Angelología
en modo UPM: la educación de empresa
1a.
quincena, mayo 2020
La
significación de la educación en el “Contrato ROU-UPM”
Pese
a la alternancia partidaria que intervino tras el período electoral,
el “Contrato ROU-UPM”1
goza de la mejor salud. Tal continuidad interviene incluso cuando, en
razón de la pandemia declarada por la Organización Mundial de la
Salud, el gobierno del Uruguay se encontró
jurídicamente habilitado para suspender e incluso renegociar, tal como se lo planteó al mismo Lacalle una delegación de Uruguay Soberano, las
exorbitantes condiciones otorgadas a la empresa transnacional.2
La notoria incoherencia que hoy encuentra bueno desde el gobierno lo
que ayer condenaba desde el llano,3
suele justificarse como forzosa, ante la presión económica
internacional. Como efecto de la racionalidad estratégica que interviene mundial y regionalmente (ONU, OEA), en una ruta balizada por los
organismos financieros internacionales y las empresas que los
fomentan -incluso como “consultoras de riesgo”, los distintos elencos
partidarios cederían por igual, según esa descripción del desaguisado gubernamental, ante una misma “presión
económica”.
Si
se admitiera la incidencia inapelable del contexto económico,
inducido a su vez por una correlación de fuerzas internacional, se
excluiría entre otros el componente educativo, que supone incluso,
una sensibilidad inherente a la mera capacitación operativa (si también se
admitiera, que se excluye la formación intelectual). Sin
embargo la “educación de empresa” se programa, se promueve y se
constituye con sus contenidos propios, por más que no revistan sino
significación gerencial.
Si
se admite, inversamente, que el componente educativo es un fundamento
ineludible de la implantación transnacional, se admite asimismo que
la incorporación de sensibilidad empresarial debe, en función de ese cometido educativo, proponerse gobernar registros previamente
estructurados. Conviene tener en cuenta que el plano económico y el
educativo no admiten equivalencias formales, es decir, suponen la
traducción entre sí de dimensiones diferentes. Si así no fuera, la
“Fundación UPM” no tendría razón de ser, particularmente en
sus empeños formativos, ya que bastaría con invertir el monto de
capital necesario a las contrataciones -nacionales o internacionales-
del caso.
Inversamente,
para impedir la metástasis transnacional en la entidad nacional, es
insoslayable incursionar en el plano de las costumbres y el carácter
de un pueblo, es decir, en la índole que los griegos consideraban
propia de la ética (ethos: costumbres y carácter de un
pueblo). Revistiéndose de eficacia formal, el argumento de la
fatalidad económica de la implantación transnacional puede, desde
el punto de vista estratégico de la entidad propia (id(em)-entidad),
llevar a “arrojar el bebé con el agua sucia del baño”.
La
sensibilidad educativa uruguaya
Dentro
del escandaloso conjunto de declinaciones de la soberanía nacional
que encierra el ya mal afamado “Contrato ROU-UPM”, uno de los
capítulos que ha levantado mayor indignación es el que celebra la
injerencia de la empresa en la educación nacional del Uruguay. Esta
reacción de quienes han calibrado la demasía del asunto, se origina
en la significación histórica de la educación pública en la
gestación del Uruguay moderno, de la democracia política y de los
logros sociales que pautaron históricamente al mismo país. Se
explica tal raigambre en el sentimiento general, porque el flujo
migratorio que sostuvo el crecimiento del Uruguay en el último
cuarto del siglo XIX, encontró en la educación pública la clave
del desarrollo social.4
Se trata por lo tanto de un registro arraigado, que se ha manifestado
reiteradamente en el pasado, pero que también ha intervenido
recientemente para alertar acerca de la injerencia de UPM en la
educación pública uruguaya.
Tal
significación del aparato educativo del país corresponde a una
modernización que en el Uruguay se afinca, al filo del 900’, en un
contexto social que desde el período colonial se caracterizaba por
la escasa influencia religiosa relativa.5
Ese terreno de las costumbres también se encontró puesto en valor
por una orientación anticlerical,6
que instruida desde el ámbito estatal, contrasta notoriamente con el
contexto regional. La laicidad uruguaya puede considerarse, con
relación a la distinción histórica que opone toda laicidad a la
educación religiosa, más expansiva que defensiva. Como efecto de
ese impacto mayoritario en las creencias de la población, la
enseñanza se convirtió asimismo, en la referencia primordial de la
vida política y partidaria. La misma laicidad dejó de ser entendida
como opuesta al peso social de la religión, para pasar a ser
concebida como campo público en disputa, de cara a la configuración
ideológica del país.
El
giro globalizador de la educación en el Uruguay
La
“Fundación UPM” lanzó en el Uruguay, con fecha del 20 de abril
de 2020, la convocatoria anual a dos proyectos con una provisión de
20 mil dólares americanos cada uno.7
Asimismo, lanzó una convocatoria para proyectos de “desarrollo
comunitario” a cumplirse en las localidades de Carlos Reyles,
Centenario y Paso de los Toros, en el entorno de la planta cuya
construcción se inicia sobre el Río Negro. Salvo estos últimos,
los proyectos anuales pueden desarrollarse en dos campos: “desarrollo
comunitario” o “área de la educación”.
De
los tres requisitos básicos que presenta la convocatoria de UPM a
proyectos anuales, uno llama de inmediato la atención: “ejecutarse
en al menos una comunidad de influencia de Fundación UPM”. Ya el
enunciado señala que, de ejecutarse en una comunidad de influencia
de la Fundación UPM, los proyectos de la Fundación UPM no rebasan
la redundancia propia a la condición de formar parte, por igual, de
la empresa UPM. Esta condición redundante es empresarial y se trata,
por lo tanto, de educación de empresa, pero no en términos
universales, como lo proponen las “escuelas de negocios” que
actualmente imparten distintas universidades en el Uruguay, sino de
proyectos de educación en y sobre la empresa UPM, que educa sobre
sí misma.
Siendo
que se accede a la página web de “Fundación UPM” en el propio
sitio web de UPM, tal área de influencia de “Fundación UPM”
sobre sí misma, es inherente al área de influencia de la misma
empresa. El llamado se aplica, además, por si alguien perdiera el
rumbo de la empresa, a enumerar la localización geográfica de las
distintas áreas de influencia de UPM, que se extienden sobre diez
departamentos del país.8
La
significación de la expresión “área de influencia de la empresa”
toma otro cariz cuando surge del mismo contrato “ROU-UPM” bajo la siguiente expresión: “Luego de la fecha de
la DFI (Decisión Final
de Inversión), ROU deberá organizar y
financiar programas para brindar apoyo a las personas de la región
de influencia para mejorar su capacidad de completar los estudios
educativos básicos” (Contrato
ROU-UPM, 3.4.6, literal b)”.
Tanto en la “Convocatoria anual a Proyectos” de “Fundación
UPM” como en el contrato “ROU-UPM”, la “región o área de
influencia” no puede entenderse de otra manera que como “influencia
de la empresa”. Por lo tanto una actividad educativa destinada a
desarrollar la formación en un área o región de influencia de la
empresa, no puede entenderse sino como educación de empresa.
En
este punto ya no estamos en la injerencia de una transnacional en los
planes educativos de un Estado-nación, ni de estos planes puestos al
servicio de los intereses particulares de una empresa, sino ante una
educación de empresa, antinomia, sin disimulo posible, de cualquier
y toda educación pública, e inclusive
de toda educación nacional.
“Ciencia
y Tecnología”, angelismo y dividendos de accionistas
Sendas
cláusulas del “Contrato ROU-UPM” obligan a la educación
pública uruguaya, a través de la Universidad del Trabajo (cláusula
3.6.4.a) y de la Universidad Tecnológica (cláusula
3.6.4.e), a incorporar las directivas y necesidades de la empresa
transnacional. A esta declinación de la laicidad de la educación
pública uruguaya, se suma la educación de empresa impartida por la
propia UPM a través de la “Fundación UPM”. Estos hechos
corroboran dos hipótesis:
-
UPM desarrolla su propia estrategia educativa, que subordina el saber
al emprendimiento productivo, destinado a su vez, a maximizar el
rédito empresarial
-
El sistema político uruguayo ha sido enrolado por la estrategia
empresarial, como ejecutor eficiente del plan de expansión de UPM en
el plano interno al propio Uruguay
El
angelismo del que ha sido rodeada la expresión “Ciencia y
Tecnología” ha sido el vector publicitario y mediático que ha
propiciado, con signo desarrollista, la edulcoración de la
estrategia empresarial (incluso más allá del plano educativo y de la misma UPM).
Conviene
al respecto considerar cierta enumeración cronológica de
antecedentes:
1)
Un artículo de la investigadora María
Eugenia Jung da cuenta, en 2013, de los debates que presidieron la
instalación del CONICYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología),
en el año 1961. Esta instalación coincidió con el primer gobierno
del Partido Nacional en el siglo XX (1958) y fue interpretado como
una emanación de la “Alianza para el Progreso” propiciada por
los EEUU. La “Alianza para el
Progreso” expresaba el vector
desarrollista (sindical, empresarial, cooperativo)
de la estrategia de influencia
estadounidense en América Latina,
en el marco de la “Guerra Fría”. La
instalación del organismo de Ciencia y Tecnología (CONICYT)
en el ámbito ministerial (por entonces Ministerio de Instrucción
Pública), fue interpretado (particularmente
en el ámbito de la Asamblea del Claustro de la UdelaR) como parte de
la ofensiva conservadora del novel gobierno del
Partido Nacional. Este ya había, por
otro lado, propiciado la instalación del Instituto de
Investigaciones Biológicas Clemente Estable, iniciativa que fue
considerada un precedente de la misma ofensiva contra la UdelaR, que venía de lograr la
Ley Orgánica (1958), por una vía de
movilización que
la anclaba en una perspectiva de oposición
.9
2)
En el año 1986, bajo el gobierno de
Julio María Sanguinetti, se crea por convenio entre el Ministerio de
Educación y Cultura y la Universidad de la República, el PEDECIBA
(Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas), con
la participación del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD). La página web de la
Unidad
de Valorización de la Investigación y Transferencia Tecnológica
(UVITT),
creada
en el marco del propio
PEDECIBA subraya, como
acápite de
su página web,
lo
que sigue:
“Uno
de los objetivos fundacionales del Convenio original de creación del
PEDECIBA del año 1986 era "el estímulo a la transferencia
tecnológica a través del relacionamiento entre el medio académico
y el sector productivo privado y público".10
3)
En
el marco del conflicto por la instalación de Botnia que se
desarrolló principalmente entre mediados de 2005 y 2007, el
consejo de la
Facultad de Ciencias aprobó
un informe que cuestionaba,
por razones ecológicas,
la instalación de la planta transnacional.
Un
grupo de docentes de la misma facultad manifestó, asimismo, su
disconformidad con el informe aprobado por el consejo de facultad,
fundándose
en la puesta en cuestión
de la metodología empleada para elaborarlo.11
4)
La
creación de la Agencia de Investigación e Innovación (Ley
Presupuestal 2005-2009) expresa,
en su propia denominación, la tendencia a la aplicación productiva
predominante en las universidades europeas y estadounidenses, entre
las primeras desde los acuerdos de Bolonia y por su propia tradición
universitaria entre las segundas.12
5)
Se
crea en
2013
la
Universidad Tecnológica (UTEC),
con la característica de tratarse de una universidad estatal
destinada a la formación de personal idóneo para el desarrollo
empresarial, fundamentalmente en el sector agrario. Presenta
como rasgo característico una forma de gobierno que incluye la
participación de representantes del Estado, corporaciones gremiales
y sectores empresariales, en un conjunto que excluye ante todo la
autonomía educativa.13
6)
La
creación
del Sistema Nacional de Competitividad (2017) contó, desde 2015,
con la decidida oposición del rector de UdelaR y de la Academia de
Ciencias. Este sistema articula en torno al gabinete ministerial de
“Transformación
productiva y competitividad” a un conjunto de organismos que integran o conforman dependencias del gobierno, a los que inviste de
potestades relativas a “(... objetivos, políticas y
estrategias en relación con el desarrollo económico productivo
sustentable, orientados a la transformación productiva nacional y a
la mejora de la competitividad, incluidos los relativos a ciencia,
tecnología e innovación aplicada a la producción y a la inserción
económica internacional”.14
7) La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) organizó, durante el mes de octubre de 2017, una “Instancia de intercambio”
entre los investigadores que integran el Sistema Nacional de
Investigadores (SNI). Esta actividad reunió a 120 investigadores
(sobre
un total de 1.328)
de todas las áreas del conocimiento y de los distintas categorías
que jerarquiza la misma agencia (Iniciación y niveles I, II y III).
Observando un criterio de heterogeneidad representativa del conjunto,
el evento reunió a los investigadores en 18 mesas. Sobre
6 coincidencias alcanzadas, 3 presentan los siguientes contenidos:
a) Es necesario fomentar la inserción de investigadores en el sector productivo y gobierno. Se presentan
propuestas concretas.
b)
Hay un preocupación especial por la institucionalidad vinculada a la
CTI (Ciencia, Tecnología e Innovación). Se requiere generar y/o
fortalecer las instituciones en estos temas.
c)
Los investigadores deben ser escuchados en los ámbitos de decisión
de las políticas de CTI.
Algunas
de las medidas propuestas fueron las siguientes:
“Una
propuesta es la asociación entre instituciones de investigación,
ANII y empresas para que las primeras colaboren con infraestructura
de estas últimas”.
“A
nivel tributario, surgen exoneraciones fiscales a empresas que tengan
espacio de I+D o que contraten investigadores”, tras lo cual se
proponen tres “instrumentos”:
i)
Primer
año tiene que ser gratis para la empresa la participación del
investigador (Subsidio 100%). Y el 2do. bajar subsidio a 50% si el
investigador es bueno la empresa tendrá incentivos para pagar el
resto.
ii)Tres
años de financiación, con retiro gradual del subsidio, sujeto a
evaluación.
iii)
Mayor
plazo del subsidio con disminución progresiva.
iiii)
Por
otra parte, una propuesta refiere a hacer énfasis en el subsidio de
los insumos necesarios para la investigación (equipo, muestras,
etc.) más que en el sueldo del investigador”.15
8)
En
el marco de una movilización que reclamó exitosamente, en
noviembre de 2017,
del Poder Ejecutivo la restitución de fondos destinados a la
investigación, un grupo de jóvenes investigadores dirigió una
carta abierta a la opinión pública, en la que daba
a
conocer la
propia
situación socio-profesional y
generacional,
en el contexto
de la investigación científica en el país. La
carta contenía asimismo un subtítulo denominado “Inserción
de investigadores e investigación extra-académica”.
Al enumerar los organismos en que se desenvolvería la “investigación
extra-académica” se elucidaba el
contenido de esa
curiosa
expresión: se
refería a actividad investigativa contratada por
el propio personal político y puesta bajo la conducción directa o
indirecta de la órbita partidaria.16
Consideraciones
generales sobre la “educación de empresa” en el Uruguay
A)
Las
mayorías sociales e incluso sectores
movilizados contra la desigualdad social
mantienen
cierta identificación entre “técnica” y “tecnología”, en
la que se sustenta la mistificación de una lectura inclusiva de la
conjunción que preside la expresión “Ciencia y Tecnología”. La
noción de “técnica” existe desde la antigüedad griega,
significa la capacidad
que
se adquiere
como
efecto del acceso a la racionalidad
de un Orden
y
que se
aplica, por vía de consecuencia,
a mejorarlo y perfeccionarlo. El término “tecnología” surge en
el entorno de la 2a. Guerra
Mundial y expresa el ordenamiento estratégico del saber, en
cuya perspectiva el Orden
de la naturaleza es colocado
bajo la órbita del
poder.17
Corresponde al
incremento exponencial del saber desarrollado
desde la 1a. Revolución Industrial, que
llega
a su apogeo en la 2a. Mitad del siglo XX. Habilita la exploración
espacial,
las comunicaciones “en tiempo real”, la gestación
de vida “in vitro”, pero también el calentamiento global, la
deforestación, los agrotóxicos y entre nosotros, las intoxicaciones
por microsistina y
las eutrofización de
los cursos de agua, que llega hasta zonas costeras del Río de la
Plata. Supone
por lo tanto un vínculo entre saber y poder que rebasa las
instituciones representativas (porque la propia “re-presentación”
requiere,
como la noción de “técnica”, la
“presencia” previa de un
Orden) y requiere sobre todo, la entera movilización educativa de la comunidad.
B)
La
“educación de empresa” es promovida a escala mundial con
significación de “razón
de Estado”, en cuanto
sus efectos de gobierno sobre las mayorías permiten,
en
alianza con el poder económico,
solventar el control político. Cierta
administración
de
las creencias se
ejerce
sobre
la opinión pública por
medio de la
gestión
publicitaria,
que
identifica
“producción”
con
“ingresos”, como
efectos inherentes al mejor desarrollo social.
C)
Aunque
el sector socio-profesional concernido en primer lugar por
la “educación de empresa”
corresponde
a la comunidad
académica
en
ciencias exactas y naturales, desde
este mismo
sector se han expresado profundas diferencias respecto a esa
estrategia
tecnológica (algunas
referencias al respecto se encuentran en lo anteriormente expuesto).
Muchas de las iniciativas críticas respecto a la propia evolución
pro-empresarial de las universidades han provenido del sector de
científicos al
que se destinan prioritariamente
esas mismas
políticas.
Incide
en sentido contrario
la creación de organismos académicos
sin autonomía ante
los elencos políticos
y empresariales,
signados
por programas
de “emprendedurismo” e “innovación”,
en
cuanto esas
agencias instalan
contextos
proclives a
dictados
“extra-académicos” (también
se encuentra referencias al respecto en lo anteriormente expuesto).
La
interpelación que se introduce por esa vía en el campo público,
en
particular respecto a la laicidad,
favorece
por otro lado una
generalización de la interrogación acerca de
la tecnología, como en el caso de la movilización contra UPM2.
Sobre esta puesta en cuestión de la globalización deben edificarse
los anclajes
críticos
de la problemática tecnológica.
D)
La
introducción de instituciones, actuaciones y saberes propios a la
“educación de empresa” no es reciente en el Uruguay y manifiesta
un significativo arraigo socio-profesional y estamental
en distintos ámbitos corporativos (partidos, empresas,
universidades).
Pese a la urticante violación de la laicidad (en un sentido genérico
del término) y de la educación nacional (también en un sentido
genérico del término) que supone el “Contrato ROU-UPM”, la
prolongada erosión que ha sufrido la educación pública en
el Uruguay señala que el campo de los conflictos ya
ha
rebasado,
en
distintos sectores y ámbitos,
la sensibilidad histórica arraigada, el
espíritu de las leyes y hasta
la letra de las normas legales.
Razón de más para defender lo mejor del pasado ampliando el campo
de luchas del presente.
1“Contrato
ROU-UPM”, Presidencia
de la República. Recuperado
de:
https://medios.presidencia.gub.uy/tav_portal/2017/noticias/NO_Y823/contrato_final.pdf
2
Rivero, M.
“Lacalle Pou tomó nota al pedido de suspender el contrato con
UPM”, 970
Universal (31/04/20).
Recuperado de:
https://970universal.com/2020/03/31/lacalle-pou-tomo-nota-al-pedido-de-suspender-el-contrato-con-upm/
3
“Lacalle
aseguró que inversión de UPM “sigue adelante” pese a
emergencia sanitaria” El
Observador (02/04/20)
4ANEP
(2018) Movilidad
Humana, Migrantes y Educación Primaria,
p. 7.
Recuperado
de:
http://www.ceip.edu.uy/documentos/2018/varios/2188/Movilidad_Humana_Migracion.pdf
5Sansón,
T. “La Iglesia y el proceso de secularización en el Uruguay
moderno (1859-1919)” (2011) Hispaniasacra
(LXIII
127),
p. 285.
6Sansón,
T. op.cit. pp. 292-297.
7“Convocatoria
anual de Proyectos”, Fundación
UPM.
Recuperado de:
https://www.upm.uy/fundacion/proyectos/convocatoria-anual/
8“Comunidades
de influencia 2020”,
Fundación UPM.
Recuperado de:
https://www.upm.uy/siteassets/images/fundacion/comunidades-funcacion-upm-2020.pdf
9
Jung,
M.E. “La
UDELAR y la creación del CONICYT: debates y conflictos
(1961-1964)”, Revista
Encuentros Uruguayos (
2013),
V.VI, No.1,
pp. 32- 49. Recuperado
de :
http://www.encuru.fhuce.edu.uy/images/revistas/Encuru_numero_06.pdf
10
Programa
de Desarrollo de las Ciencias Básicas, UVITT. Recuperado de:
http://www.pedeciba.edu.uy/uvitt/uvitt.php
11
Viscardi, R. “El silencio de los caníbales”, Compañero-PVP.
Recuperado
de: http://www.pvp.org.uy/viscardi7.htm
12 Poder Legislativo R.O.U. (2004). Creación de la ANII en la ley presupuestal 2005-2009. ANNI, pp.117-118. Recuperado de: http://www.anii.org.uy/institucional/documentos-de-interes/2/marco-legal/
12 Poder Legislativo R.O.U. (2004). Creación de la ANII en la ley presupuestal 2005-2009. ANNI, pp.117-118. Recuperado de: http://www.anii.org.uy/institucional/documentos-de-interes/2/marco-legal/
13
Poder Legislativo R.O.U. (2012) LEY Nº 19.043.
UTEC,
Recuperado de:
14
Ley Nº 19.472 (enero,
2017),
Sistema
Nacional de Competitividad. Poder
Legislativo.
Recuperado de:
https://legislativo.parlamento.gub.uy/temporales/Ley194723042817.htm
15
Unidad de comunicación (noviembre,
2017),
Instancia
de intercambio entre investigadores del
SNI.
ANII.
Recuperado
de:
https://gallery.mailchimp.com/2bf4fee5182daebef7d2397cf/files/0e49190e-3e71-4a03-83f1-fe218325ddee/Instancia_de_Intercambio_y_Consulta_Investigadores.pdf
16"¿Por
qué más de 1000 investigadores firmaron una carta abierta en menos
de 24horas? La
Diaria (25/11/17)
https://findesemana.ladiaria.com.uy/articulo/2017/11/por-que-mas-de-1000-investigadores-firmaron-una-carta-abierta-en-menos-de-24-horas/#!
17
Ver
en este blog, al respecto, “El virus se corona en la tecnología”
(particularmente los desarrollos subtitulados “La ambigüedad de
“vida” y “El
“eslabón perdido” de la tecnología: Darwin”)
https://ricardoviscardi.blogspot.com/2020/04/elvirus-se-corona-en-la-tecnologia-1a_82.html