29.1.20


Parásitos surcoreanos, iteración mundial de la sociedad, que quizás no exista como tal

2a. quincena, enero 2020


El título que dedica esta actualización de blog al exitoso film surcoreano Parásitos,1 parasita un subtítulo de Derrida (“Parásitos. Iter, de la escritura: que quizás no exista como tal”) en firma acontecimiento contexto.2 A su vez ese subtítulo parasita, en la traducción que se presenta aquí, la que se ha hecho del mismo al español: “Los parásitos. Iter, la escritura: que quizás no existe”.3 Si el lector se preguntara hasta dónde podrían llegar los efectos de parásito, convendría acotar (y acortar) semejante condición parásita: Derrida entiende que el lenguaje no existe como tal, es decir, con una entidad propia y constituida, sino que lo desapropia (deconstruye, si se quiere) cada intervención locutiva, en cuanto le es propio acontecer como parásito, es decir, bajo la iteración que supone, en un mismo efecto, repetición y alteridad.

No sólo conviene, desde tal perspectiva, vincular entre sí el parásito con la iteración (repetición que altera), sino admitir además que si el lenguaje es, como tal, intrínsecamente desviado en sí mismo, ningún relato que pretenda adquirir significación puede aducir la totalidad del contexto. Es lo que sucede con la firma, que parasita el sentido del nombre con un rasgo que lo desvía de toda homologación normalizada (no existe firma “a máquina”), pero en cuya singularidad intransferible (e ilegible como singularidad del trazo, incluso cuando la signatura es legible), consiste la firma “como tal”. De ahí el título del texto: “firma acontecimiento contexto”.

Si el lector se preguntara por el porqué del vínculo entre los parásitos derrideanos, es decir, por un lado, la idem-alteridad desviante del lenguaje y por el otro, los parásitos de que habla la película surcoreana “Parásitos”; le propondríamos leer la nota sobre la película que ha publicado la revista Galería.4 Tal nota nos relata que la trama del film consiste en una “jugada maestra” que tiene un final de “dominó siniestro e inesperado”. La abisal profundidad del análisis se corona con la enjundiosa apreciación según la cual “esta joya del cine coreano no es una rareza”, para luego obsequiarnos una ¿galería? de otras tantas “joyas” del cine surcoreano.

Haciendo honor al título del artículo, que plantea un “más allá” de Parásitos, el lector ve caer a pico, en medio del embelesamiento cinéfilo del relato, un apunte acerca de tanta excelencia cinematográfica, que se habría desarrollado, en Corea del Sur, una vez que se dio el fin de “los regímenes autoritarios” y “el principio de la democracia”. Si tal “principio de la democracia” debiera leerse a la luz de la escena pública que retrata el film de Bong Joon-ho, cabe desde ya augurar que tendrá un fin de la misma índole que “el dominó siniestro e inesperado” del que nos habla la articulista de Galería.

Hete aquí que un parásito inverso puede intervenir, tal como la iteración derrideana lo propone (repitiendo el propósito y alterando el sentido) para decirnos, que en verdad, el film presenta un déficit ideológico. En efecto, según el análisis que nos presenta el blog Micropsia5 todo sería más claro si la lucha de clases que supone el centro de la trama no se “desclasara” incluyendo, colateralmente, un conflicto intra-clase (habría que entender, desde que entra un análisis de clase, un conflicto intra-proletario). De esta manera el film parece justificar un “vale todo” (según la jerga “de clase”, un planteo parasitado por el neoliberalismo), que desdibuja su dimensión crítica.

Es decir, mientras todo en el film, según esta crítica, apunta a la crítica social, la crítica de la sociedad surcoreana se ve ¿parasitada? por la carencia de una perspectiva clasista (en el “buen sentido” del término “clasista”: como fundamento conceptual). De esta manera el análisis de Micropsia termina por reprocharle al film lo contrario que ensalza el análisis de Galería, ya que la perfección formal (cinéfila) se habría convertido en un obstáculo para el enfoque con fundamento, en cuanto la película parece “tan de género” que “cualquier comentario social parece quedar en segundo plano”.

El crítico que añora el análisis de clase parece esta vez olvidar el “Proletarios del mundo, uníos!”. Desde el Mercedes con chofer al “Mini Cooper” “haut de gamme” (que la dueña de casa propone, en un pasaje, “comprimir” en el garage), incluyendo la alusión al diseño de la casa (el centro escénico del film) por un “exitosísimo” arquitecto surcoreano que habría pasado a residir en París, todo en el film es una metáfora de la globalización. Sin olvidar que el “dueño de casa” y emblema del éxito social, es un “líder empresarial” y nada menos que de empresa “tecnológica”. Si sacamos las notas idiosincráticas (idioma, estilo, costumbres), el film podría haber transcurrido en el barrio montevideano de Carrasco (sobre todo teniendo en cuenta el margen del asentamiento de Carrasco Norte y los manes del “Plan Ceibal”, buque insignia del Frente Amplio, gallardamente bendecido por la “Ley de Emergencia” del carrasquense “gobierno electo” en nuestro país).

En efecto, el guión parasita la noción misma de “riesgo”, no sólo porque culmina trágicamente en medio de una “garden party”, sino ante todo, porque el desideratum con que se cierra el periplo de los personajes postula el mismo paradigma que causó la tragedia. Pero tal “riesgo” (de liquidación, tanto del glamour de una “garden party”, como de la ilusión del “paradigma”) acontece, a su vez, como parásito de la “crisis” y de su planteo crítico. La evaluación del riesgo, a nivel mundial, vino a substituirse a la crítica (incluso, como acabamos de ver, la cinematográfica), en cuanto el planteo de la crisis (por la crítica) como “visión del mundo” -ergo: ideología-, se encuentra parasitado por la “calificación” (que forma parte) del riesgo. En su análisis del “Riesgo 2020” la consultora Verisk Maplecroft nos advierte que 47 países han visto aumentar sus índices de conflictividad, destacándose a la cabeza, por supuesto, Chile.6

La empresa de calificación del riesgo (considerado como “protestas y disturbios”), nos relata entonces que la conflictividad extrema que habilita la trama de “Parásitos” (el film) se desarrolla hoy en 47 contextos-país diversamente sujetos a parásitos que los afectan y que tal tendencia parasitaria del Orden Mundial se acrecentará en 2020. Quizás la generalización de la condición parásita del conflicto con relación a la substancialidad del orden social conduzca a un contexto en el cual, como en “Parásitos”, el riesgo sea propiamente el presente de cada quién. Ante todo porque tal presente se presenta tan inmediato y voluble como los datos (alarmantes y alarmados) que propone la consultora Verisk Maplecrof, como efecto (mediático) de la información tecnológicamente globalizada.

Desde este punto de vista, la sociedad desaparece como “bien común”, porque no la sustancia otra condición que la mediación entre partes mundiales, que cada una, aspira por sí misma al bien. En cuanto ninguna substancia puede presentarse como común al bien de todas las partes por igual, habrá que conceder que lo común a todas ellas pase por el contragobierno, ya que no se puede gobernar lo que no presenta, como sustancia -ni menos como sujeto-, sino una mediación (tecnológica) parásita.



1Parasite, sitio oficial. Recuperado de: https://www.parasite-movie.com/home/
2En la edición francesa el título de Derrida se diagrama sin mayúsculas ni comas, es decir, sin marca de intervalo.
3Derrida, J. “Firma, acontecimiento, contexto”, Derrida en castellano. Recuperado de: https://redaprenderycambiar.com.ar/derrida/textos/firma_acontecimiento_contexto.htm
4Mántaras, G. “Más allá de Parásitos: como sumergirse en el cine surcoreano”, Galería (retomado por Montevideo Portal). Recuperado de: https://galeria.montevideo.com.uy/Revista-Galeria/Mas-alla-de-Parasitos-como-sumergirse-en-el-cine-coreano-uc742067
5Lerer, D. “Análisis de “Parasite” de Bong Joon-ho (con spoilers)”, Micropsia. Recuperado de: https://www.micropsiacine.com/2020/01/estrenos-critica-de-parasite-de-bong-joon-ho-2/
6Perspectiva de riesgo político 2020”, Uy.press. Recuperado de: https://www.uypress.net/auc.aspx?101586