia parasitaria
del Orden Mundial
se acrecentará en 2020. Quizás la generalización de la
condición parásita del conflicto con relación a la substancialidad
del orden social conduzca a un contexto en el cual, como en
“Parásitos”, el riesgo sea propiamente el presente de cada
quién. Ante
todo
porque tal presente se
presenta
tan inmediato y voluble como los datos (alarmantes
y alarmados) que
propone la consultora Verisk
Maplecrof,
como efecto (mediático) de la información tecnológicamente
globalizada.
Desde
este punto de vista, la sociedad desaparece como “bien común”,
porque no la sustancia otra condición que la mediación entre partes
mundiales,
que cada una, aspira por
sí misma al
bien. En
cuanto
ninguna substancia puede presentarse como común al bien de todas
las partes por
igual,
habrá que conceder que lo común a todas ellas
pase por el contragobierno, ya que no se puede gobernar lo que no
presenta, como sustancia -ni menos como sujeto-, sino una
mediación (tecnológica)
parásita.
1Parasite,
sitio oficial. Recuperado de: https://www.parasite-movie.com/home/
2En
la edición francesa el título de Derrida se diagrama sin
mayúsculas ni comas, es decir, sin marca de intervalo.
3Derrida,
J. “Firma, acontecimiento, contexto”,
Derrida en castellano. Recuperado
de:
https://redaprenderycambiar.com.ar/derrida/textos/firma_acontecimiento_contexto.htm
4Mántaras,
G. “Más allá de Parásitos: como sumergirse en el cine
surcoreano”, Galería
(retomado
por
Montevideo Portal). Recuperado
de:
https://galeria.montevideo.com.uy/Revista-Galeria/Mas-alla-de-Parasitos-como-sumergirse-en-el-cine-coreano-uc742067
5Lerer,
D. “Análisis de “Parasite” de Bong Joon-ho (con spoilers)”,
Micropsia.
Recuperado
de:
https://www.micropsiacine.com/2020/01/estrenos-critica-de-parasite-de-bong-joon-ho-2/
6“Perspectiva
de riesgo político 2020”, Uy.press.
Recuperado
de: https://www.uypress.net/auc.aspx?101586