Entre
el Coronavirus y el tren de UPM2: las paradojas de la globalización
2a.
quincena, marzo 2020
Cuarentena:
el “tiempo irreal”
La
expresión “tiempo real” designa la interface entre dos sistemas,
naturales o artificiales, que producen conjuntamente un efecto acorde
a una misma escala temporal.1
Si se chatea a distancia con un interlocutor, aunque se trate de personas que se encuentran en las antípodas del globo, el
intercambio se sostiene a través de un medio cibernético, en una
secuencia temporal acorde a la conversación presencial entre las
partes. El uso del término “tiempo real” privilegia la
referencia cibernética, por lo tanto, “tiempo real” asigna
condición “real” a la efectividad de la interface que vincula,
entre sí, a dos (o más) artefactos.
Este
“tiempo real” de un vínculo sostenido artefactualmente se
encuentra a las antípodas de la recomendación sanitaria que cunde
con fuerza (policial incluso) de ley,2
ante la pandemia del Coronavirus: aislarse a domicilio en caso de
infección, para evitar toda interacción posible con un nuevo
receptor-transmisor del virus. En cuanto favorece los vínculos
públicos (por ejemplo, mediante GPS), la conexión a distancia en
“tiempo real” configura la condición de posibilidad de una
paradójica campaña de opinión universal, ya que se propone
lograr por vinculación mediática el mayor aislamiento posible,
tanto del virus como de su portador. Puede afirmarse, tanto por
derivación conceptual como terminológica, que los medios han
promovido un “tiempo irreal” al viralizar, en “tiempo real”,
la máxima de aislar al Coronavirus de toda interface entre el
ambiente privado del receptor y el medio ambiente público.
De
esta manera cierto “tiempo irreal” le debe la existencia, incluso
mediática, al “tiempo real”, en cuanto este último se
constituye en el agente más eficaz de toda circulación que inhiba
la propagación del Coronavirus (en particular, de aquella
transmisión que trasciende fronteras por medio del transporte
aéreo). Para disminuir la circulación patógena del virus,
confinándolo en un “tiempo irreal”, se recurre al “tiempo
real” habilitado, a su vez, por el parque tecnológico disponible.
Cierta
concomitancia estratégica entre la viralidad cibernética y la
viralidad biológica, que se propone reducir el contagio por
Coronavirus a escala mundial, pone de manifiesto un vínculo
determinante, tanto de índole pública como cibernética, entre los
medios de comunicación y la infección provocada por el Coronavirus.
El
accidente global
Así
como el “tiempo real” de la regulación conceptual,
particularmente cibernética, produce el “tiempo irreal” del
aislamiento conectado, el “tiempo real” es él mismo efecto del
“tiempo natural” de la alternancia evolución/revolución. Aunque
la versión más clásica de esta alternancia se vincule a la
“revolución social”, la “tercera ola” tecnológica (por no
poner sino un ejemplo) se presenta a sí misma como un “salto
revolucionario”.3
La alternancia cíclica evolución/revolución requiere la
intervención determinante de la racionalidad humana (es decir, de la
Humanidad), cuya fórmula clásica procuró Hegel, en tanto paso de
la “acumulación cuantitativa” (evolutiva) al “salto
cualitativo” (revolucionario). Hegel lo ejemplifica en la
progresiva acumulación (cuantitativa) de frío por el agua, que
súbitamente cristaliza en el salto (cualitativo) a hielo.4
La
calidad puede ser “medida”, bajo el paradigma moderno que
inaugura Hegel, a través de un dictamen de cantidad, por lo tanto,
la continuidad (histórica incluso) del proceso puede ser determinada
por cuantificación (incluso numérica) de su “base material”.
Bajo el gobierno de este criterio, suponemos que una curva de
acentuación de la pobreza, medida en indicadores de ingreso con
relación a costo de vida, puede dar la pauta de la “necesidad”
de una revolución social (por más que el modelo haya fallado
reiteradamente, el criterio permanece, inspirado por el paradigma de
la Modernidad).
Pese
a haber generado el “tiempo real” de la cibernética, la
racionalidad conceptual de la Modernidad colapsa, víctima
necesariamente paradójica de su creatura: Frankestein. McLuhan
señalaba la catástrofe que podía acarrear un mundo gobernado
informáticamente, en cuanto la conexión generalizada, habilitada
por la tecnología determinaría, con su accidente, un colapso
mundializado.5
La misma percepción de una accidentalidad generalizada es planteada
por Virilio6,
en cuanto la condición cibernética en “tiempo real” de las
estrategias (militares, informativas, demográficas), conlleva la
posibilidad del “accidente de los accidentes”, es decir el
“accidente global”. La índole funcional de la información
globalizada conlleva la implosión del sentido, ante la desaparición
de toda destinación otra que la eficiencia del propio sistema (en el
canal de Shannon, tanto el emisor como el receptor son “cajas
negras”, silenciadas en aras del cálculo informático). Como lo
dijera Baudrillard, “el cristal se venga”.
La
venganza ocurrió en Wuhan, cuna del Coronavirus, lugar que se
constituyó (en “tiempo real”) en origen de la infección. Ese
lugar trasciende, desde entonces, un ciclo natural de reproducción
virósica del animal al humano (zoonosis), según una alternancia
cíclica del tipo evolución-(biológica)//revolución-(inmunológica).
Wuhan subraya en rojo un hipervínculo de “link”, sobre el que
“cliquea” un mundo de gente previamente globalizada: un
“accidente global”, tal como lo describieron McLuhan y Virilio.
La
mediación va por adentro
Describiendo
la situación por la que atravesó en su infancia, cuando el ejército
alemán invadió Francia y particularmente su ciudad natal, Nantes,
Virilio señala que no existe resistencia sin ocupación. En cuanto
el territorio francés fue ocupado por el ejército bajo las órdenes
del gobierno nazi, los franceses desarrollaron la resistencia porque
lo propio les era mancillado por el invasor.7
Esta dialéctica entre ocupación y resistencia se potencia ad
infinitum cuando la interface cibernética vincula “en tiempo
real” a cada quien con otros tantos destinatarios y destinadores
on-line. Como lo ha señalado McLuhan, la frontera se convierte, en
ese caso, en “resonancia”.8
Que la frontera se convierta en resonancia resuena, ante todo en la
memoria de nuestra civilización, es decir, en la metafísica, ya que
esta recibe incluso su nombre, de un límite entre la física y lo
que está más allá de ella. Por esa razón se puede abordar la
metafísica, como lo sostenía Silva García,9
en tanto que “cuestión de los límites”. Esta cuestión de los
límites es asimismo la cuestión central del criticismo en Kant: no
sobrepasar los límites de la razón, reconocer los límites que
impone la experiencia de los sentidos.
Lo
que denominamos “tiempo real” es global porque mundialmente
ilimitado, pero asimismo, es ilimitante en tanto que confín, que se
da cada quién a partir de un territorio propio. Cierta proporción
entre lo ilimitado y lo ilimitante corresponde, en el planteo de
Virilio, al análisis del vínculo entre ocupación y resistencia,
que trasunta el propio título del libro: “La administración del
miedo”. Miedo a quedar fuera del proceso económico mundial, miedo
a ser avasallado por la inseguridad, miedo al ataque informático,
miedo al Coronavirus. Pero asimismo miedo administrado por cada
quien, en el cotejo entre inseguridad y justicia, tecnología y
trascendencia, Coronavirus y gubernamentalidad.
Los
poderes mundiales intervienen, en este cotejo de todos y cada uno,
ante todo por ocupación mediática. Esta dista mucho de ser inocente
o mero efecto de una difusión eficaz. Quizás uno de los mejores
ejemplos provenga del bombardeo propagandístico que ha precedido a
la instalación de megaplantas de celulosa en el Uruguay,
abismalmente más sutil desde Botnia en 2005 hasta UPM2 en nuestros
días, que el miedo infundido por el tronar de los aviones alemanes
sobre Nantes. Este tronar de la necesidad mundialista desde los
aparatos de difusión mediática probablemente resulte ser más
letal, a largo plazo, que el sobrevuelo de los Junker alemanes, si se
tiene en cuenta que el proyecto de UPM2 prevé, en el Uruguay, que
los trenes cargados con sustancias químicas tóxicas (ácido
sulfúrico y cloro) atraviesen los centros poblados de varias
ciudades del país.10
Mientras el común se aterra ante el Coronavirus que por el momento
no presenta, felizmente, ni siquiera un caso crítico en el Uruguay
(en 50 registrados hasta el día de hoy), la “necesidad económica”
de formar parte del desarrollo mundialista predicaba recientemente,
en la persona de un (dos veces) ex-presidente, las ventajas
comparativas de un posible accidente letal a escala urbana.11
Si
los griegos entendieron la cuestión del ser a través de paradojas,
es decir, la discusión de opiniones contradictorias entre sí e
igualmente verosímiles, seguramente la misma discusión se encuentre
incluso más vigente al presente, en cuanto la interpelación
mediática tiende a confundir el miedo a la crisis (de seguridad,
económica, sanitaria, etc.) con la existencia crítica (en el
pensamiento) de cada uno. Esta paradoja quizás sea la del
Coronavirus, sobre el que se predica la unidad del Cuerpo Social, con
el objetivo de ganar tiempo hasta que los anticuerpos de cada quien
puedan poner coto a la enfermedad, tal como ha ocurrido en Wuhan, o
quizás sea más justo decir, en razón del accidente global que
cundió por Wuhan.
1La
búsqueda no conduce a información académica específica sobre
“Tiempo real”, mientras la propia la discusión on-line en
Wikipedia no presenta referencias externas. Ver "Tiempo
real”,
Wikipedia. Recuperado
de:
https://es.wikipedia.org/wiki/Tiempo_real
2“Denunciaron
a Carmela Hontou por violación de las disposiciones sanitarias”
Montevideo
Portal (17/03/20)
Recuperado de:
https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Denunciaron-a-Carmela-Hontou-por-violacion-de-las-disposiciones-sanitarias-uc747290
3Luna,
R. “La Tercera Ola: estamos preparados?”. Recuperado de:
http://www.robertoluna.es/la-economia-de-la-tercera-ola-estamos/
4Hegel,
G. (1968). Ciencia de la Lógica (Primera Parte). Buenos Aires:
Ediciones Solar, pp. 473-474.
5McLuhan,
M. (1996). Comprender los medios de comunicación. Buenos Aires:
Paidós, p.347.
6Virilio,
P. (1998). La bombe informatique. Paris: Galilée, p. 148.
7Virilio,
P. (2010). L’administration de la peur. Paris: Textuel, pp. 15-16.
8McLuhan,
M., Powers, B.R. (1993). La aldea global. Barcelona: Gedisa, p. 149.
9Ver
en este blog “Mario Silva García: la universalidad de un pensador
uruguayo”
https://ricardoviscardi.blogspot.com/2012/01/mario-silva-garcia-la-universalidad-de.html
10"Tren
de UPM trasladará productos químicos peligrosos de forma
frecuente” Reactiva
(20/01/18) Recupeado de:
https://www.reactiva.com.uy/tren-de-upm2-trasladara-productos-quimicos-peligrosos-de-forma-frecuente/
11“A
fin de mes presentan las firmas que buscan parar el tren de UPM”
El
Observador (17/02/20)
Recuperado de:
https://www.elobservador.com.uy/nota/a-fin-de-mes-presentan-las-firmas-que-busca-frenar-el-tren-de-upm-2020217504