Aterrizaje
cholulo en Año Nuevo
1a
quincena, enero 2020
Viralidad
cholula
Como
a tantas otras direcciones, según me enteré acto seguido, llegó a
la mía propia el 31 de diciembre pasado (ayer) un video cholulo1
de Año Nuevo, con un relato efectista de desencanto. Tal efecto se
sostiene en el equívoco que desarrolla el montaje, entre la
afirmación del inicio (“este vuelo durará 12 meses”) y la
leyenda del final (“Feliz Aterrizaje en Año Nuevo”). Se desliza,
a través de la contraposición entre una duración anual a futuro y
la inminencia de un aterrizaje al inicio del Año Nuevo, una doble
connotación, o mejor, una connotación redoblada: a) el Año Nuevo
no traerá nada a festejar, como no sea otra pista a carretear, b) el
viaje que se inicia a Fin de Año es pura ficción, una misma
realidad nos espera al fin del Fin de Año.
La
primera connotación se subordina jerárquicamente a la segunda: en
este significado, la ficción siempre se topa, a fin de cuentas (y en
este caso de Año) con la realidad. La eficacia y la cholulez del
video consisten, sin embargo y por igual, en el solapamiento entre
ficción y realidad, a través del equívoco que se elabora desde el
inicio del montaje, entre el anuncio de un viaje que durará 12 meses
y el desenlace de un aterrizaje en el inicio del mismo período
anual. El video es eficaz, por consiguiente, porque se sostiene en el
equívoco que introduce el montaje, por otro lado, es cholulo porque
reduce la contraposición Moderna entre ficción (ilusionada con el
Fin del Año Viejo) y realidad (desencantada en el arranque del Nuevo
Año) a una estratagema del relato.
Tal
cholulez habilita, sin embargo, a poner de relieve que la oposición
ficción/realidad no puede resistir a la intervención del relato, o
lo que significa lo mismo, que para que la ficción se oponga a la
realidad (y viceversa), tal como lo supone (o más bien, sub-pone) la
Modernidad; se hace indispensable la intervención de un relato, que
diferencie (por el sentido) la ficción de la realidad objetiva (de
la referencia). Como lo expresara un título de Baudrillard: El
otro por sí mismo.2
Accidentado
aterrizaje cholulo
Desde
ficción a realidad transcurría, ayer mismo, un relato de Fin de Año
entre comensales ante los que me enorgullecía el relato de los vinos
que me tocó elegir: Malbec, Carmenere, Cabernet Sauvignon y Tannat,
en progresión acorde a entradas sabrosas y plato fuerte, a cargo,
para mi fortuna, de un grupo de comensales integrado por varios chefs
profesionales. No se trataba propiamente de un grupo de conocidos, ya
que alternaban en la misma mesa familiares, amigos y allegados, como
suele suceder cuando se celebra Fin de Año/Año Nuevo, ocasión más
abierta socialmente que el festejo familiar de Nochebuena/Navidad.
Pese
a la composición variopinta del grupo y el desconocimiento personal
previo a la noche entre la mayoría, se instalo alrededor de la mesa
un clima de simpatía y alegría como, mal que le pese al desencanto
de la Modernidad (incluso en versión cholula para la red), suele
suceder en Fin de Año. Una vez llegado el momento culminante de la
noche, el espumante rebosó desde el borde del Año Nuevo, cuando una
comensal no tuvo mejor ocurrencia que verter, desde el parlante hacia
el chocar de copas, el espumarajo de un discurso añejado (supongo)
entre los bytes de su celular.
Desde
las primeras oraciones reconocí, entre el tono chabacano y la prosa
malintencionada, el graznar ideológico del Chicotazo del Siglo XXI,
de forma tal que no medió intervalo alguno entre tan desagradada
percepción y la súbita exclamación que le dediqué:
-Es
el canalla !!
-Es
el que quiso instalar una mina a cielo abierto !!
-Es
el que quiso construir un monumento de reconciliación fundiendo las
armas de los guerrilleros con las de sus verdugos que siguen impunes
!!
Hubiera
podido seguir la lista hasta recordar, por lo menos, media docena más
de lacras del mismo personaje,3
cuando me detuvo la súbita transformación del escenario de
celebración que siguió a mis jaculatorias: uno de los comensales
lanzó una exclamación de alarma (que no puedo recordar
precisamente) y se lanzó despavorido hacia interiores, el silencio
consternado cundió en el entorno y quien pretendió difundir un
Mensaje de Año Nuevo Post-Ruralista, sólo atinó a pronunciar unas
pocas frases tan gastadas como mendaces acerca de la lucha de los
pueblos de América, incurriendo además, en una torpe referencia
Chile, donde tal pueblo americano ajustició ideológicamente a toda
suerte de arribista y oportunista, al punto de dar por caduca la
diferencia izquierda-derecha.4
Desde
allí, que no era precisamente Chile, la fiesta cambió: la cholulez
había aterrizado en una pista que no era ni ficticia ni real, sino
tan sólo inapropiada para una máquina que carreteara la estupidez.
El
equilibrio del gesto
La
celeridad de una reacción puede considerarse destemplada a la luz de
una diferencia entre realidad y ficción de un objeto. Pero así
como se funden en el video cholulo de Fin de Año realidad y ficción
en la secuencia del relato, para producir un efecto de verosimilitud
“objetiva” (es decir, Moderna), para la eficacia mediática del
cholulismo político la ficción cunde como realidad
instantáneamente por la emisión. Por esa vía la condición
tecnológica de la mediación “en tiempo real” anula la
periodicidad en el tiempo, obtura el transcurso de la sucesión
temporal bajo una dominante de ficción (como si) fuera realidad, o
de realidad (como si) fuera ficción. No se trata, ni se trató
nunca, para la Modernidad, de “La vida es sueño” (es fugaz,
efímera, intrascendente: no es “real”),5
incluso para la culminación Moderna “La vida imita al arte” (la
realidad es más imaginativa que la ficción).6
La
desaparición (en “tiempo real”) del intervalo que lleva a
diferenciar (para oponerlas entre sí: di-ferir) ficción de
realidad, tal como lo requiere la significación Moderna de la
Humanidad (es decir, de la esencia del Hombre como conciencia), nos
deja a la merced de la deshumanización (la marginalidad), de la
crueldad más extrema (los refugiados en alta mar), de la
manipulación más sórdida (las “fake news”) y también del
cholulismo más desembozado (Bolsonaro, Macri, Mujica).
Ante
la instantaneidad mediática del efecto manipulado “a distancia”
(que es lo mismo que decir “en tiempo real”), la reacción que no
podemos contener es el mejor “medio” (valga la redundancia
mediática), para evitar que cunda, más allá del parlante o la
pantalla, el objetivo del sentido objetivamente manipulado (por un
aparato de programación). Tal inmediatez es la que llevó a la
insurgencia chilena, aparentemente sin sentido “realista”, que
tras la suba del costo del transporte en 30 pesos acuñó la fórmula
“No son 30 pesos, son 30 años” (de pinochetismo), la que tras la
difusión viral de un video de internauta desencadenó en Francia la
revuelta de los “Chalecos Amarillos”, la que provocó tras los
anuncios de Lenin Moreno, la revuelta indigenista en Ecuador.
No
se trata de espontaneidad (el paso inmediato de la ficción a la
realidad), ni de sublevación (la lenta acumulación de ficción que
produce el cambio real), sino de equilibrancia (el gesto del
acróbata o del malabarista) que corrige en el mismo acto aquello que
súbitamente amenaza un equilibrio sin naturaleza estable posible.7
Los canallas pueden contar desde ya con la peor pista de aterrizaje:
la que nunca consistirá en un piso firme.
1Ver
sobre el americanismo “cholulo/a”:
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Cholula
2Baudrillard,
Jean, “El otro por sí mismo”. Recuperado de:
http://www.medicinayarte.com/img/biblioteca_virtual_pubilica_baudrillard_el_otroporsi_mismo.pdf
3Con
ánimo de no fatigar al lector no cito sino dos entre las que
quedaron para agregar: cuando se ufanó de haber recibido un puñado
de refugiados de Guantánamo a cambio de una exportación de
naranjas a los EEUU (ver en este blog
https://ricardoviscardi.blogspot.com/2016/05/naranjaspor-humanos-y-derechos-por.html)
y sólo unas semanas atrás cuando denostó las reivindicaciones
feministas que supuestamente habilitó durante su propio mandato
presidencial (pero que ahora obstaculizan el propósito de una
alianza parlamentaria hacia el centro-derecha):
https://www.uypress.net/auc.aspx?101034
4Doy
fe del vuelco ideológico chileno tras permanecer en Santiago del 12
de noviembre al 17 del mismo mes del año ahora pasado, sobre todo,
tras haber participado del Encuentro “La cuestión de las
Humanidades: materiales para la discusión constituyente”
organizado por la Facultad de Filosofía y Humandades de la
Universidad de Chile.
5Calderón
de la Barca, P. (2013). La vida es sueño. Madrid: Alianza.
6La
frase es de Oscar Wilde “La vida imita al arte mucho más que el
arte imita a la vida”. Recuperado de:
https://akifrases.com/frase/172104
7Viscardi,
R. (2016). Equilibrancia. El equilibrio de la red. Montevideo:
Universidad de la República. Recientemente Elías Pérez se doctoró
en filosofía (2019), en la Universidad Paris8-St. Denis con la
tesis “Logique de la séparation”, que contiene un planteo
concomitante sobre el equilibrio.