5.12.14

Triunfó el PUT (pese al error de su fundador)


1ª quincena, diciembre 2014



El análisis motivado por el criterio de desistencia electoral es necesariamente post-eleccionario. La analítica post-electoral marca, con mayor razón aún, la significación de la desistencia: no se trata de un momento y su instantánea, a no ser para aquella urna de la que no se vuelve (desde que ingresa en la paz de los cementerios). Sin embargo, esta vez quizás la urna vaya a integrar un cementerio bastante más dinámico: el de las organizaciones históricamente desaparecidas, que sólo son historia a condición de haber pasado a mejor vida. Cabe acotar que unos cuantos cientos lo entendieron así en pleno proceso electoral, cuando emitieron un parecer sobre las elecciones que no tenía por objeto el voto, a punto tal de integrar a quienes votaron en blanco a la misma nómina de firmas, quien escribe entre ellos.[1] Firmar una declaración no quiere decir, dicho sea de paso, concordar con todo lo allí dicho, sino ante todo con declararlo como un todo.

Quizás determinada fe en una acción posible y transparente del Estado, en tanto regulador y orientador, no pueda dejar de ser deseable, a condición de protagonizar un acontecimiento, que como tal, no puede dejar de ser imposible (Derrida dixit: algo posible no provee acontecimiento). Por esa razón el acontecer de tal Estado difícilmente pueda provenir de un sí mismo,[2] posible de los posibles si los hay, sino del imposible que es para el Estado ser gobernado desde otro lugar (de la misma manera que una declaración pretende gobernar el sentido de una votación, que no puede declararse más que por escrutinio). Vamos bien, aunque quizás por otro rumbo que el deseado por algún candidato, que no por azar dejó por el camino de su propia candidatura la declaración “Vamos bien”.[3]

En efecto, desde los pronósticos de las internas hasta los promitente-ministro que madrugaron[4] pero dios (post-batllista,[5] se escribe con minúscula) no ayudó, este período electoral ha sido una suma de fiascos, aunque podemos dar por descontado, a partir de sus propias declaraciones, que muchos no advierten el canto de cisne que ven abatirse bajo sus pronósticos (incluso porque todavía no se adjudicaron las embajadas, uno de los destinos preferidos de los jerarcas fracasados).

La característica de una perspectiva errática consiste ante todo, en no poder percibir el orden que preside un conjunto. La catástrofe de los pronósticos que los elencos partidarios siguieron a pie juntillas, provendría según algunos, de errores “técnicos (de medición), metodológicos (de proyección) y teóricos (de concepción)”, sin comenzar por advertir que la sucesión es la inversa: los errores teóricos fatalmente engendran todos los demás. Entre ellos, el peor error teórico es negar la teoría, lo que es propio del positivismo que se supone mide  una “realidad”, cuando se “midió” (es decir, se hicieron proyecciones) sobre menos del 38 %  del cuerpo electoral que acudió a las elecciones internas de los partidos políticos. Se persistió en el error, pese a que sucesivamente los votantes en “primarias” mermaron en cuatro oportunidades y siguiendo la misma tendencia, desde el 56% inicial (en 1999) a este magro casi 38%.

El primer error teórico que obnubila consiste, entonces, en no admitir una realidad que dejaría mal parada la profesión (no sólo de fe teórica) de unos cuantos: el desinterés de más del 60% en la política partidaria. ¿Qué decir del endiosamiento “semiótico” de un “ícono pop” que suponía una “renovación generacional” de la política?[6] Sin olvidar algún polito-historiador que “el día después” de las “primarias” ensalzaba por las ondas el surgimiento de un nuevo líder del Partido Nacional  (“hijo de un presidente y nieto de otro”!!).

El Partido Nacional eligió mal en las internas porque  los esmirriados casi 230.000 votos que reunió Lacalle Pou se lograron gracias al antiguo e implantado aparato del herrerismo, los medios publicitarios movidos con dinero de “aire fresco” y cierta agitación con “aire viejo” de colegio privado caro.

Tras la primera vuelta de elecciones nacionales en octubre, los pronósticos errados de especialistas erróneos generaron en cascada, como en un enorme blooper meteoro-político,  el terror a que un candidato por error  jugara con la moto-sierra de papá a cortar las ramas de una magra pero sonada distribución, entre una población disciplinada en el hambre por 50 años (y tanto más hambrienta de la primera saciedad posible). Sin olvidar que el mismo lapso incluye un “período de gracia” de una “renuncia a ganar” del Frente Amplio, desde que se sumó a la última reforma electoral hecha (en 1996) para preservar a la derecha en el gobierno.

¿Cómo explicar la laminación del partido histórico del Estado (el Partido Colorado) por debajo del 13% del electorado? ¿No será efecto de la desaparición del Estado-nación como órbita gravitante, perforado hasta el hartazgo por la tecnología (que no va de mano con la ciencia, sino con la mundialización)? Incluso un operador turístico acaba de destacar el valor agregado que supone el presidente de la República medido en términos del flujo internacional de visitantes.[7] Pese a tales balances empresariales de la entidad representativa pública, podemos dar por sentado que más de uno seguirá persiguiendo figuras y estrategias, dentro del Partido Colorado, para explicar una debacle que “el Pepe”, medios mediante, ha logrado disimular en medio de la condena de su propia base social,[8] gracias a una mayoría silenciosa que vota con pantalla: el sistema político es ante todo, al día de hoy, un sistema de medios.

Qué decir de un cónclave de clarividentes analistas que nos explica  el aumento del voto en blanco y anulado (por encima de 120.000) en razón de la falta de “incentivos” de los electores?[9] ¿Será blanco el caballo blanco de Napoleón? ¿No habría sido mayor aún la “falta de motivación” si los mismos analistas hubieran “probado” que “pompita”[10] merecía el complemento de objeto “de jabón”, en vez de presentarlo como el “ícono pop”? ¿No será la afirmación de la “falta de motivación” del electorado menos una “constatación objetiva” que una expresión de deseos y necesidades profesionales?

Tecnología mediante, Pinchinatti[11] habrá tenido razón en la sigla, aunque no en la denominación: nació el PUT (“Partido Unico de la Tecnocracia” y no “Partido Unico de los Trabajadores”). Sin necesidad de agregar los notables sufijos (istas) (ismo) que agregaba el líder (PUT…), podemos dar por sentado que el próximo elenco se parecerá cada vez más a una suma de gerentes, desde que el propio Vázquez proclamó una y otra vez que el proyecto del Frente Amplio es “el mejor proyecto político para el Uruguay”. Desgraciadamente no nos aclaró por qué evaluación de “pares ciegos” pasó, ya que para ser “mejor” que otros, debe contar con un grado de calidad más (¿acaso una norma ISO?) y despegarse para siempre de esa farragosa dependencia del destino histórico que se parece cada vez más a un apéndice tan moderno como obsoleto.

Véase el apuro de tirios y troyanos en proclamar la “necesidad” de “lograr la recuperación política de la oposición”:[12] sin diferencia no hay sistema, en particular de partidos. Bien, pueden darlo por hecho: un “candidato por la positiva” que dice que apoyará todo lo bueno de lo hecho y cuestionará todo lo malo (es decir, un “candidato evaluador”), se complementa perfectamente con el “mejor proyecto político” evaluado a la par: no hay horizonte “histórico”, tan sólo reflejos en una pompa de jabón.

Sin necesidad de recurrir a la Academia de Ciencias y su acuerdo con “todos los partidos con representación parlamentaria” (los demás no se pueden medir científicamente, es decir, bajo exactitud presupuestal),[13] desde ya se puede prever que los “colegios invisibles” del sistema de partidos producirán otros tantos bloopers partidocráticos: tantas veces como la oposición provendrá de la red social y cundirá en movilizaciones que incluso se produjeron 48h. antes de las elecciones,[14] tanto como en declaraciones gremiales que siguieron “el día después”.[15] Ya hace mucho que el terreno político abandonó el estrado del Estado-evaluador, dejando lugar al PUT (Partido Unico de la Tecnocracia) y sus candidatos cegados por pares en un cuarto oscuro, aunque divertidos “por la positiva”, con "el mejor proyecto político”.







[1] “Un cambio de rumbo” Peticiones24.com, http://www.peticiones24.com/otrorumbo
[2] En uno de sus pasajes la declaración dice: "Finalmente, todo eso requiere un Estado fuerte ante las presiones del poder económico transnacional, abierto y sincero en la información que proporciona a sus ciudadanos, depurado de cuotas políticas, corrupción, "amiguismo" y burocracia; un Estado en el que los gobernantes respeten las normas establecidas para garantía de los gobernados", Op.cit.
[3] El slogan “Vamos bien” fue abandonado por Tabaré Vázquez en el curso de la campaña electoral.
[4] “Oidos que no oyen” La Diaria (04/12/14) http://ladiaria.com.uy/articulo/2014/12/oidos-que-no-oyen/
[5] La ideología batllista llevaba a escribir “dios”, uso propio de el órgano periodístico batllista (El Día). Al presente del propio Frente Amplio surge la identificación con el batllismo.
[6] Ver al respecto en este blog “La pasión del Paraninfo: una señal al extramuros” http://ricardoviscardi.blogspot.com/2014/09/lapasion-del-paraninfo-una-advertencia.html      
[7] “Pepelandia” Montevideo Portal (04/12/14) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?254840,3
[8] “Duro comunicado de COFE a Mujica” El Observador (01/12/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/293224/duro-comunicado-de-cofe-a-mujica/
[9] “Politólogos atribuyen porcentaje de votos en blanco y anulados a falta de incentivos en la campaña” El Observador (03/12/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/293423/politologos-atribuyen-porcentaje-de-votos-blancos-y-anulados-a-falta-de-incentivos-en-la-campana/
[10] Sobrenombre que se le adjudicara, incluso por parte de Vázquez, a Lacalle Pou durante la campaña electoral.
[11] Personaje burlesco de político, que interpretara uno de los mayores actores del humor uruguayo, Ricardo Espalter, con oportunidad de las elecciones de 1989. Espalter debió replegar su actuación ante la ira de los políticos profesionales
[12] “Lunes Primero de Diciembre” (editorial) Voces (27/11/14) Montevideo, p.3. En el mismo sentido: Garcé, A. “De junio a noviembre: algunas conclusiones” El Observador (03/12/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/293350/de-junio-a-noviembre-algunas-conclusiones-/
[13] Ver al respecto al última actualización de este blog “Post-entropía: todo el saber a las manos” http://ricardoviscardi.blogspot.com/2014/11/post-entropiatodo-el-saber-las-manos.html
[14] “Preparan reapertura del liceo 50 para esta semana” El Observador (02/12/14) http://www.elobservador.com.uy/noticia/293323/preparan-reapertura-de-liceo-50-para-esta-semana/
[15] “Que te recontra” Montevideo Portal (01/12/14) http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?254464,3