18.3.20


Entre el Coronavirus y el tren de UPM2: las paradojas de la globalización


2a. quincena, marzo 2020


Cuarentena: el “tiempo irreal”


La expresión “tiempo real” designa la interface entre dos sistemas, naturales o artificiales, que producen conjuntamente un efecto acorde a una misma escala temporal.1 Si se chatea a distancia con un interlocutor, aunque se trate de personas que se encuentran en las antípodas del globo, el intercambio se sostiene a través de un medio cibernético, en una secuencia temporal acorde a la conversación presencial entre las partes. El uso del término “tiempo real” privilegia la referencia cibernética, por lo tanto, “tiempo real” asigna condición “real” a la efectividad de la interface que vincula, entre sí, a dos (o más) artefactos.

Este “tiempo real” de un vínculo sostenido artefactualmente se encuentra a las antípodas de la recomendación sanitaria que cunde con fuerza (policial incluso) de ley,2 ante la pandemia del Coronavirus: aislarse a domicilio en caso de infección, para evitar toda interacción posible con un nuevo receptor-transmisor del virus. En cuanto favorece los vínculos públicos (por ejemplo, mediante GPS), la conexión a distancia en “tiempo real” configura la condición de posibilidad de una paradójica campaña de opinión universal, ya que se propone lograr por vinculación mediática el mayor aislamiento posible, tanto del virus como de su portador. Puede afirmarse, tanto por derivación conceptual como terminológica, que los medios han promovido un “tiempo irreal” al viralizar, en “tiempo real”, la máxima de aislar al Coronavirus de toda interface entre el ambiente privado del receptor y el medio ambiente público.

De esta manera cierto “tiempo irreal” le debe la existencia, incluso mediática, al “tiempo real”, en cuanto este último se constituye en el agente más eficaz de toda circulación que inhiba la propagación del Coronavirus (en particular, de aquella transmisión que trasciende fronteras por medio del transporte aéreo). Para disminuir la circulación patógena del virus, confinándolo en un “tiempo irreal”, se recurre al “tiempo real” habilitado, a su vez, por el parque tecnológico disponible.

Cierta concomitancia estratégica entre la viralidad cibernética y la viralidad biológica, que se propone reducir el contagio por Coronavirus a escala mundial, pone de manifiesto un vínculo determinante, tanto de índole pública como cibernética, entre los medios de comunicación y la infección provocada por el Coronavirus.


El accidente global


Así como el “tiempo real” de la regulación conceptual, particularmente cibernética, produce el “tiempo irreal” del aislamiento conectado, el “tiempo real” es él mismo efecto del “tiempo natural” de la alternancia evolución/revolución. Aunque la versión más clásica de esta alternancia se vincule a la “revolución social”, la “tercera ola” tecnológica (por no poner sino un ejemplo) se presenta a sí misma como un “salto revolucionario”.3 La alternancia cíclica evolución/revolución requiere la intervención determinante de la racionalidad humana (es decir, de la Humanidad), cuya fórmula clásica procuró Hegel, en tanto paso de la “acumulación cuantitativa” (evolutiva) al “salto cualitativo” (revolucionario). Hegel lo ejemplifica en la progresiva acumulación (cuantitativa) de frío por el agua, que súbitamente cristaliza en el salto (cualitativo) a hielo.4

La calidad puede ser “medida”, bajo el paradigma moderno que inaugura Hegel, a través de un dictamen de cantidad, por lo tanto, la continuidad (histórica incluso) del proceso puede ser determinada por cuantificación (incluso numérica) de su “base material”. Bajo el gobierno de este criterio, suponemos que una curva de acentuación de la pobreza, medida en indicadores de ingreso con relación a costo de vida, puede dar la pauta de la “necesidad” de una revolución social (por más que el modelo haya fallado reiteradamente, el criterio permanece, inspirado por el paradigma de la Modernidad).

Pese a haber generado el “tiempo real” de la cibernética, la racionalidad conceptual de la Modernidad colapsa, víctima necesariamente paradójica de su creatura: Frankestein. McLuhan señalaba la catástrofe que podía acarrear un mundo gobernado informáticamente, en cuanto la conexión generalizada, habilitada por la tecnología determinaría, con su accidente, un colapso mundializado.5 La misma percepción de una accidentalidad generalizada es planteada por Virilio6, en cuanto la condición cibernética en “tiempo real” de las estrategias (militares, informativas, demográficas), conlleva la posibilidad del “accidente de los accidentes”, es decir el “accidente global”. La índole funcional de la información globalizada conlleva la implosión del sentido, ante la desaparición de toda destinación otra que la eficiencia del propio sistema (en el canal de Shannon, tanto el emisor como el receptor son “cajas negras”, silenciadas en aras del cálculo informático). Como lo dijera Baudrillard, “el cristal se venga”.

La venganza ocurrió en Wuhan, cuna del Coronavirus, lugar que se constituyó (en “tiempo real”) en origen de la infección. Ese lugar trasciende, desde entonces, un ciclo natural de reproducción virósica del animal al humano (zoonosis), según una alternancia cíclica del tipo evolución-(biológica)//revolución-(inmunológica). Wuhan subraya en rojo un hipervínculo de “link”, sobre el que “cliquea” un mundo de gente previamente globalizada: un “accidente global”, tal como lo describieron McLuhan y Virilio.


La mediación va por adentro


Describiendo la situación por la que atravesó en su infancia, cuando el ejército alemán invadió Francia y particularmente su ciudad natal, Nantes, Virilio señala que no existe resistencia sin ocupación. En cuanto el territorio francés fue ocupado por el ejército bajo las órdenes del gobierno nazi, los franceses desarrollaron la resistencia porque lo propio les era mancillado por el invasor.7 Esta dialéctica entre ocupación y resistencia se potencia ad infinitum cuando la interface cibernética vincula “en tiempo real” a cada quien con otros tantos destinatarios y destinadores on-line. Como lo ha señalado McLuhan, la frontera se convierte, en ese caso, en “resonancia”.8 Que la frontera se convierta en resonancia resuena, ante todo en la memoria de nuestra civilización, es decir, en la metafísica, ya que esta recibe incluso su nombre, de un límite entre la física y lo que está más allá de ella. Por esa razón se puede abordar la metafísica, como lo sostenía Silva García,9 en tanto que “cuestión de los límites”. Esta cuestión de los límites es asimismo la cuestión central del criticismo en Kant: no sobrepasar los límites de la razón, reconocer los límites que impone la experiencia de los sentidos.

Lo que denominamos “tiempo real” es global porque mundialmente ilimitado, pero asimismo, es ilimitante en tanto que confín, que se da cada quién a partir de un territorio propio. Cierta proporción entre lo ilimitado y lo ilimitante corresponde, en el planteo de Virilio, al análisis del vínculo entre ocupación y resistencia, que trasunta el propio título del libro: “La administración del miedo”. Miedo a quedar fuera del proceso económico mundial, miedo a ser avasallado por la inseguridad, miedo al ataque informático, miedo al Coronavirus. Pero asimismo miedo administrado por cada quien, en el cotejo entre inseguridad y justicia, tecnología y trascendencia, Coronavirus y gubernamentalidad.

Los poderes mundiales intervienen, en este cotejo de todos y cada uno, ante todo por ocupación mediática. Esta dista mucho de ser inocente o mero efecto de una difusión eficaz. Quizás uno de los mejores ejemplos provenga del bombardeo propagandístico que ha precedido a la instalación de megaplantas de celulosa en el Uruguay, abismalmente más sutil desde Botnia en 2005 hasta UPM2 en nuestros días, que el miedo infundido por el tronar de los aviones alemanes sobre Nantes. Este tronar de la necesidad mundialista desde los aparatos de difusión mediática probablemente resulte ser más letal, a largo plazo, que el sobrevuelo de los Junker alemanes, si se tiene en cuenta que el proyecto de UPM2 prevé, en el Uruguay, que los trenes cargados con sustancias químicas tóxicas (ácido sulfúrico y cloro) atraviesen los centros poblados de varias ciudades del país.10 Mientras el común se aterra ante el Coronavirus que por el momento no presenta, felizmente, ni siquiera un caso crítico en el Uruguay (en 50 registrados hasta el día de hoy), la “necesidad económica” de formar parte del desarrollo mundialista predicaba recientemente, en la persona de un (dos veces) ex-presidente, las ventajas comparativas de un posible accidente letal a escala urbana.11

Si los griegos entendieron la cuestión del ser a través de paradojas, es decir, la discusión de opiniones contradictorias entre sí e igualmente verosímiles, seguramente la misma discusión se encuentre incluso más vigente al presente, en cuanto la interpelación mediática tiende a confundir el miedo a la crisis (de seguridad, económica, sanitaria, etc.) con la existencia crítica (en el pensamiento) de cada uno. Esta paradoja quizás sea la del Coronavirus, sobre el que se predica la unidad del Cuerpo Social, con el objetivo de ganar tiempo hasta que los anticuerpos de cada quien puedan poner coto a la enfermedad, tal como ha ocurrido en Wuhan, o quizás sea más justo decir, en razón del accidente global que cundió por Wuhan.



1La búsqueda no conduce a información académica específica sobre “Tiempo real”, mientras la propia la discusión on-line en Wikipedia no presenta referencias externas. Ver "Tiempo real”, Wikipedia. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Tiempo_real
2Denunciaron a Carmela Hontou por violación de las disposiciones sanitarias” Montevideo Portal (17/03/20) Recuperado de: https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Denunciaron-a-Carmela-Hontou-por-violacion-de-las-disposiciones-sanitarias-uc747290
3Luna, R. “La Tercera Ola: estamos preparados?”. Recuperado de: http://www.robertoluna.es/la-economia-de-la-tercera-ola-estamos/
4Hegel, G. (1968). Ciencia de la Lógica (Primera Parte). Buenos Aires: Ediciones Solar, pp. 473-474.
5McLuhan, M. (1996). Comprender los medios de comunicación. Buenos Aires: Paidós, p.347.
6Virilio, P. (1998). La bombe informatique. Paris: Galilée, p. 148.
7Virilio, P. (2010). L’administration de la peur. Paris: Textuel, pp. 15-16.
8McLuhan, M., Powers, B.R. (1993). La aldea global. Barcelona: Gedisa, p. 149.
9Ver en este blog “Mario Silva García: la universalidad de un pensador uruguayo” https://ricardoviscardi.blogspot.com/2012/01/mario-silva-garcia-la-universalidad-de.html
10"Tren de UPM trasladará productos químicos peligrosos de forma frecuente” Reactiva (20/01/18) Recupeado de: https://www.reactiva.com.uy/tren-de-upm2-trasladara-productos-quimicos-peligrosos-de-forma-frecuente/
11A fin de mes presentan las firmas que buscan parar el tren de UPM” El Observador (17/02/20) Recuperado de: https://www.elobservador.com.uy/nota/a-fin-de-mes-presentan-las-firmas-que-busca-frenar-el-tren-de-upm-2020217504